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El sector sufre por una economía rezagada y un modelo de negocios demasiado tradicional

El rescate de Monte dei Paschi no resolvería los problemas de la banca italiana

Fuentes: The Wall Street Journal

  Estatua de Sallustio Bandini, en la plaza Salimbeni de Siena, donde esta ubicada la sede central del banco Monte dei Paschi. PHOTO: GIUSEPPE CACACE/AGENCE FRANCE-PRESSE/GETTY IMAGES ROMA-Una nacionalización del maltrecho Banca Monte dei Paschi di Siena SpA parece cada vez más probable. Sin embargo, el rescate del banco toscano -que podría producirse la semana […]

 

Estatua de Sallustio Bandini, en la plaza Salimbeni de Siena, donde esta ubicada la sede central del banco Monte dei Paschi. PHOTO: GIUSEPPE CACACE/AGENCE FRANCE-PRESSE/GETTY IMAGES

ROMA-Una nacionalización del maltrecho Banca Monte dei Paschi di Siena SpA parece cada vez más probable. Sin embargo, el rescate del banco toscano -que podría producirse la semana próxima- no resolverá los problemas que afectan a los bancos italianos.

Algunos están urgiendo a Roma a que aproveche la ocasión para iniciar un amplio saneamiento del sistema bancario, que cuenta con una cartera de 360.000 millones de euros en activos tóxicos y es uno de los menos rentables de Europa. «Los problemas de algunos bancos concretos pueden resolverse», indica Giovanni Bossi, presidente ejecutivo de Banca Ifis SpA. «Pero es necesario completar la reforma del modelo de negocio de los bancos italianos».

Sin embargo, con la excepción de un posible apoyo a un conjunto de pequeños bancos, en condiciones críticas, es improbable que haya una intervención a nivel sectorial. Para mantenerse a flote, Monte dei Paschi está haciendo un último esfuerzo desesperado por captar 5.000 millones de euros para finales de este año. Para ello, el banco tiene previsto canjear deuda por capital y realizar una venta de acciones esta semana, según fuentes al tanto. Ambas transacciones podrían durar como mucho un par de días, indicaron las fuentes.

Si el banco no logra reunir el dinero que necesita de los inversionistas privados, el Estado italiano intervendrá y rescatará al banco, dijo esta semana una fuente del Tesoro.

Pero según la normativa europea, este rescate o cualquier esfuerzo de sanear el sistema bancario local no puede realizarse sin imponer pérdidas a los accionistas y a los bonistas. Esta opción es dura para cualquier Gobierno italiano, ya que cerca de 30.000 millones de euros en bonos junior de los bancos, con elevado riesgo, están en manos de inversionistas particulares.

La idea de celebrar elecciones en Italia el año próximo y la posibilidad de un auge de los partidos populistas dispuestos a oponerse a los planes del Gobierno de ayudar a los bancos reduce las probabilidades de que el Ejecutivo tome medidas audaces más allá de Monte dei Paschi en este momento, incluido el nuevo Gobierno interino italiano.

Además, las políticas promulgadas por el anterior Gobierno para impulsar el sector todavía tienen que ganar tracción.

Los bancos italianos se enfrentan a problemas en múltiples frentes. La economía casi se ha estancado y no se espera que crezca más de 1% en los próximos años, y el modelo ultratradicional de los bancos italianos ofrece pocas esperanzas de acabar con el dolor que las bajas tasas de interés provocan en el sector financiero europeo.

Todo esto ha reducido el margen de intermediación de los bancos y la feroz competencia está reduciendo los tipos de los préstamos. De hecho, los bancos italianos han visto cómo sus ingresos derivados de la actividad crediticia caían en un tercio desde 2008, según la consultora Prometeia SpA.

Al mismo tiempo, el tipo de interés de los depósitos en Italia no están cambiando mucho, y los bancos pagan un punto porcentual más que el tipo de referencia a un año, según Barclays .

Mientras tanto, los costos siguen siendo altos. Los bancos italianos, que emplean a 350.000 personas, invirtieron 64% de sus ingresos en gastos operativos, frente a 50% de las entidades españolas y 60% de los bancos griegos. Los costosos paquetes de despido y los rígidos contratos de empleo desaceleran los esfuerzos para reducir los costos de los bancos, que han caído 2% en el último año.

El resultado de todo esto es que la rentabilidad sobre fondos propios de los bancos italianos era de 4,8% el año pasado, frente a 14% de los bancos irlandeses o el 8,3% de la banca gala.

Mientras, los préstamos morosos han seguido aumentando y los persistentes problemas económicos de Italia han llevado a más compañías a la quiebra. Sin embargo, los escasos beneficios de los bancos son demasiado exiguos como para cubrir las pérdidas que provocarían las rebajas de valor.

Esto ha hecho que los bancos sean reacios a traspasar sus préstamos a los inversionistas dispuestos a comprarlos a precios reducidos. Aunque este año se vendieron 20.000 millones de euros en préstamos morosos, sólo representaron 6% de todos los activos tóxicos.

Según la Autoridad Bancaria Europea, más de 16% de los préstamos en Italia son morosos, el triple que la media europea.

Los esfuerzos de UniCredit SpA, el mayor banco de Italia y que cuenta con más préstamos tóxicos que ningún otro banco europeo, para solventar sus problemas ponen de manifiesto la escasez de capital que tienen las entidades italianas. El martes, el banco -que tiene 77.000 millones de euros en créditos morosos- dijo que rebajaría en 75% el valor de sus préstamos más tóxicos y de aquéllos con una improbabilidad de pagar de 40%. El banco ahora debe captar 13.000 millones de euros para cubrir en parte esas pérdidas generadas con las rebajas de valor.

Fuente: http://lat.wsj.com/articles/SB12717326658288464346504582498882824786596?tesla=y