Cuando escuchamos hablar de un testimonio de primera mano sobre un determinado proceso histórico no podemos menos que rememorar el excelente trabajo realizado por el cronista norteamericano John Reed en Diez días que estremecieron al mundo. En ese trabajo, más fundamental conforme pasa el tiempo, el militante comunista realiza un detallado y pormenorizado relato periodístico […]
Cuando escuchamos hablar de un testimonio de primera mano sobre un determinado proceso histórico no podemos menos que rememorar el excelente trabajo realizado por el cronista norteamericano John Reed en Diez días que estremecieron al mundo. En ese trabajo, más fundamental conforme pasa el tiempo, el militante comunista realiza un detallado y pormenorizado relato periodístico de los acontecimientos ocurridos en la Revolución de Octubre de 1917.
Considerado por muchos y muchas como una de las mejores reconstrucciones periodísticas del proceso histórico ruso, aparece en el imaginario popular cada vez que un nuevo trabajo publicado, consciente o inconscientemente, encuentra en las páginas de Reed una inicial inspiración.
El reciente trabajo de Marco Teruggi es, quizá, una especie de herencia latinoamericana más de ese estilo de narrativa. El libroMañana será historia. Diario urgente de Venezuela, editado por Sudestada en Argentina, ofrece un testimonio personal de alguien que vive en una revolución.
A lo largo de 92 días/apartados, el escritor y sociólogo argentino reconstruye una serie de testimonios que son tan personales como políticos. Así, por ejemplo, un desayuno le sirve de excusa para hablar de los Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP), del reparto de alimentos a precio oficial por parte del Estado y de la corrupción que está siempre latente y es uno de los grandes males de la República Bolivariana de Venezuela.
Mañana será historia… es un libro cargado de verdades, y quizá es ella una de sus mejores virtudes. Teruggi no titubea en señalar los errores que suceden a diario en tierras venezolanas, donde muchas veces encuentra responsabilidad en la ineficaz derecha nacional, o bien en la frontera colombiana, o en la propia corrupción estatal, o en los mismos vecinos y vecinas, muchas veces chavistas.
Pero, sin lugar a duda, la mayor virtud del libro sea la de intentar plasmar un proyecto revolucionario desde las bases. Porque leer Mañana será historia… significa un paso más para comprender el legado del Comandante Chávez, registrado en su ya históricoGolpe de Timón de 2012: ¡Comuna o nada!
Así como John Reed remarcaba la frase de Lenin de ¡Todo el poder a los Soviets!, Teruggi se compromete a visibilizar el mandato final del expresidente. A lo largo de sus casi 200 páginas se puede conocer a un escritor sólido, donde siempre deja entrever su lado poeta, que camina día a día las calles y campos de Venezuela. Una persona, como muchas de las que están allí, que creen que las críticas son fundamentales para el proceso bolivariano y su revolución en curso.
«Vivir en Venezuela es tener la certeza de que algo grande, casi catastrófico, puede desencadenarse en cualquier momento» nos dice Marco, quien registra minuciosamente durante varios años de estadía en el país las elecciones, la escasez, las guarimbas, la gran misión vivienda Venezuela y sobre todo las distintas actividades en las Comunas: esa forma de organización donde duerme el germen del socialismo bolivariano.
En el prefacio al libro de John Reed, Vladimir I. Lenin escribió que Diez días… «ofrece un cuadro exacto y extraordinariamente útil de acontecimientos que tan grande importancia tienen para comprender lo que es la revolución». Pues bien, estamos convencidos de que leer Mañana será historia… es una materia imprescindible para comprender los acontecimientos cotidianos que ocurren en la República Bolivariana de Venezuela.
En un contexto del resurgir de las fuerzas de derecha en América Latina (sean neoliberales o fascistas), donde Venezuela se halla cada día más aislada, el libro de Marco Teruggi nos parece fundamental para crear conciencia de contra qué se está combatiendo cuando se ataca al país que preside Nicolás Maduro. Mientras gran parte de la izquierda popular o sectores progresistas dejan de apelar a la «integración latinoamericana», o evitan mencionar a Chávez para evitar dispersar votantes (y dan por perdida la guerra comunicacional), Editorial Sudestada apuesta de lleno a que el camino es, como hace cien años con los Soviets, el Poder Comunal. Teruggi es, antes que todo, un militante del Socialismo del Siglo XXI.
Invitamos a leer y discutir Mañana será historia… no como capricho personal, sino como necesidad histórica que nos debemos, para armarnos de herramientas en la batalla de ideas, más necesaria que nunca.
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