Repasaba los principales medios escritos del Perú: La República, El Comercio, Perú21, Correo, Trome, entre otros, y me ha sorprendido la generalizada asunción de que en las elecciones venezolanas ha habido fraude. Es como si tanto la línea editorial de estos medios, así como sus colaboradores, estuvieran seguros de que la victoria en las pasadas […]
Repasaba los principales medios escritos del Perú: La República, El Comercio, Perú21, Correo, Trome, entre otros, y me ha sorprendido la generalizada asunción de que en las elecciones venezolanas ha habido fraude. Es como si tanto la línea editorial de estos medios, así como sus colaboradores, estuvieran seguros de que la victoria en las pasadas elecciones del domingo correspondiera al candidato opositor Henrique Capriles.
Me gustaría recordarles que no existe ningún indicio verificable que respalde el supuesto fraude que expresa la oposición venezolana y del que el mainstream de la prensa peruana se hace eco. De hecho, todo lo contrario. El sistema electoral venezolano es ampliamente conocido y reconocido como uno de los mejores y más fiables del mundo. Antes de que el Consejo Nacional Electoral diera como vencedor al candidato Nicolás Maduro, no solo se llevaron a cabo 14 auditorías (con la supervisión de representantes de todo el mundo y de todos los partidos venezolanos), sino que se hizo el recuento de los votos del 54% de las mesas electorales. Tamaño nivel de verificación es único en el planeta.
Henrique Capriles convocó a sus seguidores a que salgan a las calles a expresar su rechazo por los resultados. El saldo fue de 8 militantes chavistas muertos, centros de salud y sedes el partido PSUV incendiados, y decenas de heridos. Hasta el día miércoles no se habían hecho oficiales ante el Consejo Nacional Electoral las denuncias de fraude y la exigencia del recuento del 100% de los votos por parte de Henrique Capriles. Aun así, el candidato vencedor, Nicolás Maduro, expresó su total disposición a que los votos se cuenten uno a uno. Sin embargo, la decisión de esta contabilización total no depende ni de los ataques sangrientos de Capriles y sus secuaces en las calles, ni de las intenciones de Nicolás Maduro, sino de la decisión del Consejo Nacional Electoral, un poder independiente del Estado bolivariano.
Decenas de países han reconocido la victoria de Nicolás Maduro. Estados Unidos no ha seguido el ejemplo de los demás Estados soberanos. Ha puesto en duda las elecciones venezolanas e insta a la realización de una auditoría total de los votos. Esperable esta actitud teniendo en cuenta que Latinoamérica se ha empoderado y se ha ido desembarazando del yugo yanqui con el apoyo de Chávez desde su entrada al poder. Además, nunca olvidemos que en 2002 el odio visceral estadounidense hacia el régimen venezolano se hizo más que patente a través del golpe de Estado orquestado por este país y por la oposición venezolana. Henrique Capriles asediaba la embajada Cubana apoyando el golpe activamente, mientras Hugo Chávez Frías estuvo secuestrado por 48 horas.
Ayer diversos representantes de los países de Unasur se reunieron en Lima frente a la inestabilidad que la oposición está creando en el país. Al cierre de esta columna no se sabe qué han convenido. No obstante, me aventuro a decir que esta organización supranacional continuará apoyando los resultados de las elecciones democráticas de la República Bolivariana. Hoy se llevará a cabo la toma de mando a la que asistirán también numerosos mandatarios y representantes de Estados de todo el mundo.
La prensa peruana (emitida desde Lima) seguirá en su burbuja clasista de desinformación publicando notas irresponsables (y ojalá que algún día punibles), cuando hace unas pocas semanas se llamaba a sí misma «progresista» al luchar por el «No» en el proceso de revocatoria de Susana Villarán. ¿Recuerdan cuando se llenaban la boca al criticar a esa DBA (derecha bruta y achorada)? Pues lamento informarles que para los ojos del mundo progresista (me refiero al verdadero) son ustedes los representantes de la Derecha Bruta y Achorada peruana, un lastre para el desarrollo justo y social que el Perú necesita.
Fuente: http://diario16.pe/columnista/