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XI Festival Habana Hip Hop

El rap dialoga en la capital cubana

Fuentes: Rebelión

Mientras transcurren los acontecimientos del XI Festival Habana Hip Hop-del 23 al 26 de noviembre-, hacemos un paréntesis entre conciertos y conferencias, para brindar algunas pistas sobre uno de los géneros más militantes de la cultura cubana. Las raíces más visibles de la cultura Hip Hop se distinguen en Cuba a comienzos de la década […]

Mientras transcurren los acontecimientos del XI Festival Habana Hip Hop-del 23 al 26 de noviembre-, hacemos un paréntesis entre conciertos y conferencias, para brindar algunas pistas sobre uno de los géneros más militantes de la cultura cubana.

Las raíces más visibles de la cultura Hip Hop se distinguen en Cuba a comienzos de la década del 80 con las primeras competencias de break-dance. Aunque no es hasta los años 90 cuando esta manifestación artística se hace más notable dentro del panorama nacional.
El ascenso de esta corriente alternativa vino desarrollando a través de letras urbanas diálogos con el entorno cambiante y sobre la difícil situación que atravesó Cuba en el Período Especial.
En esta etapa de definiciones, los raperos introdujeron en los ritmos populares novedosas concepciones rítmicas, entre las que se destacan los textos «rapeados», asentados en el compás de bases instrumentales grabadas(backgrounds) y una explosiva mezcla de diversas sonoridades como el reggae, el dub y el rock and roll.
Este movimiento urbano formado en el Bronx por el Dj Afrika Bambataa, nace con un lenguaje radical y una estética afirmada en los orígenes africanos en contraste a la hegemonía de la cultura «blanca» y se convirtió en plataforma ideológica de la ofensiva de los «afronorteamericanos» contra la segregación racial.
Varios de sus seguidores se unen a la lucha de Martín Luther King, Malcom X y a la Organización de Las Panteras Negras (The Black Panthers), la cual ha ejercido una marcada influencia en la cultura del Breakdance, el Graffiti, el Rap y el BBoying.
Las mencionadas características fundacionales sustentaron el movimiento cubano de Hip Hop que mostró su joven rostro en el primer festival del género, acontecido en el Anfiteatro de Alamar-un municipio en las afueras de la Habana-, en el año 1995.
Estos eventos han tenido una frecuencia anual con participación de importantes exponentes del rap, tanto en el plano nacional como internacional. Orishas, antes Amenaza, fue uno de los grupos salidos del Anfiteatro y un ejemplo inobjetable de la vitalidad del rap hecho en Cuba. Aunque, según el criterio de algunos, estos músicos han olvidado su origen, al convertirse en «superstars» de las transnacionales del entretenimiento.
Una de las experiencias señeras para el movimiento constituyó la gira por varios estados norteamericanos del proyecto independiente La fabri_k, integrado por Obsesión y Doble Filo.
El momento cúspide del periplo les llegó al presentarse en el Teatro Apollo de New York. Introducidos por Harry Belafonte compartieron voces junto a The Roots, Common, Kanye West, Tony Touch, Soulive Tommorowz Weaponz, bandas de puntería y enérgico activismo social.
Sin lugar a dudas, las actuaciones en Estados Unidos sirvieron a nuestros artistas para estar empapados de lo que ocurría en la cuna del Hip Hop y aumentar su militancia al conocer sobre las diversas proyecciones sociales de los «rappers» norteamericanos.
Después de andar intrincados caminos en la búsqueda de una promoción coherente del género en Cuba, se ha creado la Agencia Cubana de Rap. Con su ayuda y el apoyo de la Asociación Hermanos Saìz (AHS) se logró publicar una revista (Movimiento).
Sus páginas, además, sirven de soporte para el debate enfilado hacia las más diversas cuestiones relacionadas con la cultura Hip Hop, entre ellas, su poca difusión en los medios de difusión masiva, el vínculo con la sociedad cubana y el trabajo comunitario.
Sin embargo, ante la penetración de ritmos sólo comprometidos con el mercado, como el reguetòn, es de urgente necesidad una seria difusión de esta cultura militante, tanto en Cuba como en el resto de los países de América Latina y el Caribe fundamentalmente.
Los ritmos y raíces afrocubanas, el jazz, el reggae, el funk, el soul y el rock and roll junto a una conciencia social de vanguardia completan las influencias en la reflexión crítica de los raperos del país.