La obsesión determinista por el crecimiento económico y el beneficio del capital ha dejado de lado, desde hace ya algunas décadas, la preocupación por la sostenibilidad del medio ambiente, la justicia y la dignidad humana. El Neoliberalismo o mejor llamado Radicalismo Economico, por definición privilegia la búsqueda desenfrenada del lucro como objetivo principal del crecimiento […]
La obsesión determinista por el crecimiento económico y el beneficio del capital ha dejado de lado, desde hace ya algunas décadas, la preocupación por la sostenibilidad del medio ambiente, la justicia y la dignidad humana. El Neoliberalismo o mejor llamado Radicalismo Economico, por definición privilegia la búsqueda desenfrenada del lucro como objetivo principal del crecimiento y la producción, sin embargo, aunque podamos entender la ganancia razonable como retribución a un factor productivo esta no debería prevalecer por encima de la dignidad y la vida de las personas ni tampoco por encima del equilibrio ambiental, asi pues para esta particular teoria económica la naturaleza no es otra cosa que una inmensa fuente generadora de riquezas que hay que aprovechar sin muchos escrupulos morales ni recatos de resguardo ambiental.
Esta paranoia por la acumulación vertiginosa de riquezas impide visualizar las nefastas consecuencias que el crecimiento económico irracional y el exacerbado consumismo están causando a los ecosistemas y a la convivencia pacífica entre las naciones. Por un lado la explotación sin medida de los recursos naturales ha ocasionado desequilibrios ambientales que están en muchos casos al límite de lo irreversible, lo que traerá sin duda alguna más tragedias, destrucción y pobreza a millones de personas en muchos lugares del mundo y por otro lado los desechos industriales, mineros, tecnológicos y del consumo desenfrenado aupado por las grandes corporaciones capitalistas están contaminando a un ritmo acelerado las aguas (océanos, mares, lagos, ríos y depósitos subterráneos), los bosques y el aire en muchísimas partes del planeta, con lo cual también se vulnera peligrosamente la capacidad que tiene la naturaleza para restablecer los equilibrios ambientales y climaticos. Para algunos lideres políticos y económicos el cambio climático es un fenomeno lejano e incluso inexistente, fruto de teorías conspirativas que pretenden socavar el actual orden económico mundial, sin embargo, la realidad contundente es que el planeta está calentándose más rápidamente de lo previsto y al ritmo actual las peores consecuencias llegaran muy pronto. Las sequías, las inundaciones, las super tormentas, la desertificación, el deshielo de glaciares, la subida de los mares, los incendios forestales, altas y bajas temperaturas, etc, ocurrirán más a menudo y en lugares inesperados lo que impactara crucialmente la producción de alimentos (agricultura y ganadería), el abastecimiento de agua potable y por supuesto la vida y la salud humana y del resto de las especies tanto animales como vegetales, todo esto agudizara las corrientes migratorias desde las zonas afectadas y depauperadas a lugares mas favorables. Especialistas de la ONU estiman que entre 2030 y 2040 habra alrededor de 50 0 millones de personas que migraran hacia otros lugares por efecto de catástrofes naturales derivadas o potenciadas por el cambio climático y por supuesto también como consecuencia de continuados conflictos belicos originados por el control y explotación de las riquezas naturales en muchos países por supuesto del «Tercer Mundo».
Estamos ante una disyuntiva crucial de nuestra existencia y esta se centra en la necesidad que tenemos hoy mas que nunca de adecuar nuestras actividades como elementos interventores y modificadores directos en el ámbito de la tierra a las capacidades de sustentabilidad de la naturaleza y el medio ambiente o inevitablemente llegaremos a un proceso imparable de deterioro ambiental generalizado que impedira en muchos lugares la existencia humana en condiciones siquiera mínimamente aceptables. Lo más grave es que no se vislumbran perspectivas realmente serias y optimistas que apunten a revertir las condiciones de creciente deterioro ambiental hoy existente. El Acuerdo de Paris sobre el cambio climático no parece tener el definitivo y suficiente apoyo para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, muchos gobiernos no están convencidos de su efectividad y la mayoría de las grandes corporaciones industriales y mineras están abiertamente en contra de este acuerdo, seguramente sabotearán y harán difícil su implementacion en razón de que lo consideran altamente costoso y desfavorable para mantener su liderazgo comercial.
