Uno de los errores cometidos por la Dirección Nacional del Movimiento Quinta República, hoy Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), ha sido el no haber permitido la continuación de la discusión sobre el tipo de partido y sus estatutos en el período planificado. Cuando se inicio la discusión sobre la naturaleza del partido en las […]
Uno de los errores cometidos por la Dirección Nacional del Movimiento Quinta República, hoy Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), ha sido el no haber permitido la continuación de la discusión sobre el tipo de partido y sus estatutos en el período planificado.
Cuando se inicio la discusión sobre la naturaleza del partido en las asambleas de militantes a nivel nacional , se cambió la señal y se interrumpió el debate sobre el tema del partido y fue reemplazado por el tema de la Reforma Constitucional la cual acaparó la atención absoluta de los Batallones.
De no haberse abortado la discusión sobre el partido, hoy ya se habría avanzado lo suficiente en la construcción de la estructura del partido que necesita el proceso bolivariano para su consolidación con la preparación ideológica y política de los militantes para asumir compromisos en la construcción del socialismo en nuestro país. Al parecer la falta de unidad de criterios debido la diversidad de tendencias como la neo derecha, centro izquierda, centro derecha y la izquierda, no ha permitido la concreción de planes y tareas sobre lo que debe ser el partido y sus estatutos.
La neo derecha, como tendencia dominante en el PSUV, liquidó esa discusión, y continúa obstaculizando y posponiéndola. El tema principal de ese debate es la ideología socialista que implica el análisis de la teoría marxista y las diversas interpretaciones que sobre ella han sostenido pensadores y filósofos. Esta dilación ha sido una trampa de la neo derecha interna del PSUV para retardar su consolidación definitiva como partido revolucionario.
Y, ¿cuál es el tipo de partido que debe construirse para profundizar la revolución venezolana? El partido no debe ser un ente inorgánico, sin estructura, sin cuerpo, amorfo en lo organizativo; y en lo ideológico no debe ser una ensalada al estilo chiripero que llevó a la presidencia por segunda vez a Rafael Caldera. Debe profundizarse el debate sobre la definición socialista del partido y sus estatutos para asumir las tareas políticas referidas a los cambios socialistas y la erradicación del modo de producción de explotación inhumana capitalista.
El PSUV no debe ser solo un partido de masas sin organización, sin estructura y sin formación de cuadros políticos y sin una Dirección revolucionaria. Un partido de cuadros sin masas es tan desacertado y anti político como un partido de masas sin cuadros. En conclusión, el partido debe ser la combinación de una estructura y una organización de cuadros políticos con una militancia disciplinada y preparada ideológica y politicamente para dirigir conjuntamente con los cuadros del partido a las masas que se encuentran en los organismos del Estado, en las instituciones legislativas, en las gobernaciones, alcaldías, consejos comunales, en todas las organizaciones sociales comunitarias, en las fábricas y en las zonas rurales. Todos a su vez organizados en patrullas, las cuales se constituirán en la célula fundamental del partido.
¿Y quienes deben dirigir el partido? A nivel nacional, estratégicamente debe continuar siendo conducido por el Presidente de la República Hugo Chávez Frías, pero en los Municipios y parroquias de Caracas, en los Estados, Municipios y parroquias del interior debe ser conducido por las personas más preparadas en lo político y en lo ideológico y con mayor aceptación entre la militancia, elegidos mediante procesos de consulta democrática. En esa elección democrática, la militancia socialista del PSUV debe tener claridad política para no escoger como dirigentes del partido a funcionarios públicos que ocupen altos cargos de Dirección como Gobernaciones, Alcaldías o Juntas Parroquiales, por la sencilla razón lógica de que un dirigente del partido, siendo Director de un organismo público, no tendrá la imparcialidad y neutralidad para la realización de contralorías y vigilancia del desempeño de la función pública, quedando de esta forma en tela de juicio la transparencia de la gestión de gobierno, pues sería algo así como dar a cuidar carne a zamuros.
Esta propuesta se hace correcta, sensata y lógica en un partido como el PSUV que no es homogéneo, monolítico y uniforme en formación ideológica y política, y con claros desniveles en cuanto a las convicciones y prácticas, teoría y praxis en lo ético y en lo moral; y más aún en una etapa de transición política en la que todavía el pasado no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer, y con el ingrediente de que el cuerpo social, jurídico y político no se encuentra en condiciones óptimas para que los vicios cuarto republicanos como la corrupción, el burocratismo, la ineficiencia y la ineficacia dejen de ser considerados como algo normal y natural, sino como algo nocivo para el país y para la construcción del socialismo. Y aun cuando en un país se haya consolidado el socialismo, la conducción del partido no debe estar solamente en manos de altos funcionarios del Estado si no en forma mixta, es decir, con funcionarios y no funcionarios de cargos públicos para garantizar que no se produzcan desviaciones éticas y morales en la administración pública. Esta salud administrativa debe ser garantizada también con la participación de organismos de base a través de la contraloría social.
Si la militancia revolucionaria quiere profundizar este proceso para que se puedan efectuar los cambios socialistas en el país y acabar con el cáncer de la corrupción, y que los recursos y bienes sean invertidos y distribuidos por igual en la sociedad, el partido no debe ser dirigido por la neo derecha oportunista.
El Presidente de la República, el pasado domingo en el programa Aló Presidente reafirmó la lucha contra la corrupción donde quiera que esta esté y felicitó también la existencia de tendencias o corrientes dentro del partido. Esto nos satisface por que el grupo de opinión o tendencia que representa la Comisión por la Democracia Protagónica y contra la Corrupción (CODEPROCC) mantiene una lucha contra la corrupción y por la consolidación del PSUV como partido socialista; y reitera el llamado a los militantes a constituir patrullas para participar el próximo año en las elecciones internas para seleccionar las autoridades del partido y así aprovechar la oportunidad de apartarlo de la influencia de la neo derecha.
* Alirio Gil es Militante del PSUV, miembro de la Patrulla «Alvaro Viloria» y miembro de la Comisión por la Democracia Protagónica y contra la Corrupción (CODEPROCC), del Municipio Valera. Estado Trujillo.