Estimados coleg@s y compañer@s participantes en el Encuentro Mundial de Intelectuales y el Segundo Congreso Bolivariano de los Pueblos, Caracas, diciembre del 2004, el grupo de las personas abajo firmantes expresamos nuestra preocupación por el secuestro de Rodrigo Granda y los invitamos a expresarse públicamente contra los autores del crimen y su objetivo estratégico: la […]
Estimados coleg@s y compañer@s participantes en el Encuentro Mundial de Intelectuales y el Segundo Congreso Bolivariano de los Pueblos, Caracas, diciembre del 2004, el grupo de las personas abajo firmantes expresamos nuestra preocupación por el secuestro de Rodrigo Granda y los invitamos a expresarse públicamente contra los autores del crimen y su objetivo estratégico: la destrucción del proceso bolivariano de integración latinoamericana.
El secuestro de Rodrigo Granda: Impedir la destrucción de la integración latinoamericana
El secuestro del dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Granda, el 13 de diciembre, en Caracas, coloca nuevamente sobre el tapete de la opinión pública internacional un conjunto de problemas que surgen del conflicto interno que por más de cuarenta años ha desgarrado a la República de Colombia. Con frecuencia ese conflicto se enlaza con la situación internacional donde concurren intereses geopolíticos que se entrecruzan con los roles de las oligarquías nacionales tuteladas por las políticas imperialistas.
Este es un caso concreto. Se trata de una operación planificada y dirigida por los organismos de seguridad colombianos, cuyo antecedente más inmediato ha sido la captura y entrega de Simón Trinidad en Quito, Ecuador, para su posterior deportación a las autoridades estadounidenses. Igualmente, la incursión de agentes de seguridad colombianos en territorio venezolano, so pretexto de realizar «una operación antidrogas», en evidente violación de la soberanía venezolana. Estos agentes fueron capturados recientemente en la ciudad de Maracay en compañía de tres oficiales venezolanos. Estos últimos se encuentran sometidos a un proceso militar en Venezuela. En cuanto a la violación de la soberanía venezolana, el Presidente Hugo Chávez ha sido categórico: «Si la policía de Colombia violó una vez más la soberanía nacional, por supuesto que eso va a tener repercusión en las relaciones bilaterales.»
Como ya ha sido establecido por el gobierno venezolano, Rodrigo Granda fue secuestrado el día 13 de diciembre en Caracas, conducido a la ciudad fronteriza de Cúcuta y entregado a la policía de Colombia. Distintas personalidades colombianas se han hecho eco de una versión según la cual, Granda habría sido capturado en la mencionada ciudad de Cúcuta. Sin embargo, los hechos ya establecidos en las investigaciones venezolanas, desmienten tal afirmación. Pero, además, Granda se desplazaba con un pasaporte expedido por las autoridades colombianas, con múltiples sellos de entrada y salida de Colombia y de otros países, incluido Venezuela, lo cual hace presumir que, pudiendo detenerlo en Colombia, se preparó todo para hacerlo en Venezuela.
Con toda la gravedad que encarnan estos hechos, lo más importante para nuestros pueblos, es iluminar el oscuro trasfondo en el cual se engendran estas acciones criminales. Del lado de la oligarquía colombiana y sus aparatos ejecutivos, alineados con los sectores monroeistas de Estados Unidos, hay un manifiesto interés en atizar conflictos entre Venezuela y Colombia, arrastrando a ambos países hacia un enfrentamiento que destruiría toda posibilidad de avanzar en el proceso de integración que con grandes esfuerzos vienen realizando las fuerzas bolivarianas del continente.
¿Cuál sería el objetivo final de estas políticas? Habiendo sido derrotados en todos los intentos golpistas para derrocar al gobierno democrático y revolucionario del Presidente Hugo Chávez, tanto a través de golpes militares como del sabotaje económico, al igual que en el terreno electoral, ahora buscan frenar este proceso mediante acciones emprendidas desde el exterior que, de no ser detenidas, podrían provocar crecientes conflictos entre Venezuela y el vecino país. El medio utilizado es inocultable: arrastrar y mezclar a Venezuela en el conflicto interno colombiano. Los objetivos políticos perseguidos son: impedir la única solución posible al conflicto colombiano que es la negociación entre las partes enfrentadas y, al mismo tiempo, frenar e impedir el éxito que vienen alcanzando las políticas de integración que están avanzando en América Latina después de muchos años de fracasos.