Tampoco se perciben esfuerzos trascendentes y efectivos en los líderes y organizaciones mundiales que indiquen cambios para mejorar las condiciones de indignidad humana y exclusión social en la que subsisten millones de personas en todo el planeta. Para muchos lideres politicos y económicos el verdadero problema del mundo reside en la sobrepoblación, estiman que solo debería existir el 60% de la población actual ya que el exceso de personas es la causa principal de la pobreza además de que estan agotando los recursos disponibles a un ritmo acelerado, sin embargo creemos que no es el volumen de población lo que ocasiona estos inconvenientes, es el modelo económico consumista y excluyente que impera desde hace muchas decadas el origen de esta seria problemática, un modelo basado en la irracionalidad productiva y en la acumulacion obscena de riquezas y poder concentradas en un privilegiado grupo que solo representa a lo sumo el 3 % del volumen total de personas en el mundo. Estados Unidos, por ejemplo, que tiene el cinco por ciento de la poblacion mundial consume el veinticinco por ciento de todos los recursos disponibles.
A medida que se incrementa la voracidad económica capitalista el estado de bienestar social de la población disminuye, la privatización de los derechos sociales fundamentales como la educación, la salud, el transporte público, la vivienda, los servicios públicos esenciales como agua, gas y electricidad, etc, trae como consecuencia directa un mayor empobrecimiento de las clases populares al tener que disponer se de mas recursos para poder acceder a estos derechos sociales que deberían ser más accesibles para la población. Hoy alrededor del mundo estos derechos sociales son mercantilizados al mejor postor, la comercialización generalizada de todos los aspectos de la vida y la sociedad está llegando a niveles asfixiantes y aberrantes, hasta la existencia misma de las personas es valorizada en función del dinero, los derechos, los sentimientos y los valores humanos sucumben ante el arrollador empuje de la acumulación de riqueza, todo tiene un precio, nada escapa al interés del capital si ello puede generar ganancias y otorgar ventajas comerciales o geopoliticas
Lamentablemente el panorama a largo plazo se presume muy poco halagador y no hay que ser especialista en ciencias sociales o políticas para entender e interpretar las consecuencias de los acontecimientos tan adversos que se suceden diariamente alrededor del mundo. Los conflictos internos e internacionales, la precariedad social generalizada y el deterioro ambiental extremo continuaran extendiéndose en todos los continentes empujados por una lógica insensata de mantener a ultranza la práctica económica neoliberal y la ganancia como eje central del crecimiento economico, con lo cual se trata de esconder y justificar en el fondo la injusta y colosal acumulación y concentración de riqueza y poder que detenta hoy la restringida clase dominante en el mundo. El futuro de la humanidad no puede estar centrado en la acumulación de dinero y el disfrute del placer material como objetivos primordiales de existencia, nos han vendido desde hace muchos siglos la idea que el individualismo y la posesión de objetos es una cualidad inherente al ser humano y nos han sembrado profundamente en nuestra psique que el sentido materialista es la forma natural de la dinámica social, pero lo verdaderamente cierto es que los seres humanos por definición somos entes sociales solidarios y no individualistas, el capitalismo nos ha convertido en simples unidades de consumo principalmente de productos y servicios no necesarios.
La sociedad actual requiere de nuevos paradigmas que apuntalen el sostenimiento de equilibrios tanto sociales y económicos como ambientales como única forma de garantizar la paz y la viabilidad futura de la raza humana sobre la tierra. Como el mayor ejemplo de irracionalidad politica tenemos que anualmente se gastan cientos de miles de millones de dólares en armamentos, guerras y en investigación científico-tecnologica para desarrollar armas cada vez mas destructivas y de otro lado centenas de millones de personas hoy sucumben por hambre y miseria generalizada en todos los continentes, es un paralelismo odioso pero cruelmente real, con solo una parte de estos inmensos recursos utilizados para matar seres humanos se puede aliviar grandemente este problema y hacer del mundo un lugar mas justo y equilibrado económica y socialmente.
