Cuando se extrae información con pinzas, palabras o imágenes de un contexto general se tergiversa el contenido para ser manipulado a conveniencia, como lo han demostrado los medios adversos a este proceso.
«Las mujeres estamos indignadas con este nuevo ataque perpetrado por la oposición desde sus oscuros laboratorios, para desacreditar la acción de un gobierno que no sólo se ha declarado feminista, sino que ha impulsado desde todas las instancias gubernamentales la justicia y la equidad entre hombre y mujeres, y el respeto del uno por el otro, empezando por la Constitución del 99».
Así lo aseguró, la vicepresidenta del INAMUJER, Judith López Guevara, en representación de la ministra del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, Nancy Pérez Sierra, al ser consultada sobre la alharaca armada por los representantes de la oligarquía criolla desde los medios de comunicación de su propiedad, en relación al esquema de los orígenes del patriarcado, publicado en la página Web del INAMUJER, donde se muestran los roles que esta estructura sociopolítica le asigna a hombres y mujeres y en la cual se sustenta el sistema capitalista».
Una fuente importante para profundizar en este tema que ha sido foco de gran escándalo y algarabía, se deriva de un estupendo texto denominado «Lentes de Género. Serie de Derechos Humanos Nº 1, Género y Derechos de las Mujeres», publicado por la Fundación Vive Suriá de la Defensoría del Pueblo, año 2010. Una publicación ampliamente recomendada para las y los interesados en materia de género y derechos de las mujeres.
De manera que el folleto que ha sido satanizado y motivo de escándalo a nivel nacional e internacional, es simplemente un instrumento pedagógico que tiene por objetivo contribuir a entender las diferencias y desigualdades que ha impuesto la sociedad capitalista a hombres y mujeres para cimentar un sistema socio-cultural de corte patriarcal.
«¿Por qué la oposición arremete precisamente contra el INAMUJER? -se pregunta López Guevara y responde- Porque estamos frente al proceso electoral más importante de la historia democrática del país, aquí se está jugando la independencia de un pueblo, y la consolidación de un modelo de país que es la única alternativa frente al capitalismo salvaje, el mismo que mantiene en jaque a las naciones de Europa, y en nuestro país las mujeres somos las protagonistas del proceso que lidera el Comandante Hugo Chávez y nosotras decidimos, porque somos mayoría en el Registro Nacional Electoral y eso es lo que quiere la oposición: el voto femenino».
La vicepresidenta del INAMUJER, advierte que el Instituto Nacional de la Mujer es el ente ejecutor de las políticas públicas en materia de género y prevención de la violencia contra las mujeres, y señala que «desde este organismo, el gobierno revolucionario ha comenzado a romper el paradigma del patriarcado con acciones concretas que apuntan hacia la igualdad de oportunidades y el pleno desarrollo de las mujeres».
Ante los ataques de la oposición la representante de la ministra Nancy Pérez Sierra, aseguró que «el voto de las mujeres no se conquista con chocolate dulcito sino con hechos concretos en el terreno de la defensa de sus derechos; el avance de la mujer en esta revolución es descomunal, por eso son ellas las más firmes defensoras de este Proceso, y junto a ellas están sus compañeros: sus hijos, sus parejas, sus hermanos, tíos y sobrinos construyendo la Patria bonita, como dice nuestra Presidente».
El antes y después
«La historia de las reivindicaciones de los derechos humanos de las mujeres en Venezuela se divide en dos etapas: antes y después de la Revolución Bolivariana y Socialista que lidera el Comandante Hugo Chávez Frías», señaló la economista López Guevara.
«Es contundente el respaldo que la revolución le ha dado a las mujeres venezolanas. Antes de este proceso, el apoyo que recibieron las mujeres de los gobierno de derecha y de los llamados políticos de ‘izquierda’, fue un apoyo teórico, vociferado desde tribunas y tarimas improvisadas, desde cuartillas de papel que lo aguantan todo, y siempre detrás de un atril».
«Este proceso revolucionario -dijo la economista- no ve a la mujer en forma aislada, como lo hacían los gobiernos del pacto de Punto Fijo, sino que la ubica en un entorno familiar y comunitario para darle una respuesta contundente a todas sus demandas. Desde un principio, el Comandante Presidente se ubicó al lado de las mujeres para apoyarlas en sus luchas reivindicativas, y eso es lo que le duele a oposición».
Para finalizar dijo que «este proceso revolucionario, feminista y socialista tiene como norte la visibilización y empoderamiento de las mujeres como sujetas de derecho y no como simple objeto» y advirtió que «cuando se extrae información con pinzas, palabras o imágenes de un contexto general se tergiversa el contenido para ser manipulado a conveniencia, como lo han demostrado los medios adversos a este proceso.
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