Ante este preocupante panorama se hace imperativo que quienes participaron en el «Encuentro Mundial de Intelectuales» y el «Segundo Congreso Bolivariano de los Pueblos», en Caracas, en diciembre del 2004, así como las mujeres y hombres de buena voluntad del mundo se pronuncien en contra de estas maniobras, cuyas consecuencias finales nadie puede prever pero que, con toda seguridad, de tener éxito, sólo significarían mayores penalidades para nuestros pueblos.
Firman:
Heinz Dieterich, Unión Latinoamericana por la Democracia Participativa (ULDP), México
Lisandro Otero, Premio Nacional de Literatura de Cuba, Director de la Academia Cubana de la Lengua
Belén Gopegui, Escritora, España
Pablo Guayasamín, Presidente de la Fundación Guayasamín, Ecuador
James D. Cockcroft, científico social, Estados Unidos
Liliana López Foresi, Consejo de Presidencia de la APDH de Buenos Aires; periodista, Argentina
Luciano Alzaga, Rebelión.org
Pascual Serrano, Rebelión.org
Vicente Feliú Miranda, Canto de Todos, Cuba.
Milagros Rivera, Dirigente Nacional del Frente Socialista y Representante del Comité de Solidaridad con Cuba, Puerto Rico
Gloria Cuartas, Colombia
Hernando Calvo Ospina, Periodista, Francia-Colombia
Alfredo Vera, Director de Relaciones Internacionales, Fundación Guayasamín, Ecuador
Teniente Coronel Héctor Herrera Jiménez, Dirección Nacional, Frente Cívico-Militar Bolivariano, Venezuela
Sandra Mirna Soto, Movimiento por el Bloque Regional de Poder (MBRP), México
Enrique Gaucher, Cabildo Abierto Latinoamericano, Argentina
Pedro Martínez Pírez, Director Editorial, Radio Habana, Cuba
Reinhard Thiele, Cuba Sí, RFA
Constantino Bértolo, Director literario, España
Santiago Alba Rico, Escritor, España.
Carlos Morillo, Movimiento por la Democracia Participativa (MDP), Venezuela
Francisco Montes, El Salvador
Alfredo Sumi Arapa, Filósofo, Perú
Raimundo Franco, Dr. En Ciencias Físico-Matemáticas, Cuba
Armando Rama Martell, Oficina del Capitulo Cubano «En Defensa de la Humanidad»
Domenico Losurdo, Université Urbino, Italia
Osvaldo Burgos Romano, Analista Internacional y Corresponsal de Prensa Latina en Uruguay
Frank Schwitalla, Presidente de la Coordinadora de Solidaridad con Cuba, RFA
Nelson Escobar, Pueblo y Ejército Soberano. Movimiento 13 de abril, Venezuela
Efraín Cruz Marín, Universidad Nacional Autónoma de México; México
Soledad Bravo Heredia, Catedrática, Universidad Autónoma Metropolitana, México
Ricardo Martínez, Radio Educación, México
Fernando Montiel, Analista en Resolución de Conflictos Internacionales, México
Miguel Urbano, periodista, Portugal
Dante Ortiz, Catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo
Carlos Fernández Liria, Profesor de Filosofía, Universidad Complutense de Madrid
Edgar Ponce, Secretario Ejecutivo de los Trabajadores Eléctricos de Enlace, Ecuador
Juan Ramón Guzmán, Poeta, Venezuela
Antonio Aguillon C., Agencia de Noticias del Pueblo (ANPA), Venezuela
Carlos Aznárez, Periodista, Argentina
Timo Berger, periodista y publicista, Berlin, (Junge Welt, Neues Deutschland, rebelion.org)
Michael A. Lebowitz, Economista, Simon Fraser University, Canada
Julio Díaz Díaz, Secretario de Organización, Partido Comunista de los Pueblos de España
Alejandro Nochebuena, Movimiento por la Democracia Participativa, México
Jorge Alvarez Lozano, catedrático Universidad Pedagogíca Nacional, México
Juana Donoso Casanellas, Asociación Sueco-Cubana
Irene Amador, Escritora, España
Carlo Frabetti, Escritor, España
Teresa Gutierrez
Clifford Hritz
Ernesto J. Navarro
Carmen Chinas
y muchas firmas más.