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El trabajo esclavo en el Brasil neoliberal

Fuentes: Rebelión

La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento que marca un hito en la historia de los derechos humanos. Elaborada por representantes de todas las regiones del mundo con diferentes antecedentes jurídicos y culturales, la Declaración fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de […]

La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento que marca un hito en la historia de los derechos humanos. Elaborada por representantes de todas las regiones del mundo con diferentes antecedentes jurídicos y culturales, la Declaración fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948.

En el articulo 23 de la  Declaración Universal de los Derechos Humanos dice:
1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.
 
Yo quise citar  anteriormente el articulo 23 de la  Declaración Universal de los Derechos Humanos, porque, considero que es una contradicción, que el gobierno brasileño viole de una manera tan cínica  las condiciociones laborales en una Nación tan importante geopolíticamente como Brasil.

La preocupación de las Naciones Unidas por el trabajo esclavo en Brasil

La oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Brasil expresó su «profunda preocupación» por una resolución del gobierno de facto de Michel Temer, que cambia la definición de trabajo esclavo e impone nuevas condiciones a la fiscalización.

Según un comunicado divulgado este viernes, la ONU considera que la normativa suscrita por el Ministro del Trabajo, Ronaldo Nogueira, tiende a dificultar las acciones de combate contra el trabajo análogo a la esclavitud.

La polémica normativa publicada recientemente por el Gobierno de facto de Temer limita el concepto de trabajo análogo a la esclavitud a la restricción de la libre circulación del trabajador y descarta otras prácticas consideradas como esclavitud moderna por la Organización Mundial del Trabajo (OIT).

Entre las prácticas que ya no pueden ser consideradas trabajo esclavo figuran las jornadas exhaustivas, los descuentos en el salario de supuestas deudas por alimentos o alojamiento, el trabajo en condiciones degradantes o la intimidaciones, incluso armadas, para que el trabajador no denuncie su situación a las autoridades.

«Para la ONU las formas contemporáneas de esclavitud incluyen trabajo forzado, servidumbre doméstica, formas serviles de matrimonio y esclavitud sexual», expresó el organismo. Por ello, recomendó que las normativas deben pasar por un debate más amplio y profundo.
«En Brasil muchos casos ocurren de forma oculta, como el trabajo esclavo en haciendas, fábricas y domicilios», apuntó la ONU. Agregó que sólo es posible enfrentar el problema con «una legislación eficaz».

Las medidas también recibieron duras críticas de varias ONG, políticos, fiscales del trabajo e incluso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que la calificó de retroceso en el último país de la región en abolir la esclavitud [1].

La Organización Internacional del Trabajo y Brasil

La normativa publicada por el Gobierno brasileño esta semana y que dificulta la lucha contra el trabajo esclavo en el país pone en riesgo los éxitos alcanzados en 20 años que convirtieron a Brasil en modelo mundial en el combate a este flagelo, alertó ayer la Organización Mundial del Trabajo (OIT).

Con la edición de la nueva normativa, «Brasil corre el riesgo de interrumpir una trayectoria de éxito que lo convirtió en un modelo de liderazgo en el combate al trabajo esclavo para la región y para el mundo», según el comunicado del organismo multilateral divulgado por esa oficina de la ONU en el país.

De acuerdo con la OIT, las iniciativas que Brasil adoptó y que sirvieron de ejemplo a otros países le permitieron a la mayor nación latinoamericana «rescatar» a cerca de 50.000 trabajadores de condiciones análogas a la esclavitud en las últimas dos décadas.

Pero la «gravedad» de nueva normativa, agrega el organismo, es que puede «debilitar y limitar la efectiva actuación de la fiscalización del trabajo esclavo, con el consecuente aumento de la desprotección y la vulnerabilidad de una parte de la población brasileña ya muy frágil».
La OIT agregó que el «retroceso lamentable» también puede impedir que Brasil cumpla las metas sobre reducción del trabajo esclavo con las que se comprometió como suscriptor de los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ONU [2].

Desde la llegada de Michel Temer y su grupo al poder, las presiones de los «ruralistas» no hicieron más que aumentar. Como consecuencia, el combate al trabajo esclavo perdió fuerza, pero perduraba. La fiscalización, por ejemplo, sufrió una drástica reducción en su presupuesto, a tal punto que el pasado agosto se agotaron los recursos previstos en el presupuesto nacional para todo este año.

Acosado por consistentes denuncias de corrupción, entre otros delitos, el presidente más impopular de toda la historia brasileña no pensó dos veces. A cambio de apoyo para mantenerse y también preservar los dos ministros más fuertes de su gobierno, que además de integrar la misma denuncia que será analizada por la Cámara de Diputados responden a un sinfín de acusaciones en la Justicia, retrocedió y eliminó conquistas de décadas.

A tal punto impactó el retroceso, que tanto el Ministerio Público del Trabajo como el Ministerio Público Federal, fiscalías máximas, hicieron críticas muy duras a la medida y recomendaron que sea anulada [3].

La imagen de Michel Temer

«Desde la llegada de Michel Temer y su grupo al poder, las presiones de los «ruralistas» no hicieron más que aumentar. Como consecuencia, el combate al trabajo esclavo perdió fuerza, pero perduraba. La fiscalización, por ejemplo, sufrió una drástica reducción en su presupuesto, a tal punto que el pasado agosto se agotaron los recursos previstos en el presupuesto nacional para todo este año». En el párrafo que cité anteriormente, yo quiero resaltar el carácter esclavista de Michel Termer: porque, aunque, su apellido es libanés… él es tan colonialista como un invasor portugués… dedicado al tráfico de esclavos negros en el Brasil. Deseo que el pueblo brasileño, construya un kilombo MODERNO en resistencia.

Ramiro Gómez es un comunicador alternativo latinoamericano experto en temas como el Medio Oriente, la revolución cubana, Nicaragua, Colombia, la revolución Bolivariana, la Unión Soviética y la Guerra Civil española.

FUENTES CONSULTADAS:
(1) https://www.telesurtv.net/
(2) http://www.nodal.am/2017/10/
(3) http://www.nodal.am/2017/10/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.