Los escándalos inquietan al gobierno del presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva. Esta vez golpea de lleno a su defendido Senado, cuando éste cometió la injustificada intromisión en asuntos internos de otro Estado, al solicitarle al gobierno de Venezuela que revea su legítima decisión de no renovarle la concesión a la televisora privada RCTV. […]
Los escándalos inquietan al gobierno del presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva. Esta vez golpea de lleno a su defendido Senado, cuando éste cometió la injustificada intromisión en asuntos internos de otro Estado, al solicitarle al gobierno de Venezuela que revea su legítima decisión de no renovarle la concesión a la televisora privada RCTV. Es que otra denuncia complicó en las últimas horas la situación del titular de la Cámara Alta, Renan Calheiros, acusado de permitir que una constructora financiara sus gastos.
Como consecuencia de eso, el Consejo de Etica postergó para más adelante la votación de un informe que pedía archivar el caso, según informaron varias agencias internacionales de noticias durante el fin de semana pasado.
Horas antes de la reunión en la que se decidiría la apertura o no de una investigación sobre el caso, el viernes último la red O Globo divulgó una serie de entrevistas que sembraron dudas sobre los argumentos defensivos de Calheiros.
El senador del centrista Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal fuerza aliada del gobierno, había dicho que financió los gastos de una hija de 3 años (fruto de una relación extramatrimonial con la periodista Mónica Veloso) con la venta de ganado de su propiedad y no con el aporte de una constructora.
Sin embargo, el informe de la cadena televisiva reveló que varios de los recibos presentados por el senador para comprobar esas ventas remiten a personas y empresas que no existen o que niegan haber comprado ganado.
Ante la presión de los legisladores de la oposición, que piden que se lo investigue, el Consejo de Etica aplazó hasta esta semana próxima la votación del informe elaborado por el senador Epitacio Cafeteira -aliado de Calheiros- que propone archivar el caso por considerar que no hay pruebas.
Sin embargo, la estatal Agencia Brasil afirmó que la postergación obedeció a una sugerencia de Calheiros para que el Consejo de Etica oiga a la periodista Veloso y a Claudio Gontijo, lobbista de la constructora Mendes Junior, que efectuaba los pagos en nombre de Calheiros.
Consultado sobre el informe de la televisión, Cafeteira sostuvo que las nuevas denuncias no cambiarán el tenor de su informe porque «se trata de cosas distintas».
Las investigaciones contra el senador se iniciaron en mayo último, luego de que la revista semanal Veja denunció que el lobbista Gontijo había efectuado pagos por unos 8.500 dólares mensuales, que incluyeron la pensión para la niña y el alquiler del departamento en el que vive junto con Veloso.
En círculos allegados a las denuncias se afirma que el lobbista de la constructora Mendes Junior también financió campañas políticas de Calheiros.
Como si todo eso fuera poco, la Policía Federal brasileña elevó el jueves pasado a los fiscales un documento en el que acusa de tráfico de influencia y explotación de prestigio al hermano mayor del presidente Lula, Genival Inácio Da Silva.
El informe denuncia a 101 personas por supuestos nexos con una red dedicada a explotar el juego ilegal.