Mientras el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se aprestan a celebrar el mes próximo sus reuniones anuales en Washington (20-22 de octubre), luego de los recientes cambios en la cúpula de ambas instituciones, el movimiento sindical internacional les reclama que aprovechen esas reuniones para emprender cambios fundamentales en su organización y en […]
Mientras el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se aprestan a celebrar el mes próximo sus reuniones anuales en Washington (20-22 de octubre), luego de los recientes cambios en la cúpula de ambas instituciones, el movimiento sindical internacional les reclama que aprovechen esas reuniones para emprender cambios fundamentales en su organización y en su política.
«Durante mucho tiempo, los sindicatos han criticado a las instituciones financieras internacionales (IFI) por no rendir cuentas ante los países en desarrollo y su ciudadanía. El debate con respecto al hecho de que no hay un proceso abierto de selección de los ejecutivos en ninguna de las dos IFI ha hecho que resaltara más ese problema. «Es hora de que cambien», dijo Guy Ryder, Secretario General de la Confederación Sindical Internacional (CSI).
En una declaración conjunta dada a conocer en el día de la fecha por la Agrupación Global Unions (la CSI, las Federaciones Sindicales Internacionales y la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE), el movimiento sindical le pide al Banco Mundial y al FMI que conformen sus políticas a los Objetivos de Desarrollo del Milenio y al Programa sobre Trabajo Decente.
La declaración se concentra en las controvertidas propuestas de desreglamentación del mercado laboral que se plantean en la publicación del Banco Mundial de mayor difusión -Haciendo negocios-, donde se otorga la máxima puntuación a países que han eliminado leyes que protegían a los trabajadores y trabajadoras, sean cuales fueren las repercusiones de ese hecho sobre el empleo, las condiciones de trabajo y el respeto de los derechos fundamentales de los trabajadores.
«Al declarar que países como Afganistán, Bangladesh, Belarús, China, Colombia, Haití y Arabia Saudita han tenido un mejor desempeño en lo referente a «emplear trabajadores» que la mayoría de los países de Europa occidental, el Banco está al mismo tiempo declarando que no le importan ni el bienestar de los trabajadores ni el respeto de sus derechos», dijo Guy Ryder. Resulta muy irónico que se transmita un mensaje como éste, contrario a los derechos de los trabajadores y trabajadoras, ya que algunos departamentos del Banco Mundial exigen actualmente que en los proyectos que financian se respeten las normas fundamentales del trabajo de la Organización Internacional del Trabajo. Ryder declaró: «El Banco Mundial debería acabar de una vez por todas con esta flagrante contradicción retirándole al grupo que publica Haciendo negocios su mandato con respecto a la reglamentación laboral.»
En la declaración de la Agrupación Global Unions se hace hincapié en que se necesita muy especialmente un cambio de política en el FMI, cuya influencia ha disminuido considerablemente desde que la mayoría de los países de medianos ingresos han tomado medidas para evitar solicitar empréstitos a esa organización. Examinando retrospectivamente la crisis financiera asiática de hace diez años, en la declaración se critican las políticas del FMI y se pone en tela de juicio que esta organización realmente haya aprendido algo de los errores que cometió.
«Transcurridos diez años desde la crisis asiática, resulta preocupante que el FMI pueda volver a cometer actualmente los mismos errores de entonces», dijo Ryder. «El FMI no predijo la drástica contracción de los mercados mundiales de crédito que se inició en agosto y sus portavoces han respondido a las potenciales consecuencias económicas de dicha contracción poniendo de manifiesto su admiración ante la creatividad de las instituciones financieras privadas.» Tomando nota de que las estrategias con elevadísimo nivel de endeudamiento que utilizan los fondos de inversión especulativos y los fondos privados en acciones han contribuido a que se difundieran mundialmente problemas originados en el mercado estadounidense de créditos hipotecarios subpreferenciales, en la declaración se reclama que el FMI elabore una respuesta política adecuada. «El FMI debería encabezar el proceso de elaboración de marcos de reglamentación internacional para los fondos de inversión especulativos, los fondos privados en acciones y similares actividades financieras que no sean transparentes, donde se haga uso de subsidios impositivos injustificados y se contribuya a la inestabilidad del mercado financiero», declaró Ryder.
Ryder finalizó diciendo: «Las instituciones financieras internacionales pueden constituir una fuerza en pro de una mundialización equitativa pero no si continúan manteniendo el rumbo que siguieron durante los últimos sesenta años. Las próximas reuniones anuales son el momento ideal para dar inicio al cambio.»