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El candidato tiene el apoyo de gran parte de los empresarios paulistas

El triunfo de Neves representaría el regreso del neoliberalismo

Fuentes: Tiempo Argentino

Nieto de Tancredo, quien murió antes de asumir la presidencia, tiene como principal economista al ex presidente del Banco Central de Fernando Henrique Cardoso.

Aécio Neves es el nieto, por vía materna (su apellido paterno es Da Cunha), de Tancredo Neves, histórico líder de Minas Gerais que llegó a ganar la presidencia de Brasil, pero murió antes de poder acceder al cargo, en marzo de 1985. Aécio, nacido en 1960, estuvo involucrado en aquella campaña como colaborador: a partir de ese momento soñó con «vengar» el esquivo destino familiar y llegar a Planalto. Primero, gobernó Minas, y luego ganó la interna del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) para ser candidato presidencial, desplazando a históricos como José Serra y Geraldo Alckmin.

Si bien Neves realizó una destacada primera vuelta en la parte centro-sur del país, y en especial en San Pablo, el candidato perdió su bastión, Minas Gerais, a manos de Fernando Pimentel del Partido de los Trabajadores, que será el nuevo gobernador del estado.

Incluso en dicho estado, la votación presidencial fue encabezada por Dilma Rousseff, que igualmente estuvo lejos de alcanzar la muy alta votación que sí realizó en el norte del país, con resultados que de haberse generalizado le hubieran permitido un triunfo en primera vuelta -Piauí 70%, Maranhão 69%, Ceará 68%, Bahia 61%, Paraíba 55%, Sergipe y Amazonas 54%, Pará 53%.

Neves tiene el visto bueno de gran parte de los empresarios paulistas, ciudad donde concentrará su «poder de fuego» de cara al 26 de octubre: espera desde allí poder proyectar una elección aún mejor que la hecha, intentando asimismo reducir la brecha que Rousseff le sacó en los estados del norte y nordeste del país, buscando emparejar un balotaje que, en las últimas tres oportunidades, fue adverso para el PSDB.

El asesor económico más importante de Aécio es nada menos que Armínio Fraga, reconocido economista ortodoxo de Brasil, recordado por haber sido presidente del Banco Central durante la presidencia de Fernando Henrique Cardoso, en el apogeo neoliberal del vecino país.

Fraga es la punta de lanza de un equipo que Neves considera de gran nivel, puntal de su candidatura: «Nadie tiene nuestro equipo económico», se enorgulleció durante un evento con empresarios en abril pasado, para luego anunciar que «nuestro equipo le dará confianza al mercado». A juzgar por los números del índice Bovespa de ayer, la «confianza» del mercado ya reposa sobre el ex gobernador de Minas.

Además, según anuncia Folha de Sao Paulo, los denominados «donantes privados» que apoyaron la candidatura de Marina Silva, podrán ahora ser aportantes de la campaña de Neves hacia la segunda vuelta, logrando que el «tucano» pueda desplegarse mejor en aquellos estados donde ha triunfado más holgadamente el PT. La reforma política que busca impulsar el PT en un próximo período de gobierno también se relaciona con esto, a punto de poder ofrecer en el futuro una mayor regulación a este tipo de maniobras con fondos privados en elecciones públicas.

Paciente durante una campaña que esquivó meses darle luces de protagonismo, ahora Neves pasará a tener la responsabilidad de concentrar el voto duro conservador en oposición al PT, y el anhelo de grandes grupos empresarios que buscan un Estado que se involucre menos en la economía. ¿Podrá capitalizar dos tercios de los votos de Marina Silva, tal como aspiran sus más optimistas asesores? Las próximas semanas serán claves para analizar esa variable.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.