La aplicación de esta funesta lógica de acumulación de riquezas y disfrute del placer material se expresa en un continuado proceso de control social, politico y económico que debilita y disuelve la verdadera democracia, la soberanía, la cultura y la autodeterminación de las naciones, los gobiernos esta aceleradamente perdiendo el poder de ser factores de equilibrio y regulación económica que debe ser ejercido a través de las leyes para convertirse en obedientes impulsores de los intereses del gran capital internacional, acentuadose las distorsiones económicas y sociales que han generado mayores niveles de pobreza alrededor del mundo. Asi pues el ejercicio de la política ha dejado de ser una práctica social al servicio de las personas para convertirse en un mecanismo de patrocinio del neoliberalismo económico que actua con rapacidad y sin moderación alguna en detrimento de las mayorías, los lideres mas importantes en su generalidad son políticos corporativos al servicio, por dinero, de una fatidica vision economicista que empobrece a muchos y enriquece cada vez mas a una privilegiada minoria. La democracia real es una camisa de fuerza para la practica neoliberal y está en proceso una concertada estrategia de desmantelamiento sin pausa de los derechos de las personas y de los controles legales que deben ejercer los Estados Nacionales dentro de sus territorios, el ejemplo mas evidente lo tenemos en la Unión Europea en donde la autoridad general es ejercida a través de organismos supranacionales dirigidos por burócratas elegidos al amparo de los convenimientos e intereses del poder, con dudosos atributos democráticos que imponen bajo presión y chantaje político-economico los intereses de las grandes corporaciones financieras e industriales capitalistas convirtiendo a los gobiernos europeos en instrumentos que garantizan sus ganancias y la expansion de sus negocios. Asi el neoliberalismo esta imponiendo la desregulación y la financiarizacion de la economía mundial en donde el capital especulativo impulsa un modelo de acumulación muy rápida que pretende sustituir al modelo de acumulación basado en la producción de bienes y para ello necesitan hoy mas que nunca el control del poder político y mediatico. Inmensos volúmenes de capitales se estan desplazando desde la esfera de la producción material a la esfera de la especulación financiera lo que ha ocasionado graves y recurrentes distorsiones y desestabilización tanto en los mercados internacionales como en la estructura económica de la mayoría de los paises en los últimos 20 años haciendo mas cercana y cierta la posibilidad de una mega crisis que hara estallar en mil pedazos la actual dinámica económica y política mundial.
Este creciente deterioro social y ambiental que vivimos hoy, atizara con nuevos bríos la conflictividad política dentro de las sociedades y se aplicaran sin reservas morales de ningún tipo nuevos y desconocidos niveles de contención social para conjurar las amenazas al «status quo». Los poderes que controlan al mundo, atropellan la democracia y el derecho social y no dan tregua al bien común, no se trata de reclamar solidaridad, se trata inequívocamente de exigir justicia en todas sus letras, justicia que será demandada cada vez con mayor fuerza en todo el mundo y seguramente se hara a cualquier costo. Las clases dominantes no tiene intención alguna de compartir con el «lumpen» su espacio de poder y mucho menos sus ingentes riquezas acumuladas y utilizaran todos los mecanismos a su alcance, legales o no y preferentemente los recursos militares, para impedir que esto suceda. Por su parte las clases populares reclamaran con vehemencia su legitimo derecho al bienestar social y económico, su derecho a participar en la toma de decisiones, su derecho a la defensa de sus pueblos, comunidades y legitimos estilos particulares de existencia, lo que incentivara sin lugar a dudas los enfrentamientos sociales y el riesgo de conflagraciones generalizadas internacionales que podrían desembocar en la instauración, para una gran parte del mundo, de un sistema de gobierno mundial centralizado y esclavista, sustentado en el poder de las armas, la tecnologia y el miedo impuesto desde los parcializados centros mediáticos internacionales. La Gobernanza Mundial es una perversa idea que se acaricia desde hace varias décadas como un mecanismo que los dueños del poder consideran adecuado para sostener la actual estructura de dominación imperial, sus ideólogos justifican este infame proyecto amparados en los ilegitimos principios del «Destino Manifiesto» y del «Excepcionalismo Americano» que supuesta y arbitrariamentemente delegan en la minoría blanca anglo – estadounidense el mandato celestial de conducir y regir al mundo . Esta es la expresión mas refinada del radicalismo ideologico neoliberal que impera actualmente en la conciencia de los mas influyentes lideres tanto políticos como económicos de los países desarrollados.
El abismo esta a la orilla de la próxima esquina, disfrazado como siempre de falsas alegorías de «democracia, paz y libertad» pero en el fondo no se persigue otra cosa que solapar y mantener las injustas estructuras de supremacia capitalista internacional que hoy oprimen sin compasión alguna a miles de millones de personas. Vienen tiempos mucho mas complejos y antagónicos en las relaciones internacionales que pueden dar definitivamente al traste con la ya debilitada convivencia pacifica entre las naciones, la interpretación y la aplicación de la legalidad internacional esta quedando a discreción de los países poderosos y podría dejar de ser en futuro muy cercano un mecanismo de contención para resolver las discrepancias entre los Estados, poco a poco se ha ido generalizando la tesis de imponer la guerra y el terror como instrumento de facto para contener perturbaciones a los intereses políticos y económicos imperiales, todo lo cual nos acerca peligrosamente a la posibilidad del «Dia del Juicio Final» como muchos analistas llaman a la «Tercera Guerra». Sin embargo, aunque parecen sonar las campanas del apocalipsis, la solución todavía espera paciente y activa en los corazones de los hombres, vayamos pues todos nosotros ciudadanos del mundo exijamos y presionemos a nuestros lideres para que se búsquen sin dilación caminos justos y favorables hacia la paz y la justicia social mientras todavía haya esperanza cierta.
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