Los ganadores de la política del gobierno de Álvaro Uribe es sin duda el sector financiero especulativo. En un comunicado de prensa de la Presidencia informa que «en los siete primeros meses de 2004, el sistema financiero acumuló utilidades por 1,5 billones de pesos cuando en el mismo mes de 2003 llevaba 900 mil millones […]
Los ganadores de la política del gobierno de Álvaro Uribe es sin duda el sector financiero especulativo. En un comunicado de prensa de la Presidencia informa que «en los siete primeros meses de 2004, el sistema financiero acumuló utilidades por 1,5 billones de pesos cuando en el mismo mes de 2003 llevaba 900 mil millones de pesos», un incremento del 67,40 por ciento en las ganancias.
Para los bancos extranjeros fue aún mejor: «Las ganancias de los bancos extranjeros mejoraron en un ciento por ciento al pasar de 102 mil millones a 204 mil millones de pesos.»
Para los líderes sindicales y la oposición política a las «contrarreformas» laborales del gobierno, estos resultados son apenas lógicos. La mano de obra colombiana es sencillamente mucho más barata hoy, después dos años de gobierno uribista.
Por que en el desequilibrio actual entre el Capital y el Trabajo del modelo neoliberal es aplaudido tanto por Estados Unidos, el Banco Mundial y el FMI como de los patronos.
«Por lo tanto vamos a seguir reduciendo la deuda y eso me lleva a discutir ese planteamiento. De acuerdo, 52 por ciento de deuda como porcentaje del PIB es muy alto, pero Colombia llegó a tener en el año 2000 casi 55 por ciento. Lo redujimos por primera vez en 10 años en el año 2003 y este año vuelve y baja porque vamos a cumplir las metas. Estoy de acuerdo en que esa cifra es muy alta en nuestro marco fiscal de mediano plazo y por eso se baja a niveles del orden del 40 por ciento», explicó el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla el 3 de septiembre a SNE.
Existe, por supuesto, otra cara de la moneda.
La ONU presentó hace un mes una investigación acerca la pobreza en Colombia donde muestra que los pobres, entre 1997-2003, aumentaron de 55-66%. Eso muestra que no importa que el país tenga un crecimiento cuando el crecimiento no incluye a los pobres sino desmejora sus ingresos y derechos sociales y económicos mientras aumenta las ganancias a las transnacionales, el sector financiero especulativo y los industriales nacionales fuertes.
El canal City-TV reveló hace unas semanas que en un barrio en Ciudad Bolívar al sur de Bogota, los niños de una familia muchas veces han tenido que soportar el hambre mezclando papel de diario con aguapanela. Para los congresistas colombianos es difícil de imaginarse en una situación tan dramática. Y la razón también es lógica con sueldos que supera casi seis mil (6.000) dólares por mes.
Unas citas1 de la realidad colombiana que contrastan a las gigantes utilidades del sector financiero publicado por la presidencia:
SALUD:
«De los 27 hospitales de tercer nivel existentes en el país, entre ellos varios universitarios, están cerrados unos, otros próximos a cerrarse y los que siguen trabajando lo hacen con atención mínima, asfixiados por los déficit millonarios. Enfermedades endémicas que habían sido erradicadas del territorio o habían sido reducidas han aparecido nuevamente y tomado fuerza; los programas de prevención y erradicación de enfermedades como la tuberculosis, la lepra, la fiebre amarilla, el paludismo entre otras, fueron desmontados».
DESNUTRICIÓN:
«En el país se incrementaron las muertes por desnutrición: cada dos días un colombiano muere de inanición y cinco millones sufren de física hambre, lo acaba de señalar el Programa Mundial de Salud de la ONU».
LA ORGANIZACIÓN DE DEFENSA A LOS TRABAJADORES:
«En el 2003 fueron asesinados 94 sindicalistas. En lo que va del 2004, más de medio centenar y 600 personas desaparecidas. El caso especial es Barranquilla donde los paramilitares de Mancuso y Jorge 40 están asesinando y amenazando a los sindicalistas de la salud y a los «tenderos» de la ciudad, dentro del plan de controlar las instituciones de la salud y la red de tenderos del departamento del Atlántico».
PAGANDO INTERÉS A LA DEUDA:
«El 53% de los ingresos fiscales se los consume el servicio de una deuda que se incrementa cada año con «deuda nueva para pagar deuda vieja». El tesoro público está asfixiado por un déficit fiscal equivalente al 3% del PIB que tiende a crecer y, de año en año, el gobierno impone reformas tributarias para contener el crecimiento del hueco, descargando el peso sobre los consumidores a través del incremento del IVA (Impuesto al Valor Agregado)».
Venezuela tiene el crecimiento económico más fuerte de América Latina y al mismo tiempo una impresionante inversión social en todos los ámbitos, utilizando las ganancias de los ingresos del petróleo a estos proyectos que son únicos en el mundo neoliberal de hoy.
¿Pero como es posible, ese país que pasó por un ´lockout´ patronal que casi dejó el país sin combustible durante dos meses? Sencillamente, dijo el ministro de hacienda, hicimos todo lo contrario a las recetas del Fondo Monetario Internacional.
1) Revista Insurrección, del Ejercito Nacional de Liberación, No. 17.