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Elecciones estadounidenses y economía mundial, los principales retos para la Propiedad Intelectual

Fuentes: Intellectual Property Watch/Aporrea

La Asociación Americana del Derecho de la Propiedad Intelectual (AIPLA, por sus siglas en inglés) se enfrentará en los próximos meses a profundos desafíos políticos, legislativos y administrativos, según comentó Q. Todd Dickinson, nuevo Director Ejecutivo, en una entrevista que tuvo lugar el 13 de noviembre en La Haya. Dijo además que algunos de estos […]

La Asociación Americana del Derecho de la Propiedad Intelectual (AIPLA, por sus siglas en inglés) se enfrentará en los próximos meses a profundos desafíos políticos, legislativos y administrativos, según comentó Q. Todd Dickinson, nuevo Director Ejecutivo, en una entrevista que tuvo lugar el 13 de noviembre en La Haya. Dijo además que algunos de estos retos tienen que ver con cambios importantes en la Oficina de Patentes y Marcas de los EE.UU. (USPTO) en el nuevo gobierno de Obama, la situación de la reforma de patentes en el nuevo Congreso estadounidense y los efectos, si los hubiere, que pueda tener la recesión económica mundial en las patentes.

La nueva administración desea que se reforme la USPTO, dijo Dickinson. Un grupo de antiguos directores de organismos está preparando una propuesta de reforma interna en cuestiones tales como la reducción de puestos laborales y la gestión del flujo de trabajo que podrían traer consigo mejores resultados en la calidad de las patentes, le señaló a Intellectual Property Watch. La presentación del proyecto, cuyos autores incluyen a Dickinson, está prevista para la próxima semana.

Dickinson se encontraba en los Países Bajos como parte de la representación estadounidense para la celebración del Día del Usuario de la Oficina Europea de Patentes, celebrado el 13 de noviembre. Se esperaba que en las reuniones privadas del viernes los representantes de la industria presionaran a los funcionarios de patentes de Europa, los Estados Unidos y el Japón para que haya una mayor coordinación entre los organismos en la tramitación de las solicitudes de patentes.

Reunidos en su 26a Conferencia anual de la Cooperación Trilateral, los directores de la Oficina Europea de Patentes, la Oficina de Patentes y Marcas de los EE.UU. y la Oficina Japonesa de Patentes acordaron colaborar para seguir desarrollando el Tratado de Cooperación en materia de Patentes, y poner en práctica una serie de proyectos de trabajo compartido, según se afirmó en un comunicado.

«La cooperación trilateral será un importante impulsor del proceso de las IP-5″, dijo Alison Brimelow, Presidente de la OEP. » La coordinación de los esfuerzos de las principales oficinas de patentes, las «IP-5″, (que incluyen a China y Corea), y la Trilateral permitirá compartir el trabajo de manera más eficiente. Esto ayudará a garantizar un procesamiento eficaz de las solicitudes de patente y a mejorar la calidad de las prácticas de búsqueda y examen, y favorecerá además a empresas y empresarios individuales que buscan proteger sus invenciones en varios lugares del mundo».

El proceso de transición presidencial también está dándole una nueva mirada a los organismos federales, dijo Dickinson. Durante su campaña, el Presidente electo Barack Obama mostró interés por un sistema de revisión abierto de las solicitudes de patente («peer-to-patent»), o un sistema comunitario, que aportaría a los científicos y a otros en el ámbito del conocimiento elementos adicionales para las patentes antes de que sean otorgadas, comentó. IBM está dirigiendo un proyecto en este sentido, dijo.

Según señaló Dickinson, el inminente nombramiento de un nuevo jefe de la USPTO será «crítico». Hay un gran ímpetu político en la comunidad de las patentes en torno a cómo irá a ser la próxima dirección del organismo, comentó. Además, dijo que pronto podrían quedar disponibles entre cuatro y ocho puestos en el Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal de los EE.UU. (CAFC, por sus siglas en inglés), el principal tribunal de patentes, brindándole a la AIPLA una oportunidad para ayudar a reorganizarlo.

Otro tema candente será el avance de la reforma del sistema de patentes en el nuevo Congreso, a partir de enero. El pleno de la Comisión de Asuntos Judiciales de la Cámara arrebató recientemente el control de las cuestiones de propiedad intelectual a su Subcomisión de Tribunales, Internet y PI, pero Dickinson dijo que esto hará que sea «un poco más engorroso» instruir a antiguos y nuevos miembros en cuestiones complejas sobre patentes. Según predijo, el Senado será el lugar en el que se deberá luchar por sacar adelante las cuestiones difíciles de la reforma de patentes que quedan aún por resolver, a menos que los tribunales decidan intervenir para intentar solucionarlas.

«Frustración» respecto a la armonización de patentes

En el plano internacional, la AIPLA deberá abordar las cuestiones de la armonización de patentes y el Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), dijo Dickinson. Los esfuerzos para estandarizar normas sustantivas y procesales en la tramitación de las solicitudes de patente se han estancado tanto que una cuestión importante es saber si el PCT podría ser modificado para servir como una armonización de facto, añadió. Sin embargo, el tratado aún no ha sido aprobado en todo el mundo. Dickinson y otros se reunirán con los países latinoamericanos el 18 de noviembre para instarlos a dirigirse hacia el PCT.

Al preguntársele si, como otros han insinuado, Estados Unidos debería retirarse de la OMPI si las normas en materia de patentes no se armonizan, Dickinson respondió que los países deberían continuar ocupándose de la cuestión. No está claro si la armonización será como el PCT, las negociaciones bilaterales o algún otro mecanismo, dijo, pero la falta de claridad es «frustrante». Y aunque la idea de la armonización sigue estando sobre la mesa, aún no se han tomado decisiones sobre las principales cuestiones, señaló. La elección de Francis Gurry como Director General de la OMPI es algo positivo porque él se ha comprometido a tratar de que se logre un cierto nivel de armonización, dijo.

¿Desplome de las patentes?

Algunos aspectos del sistema de patentes, tales como el cúmulo de solicitudes en espera, enfrentan dificultades en todo el mundo, pero hay personas capaces ocupándose de resolverlos problemas, dijo Dickinson. Comentó además que la cuestión crucial es saber si la crisis económica ocasionará una disminución significativa en la presentación de nuevas solicitudes de patente. Esto podría contribuir a que las oficinas de patentes se pongan al día en el volumen de trabajo, pero una disminución de ingresos por concepto de tasas podría dar lugar a recortes de personal, dijo. La tarea más compleja que tendrá que enfrentar el nuevo Director de la USPTO es el manejo de lo que podría ser una caída repentina en el nivel de solicitud de patentes.

La situación financiera también podría afectar la composición de la AIPLA y otras organizaciones similares y los servicios que prestan a sus asociados, dijo Dickinson. Señaló además que AIPLA está examinando la posibilidad de emprender iniciativas que le permitan mejorar sus servicios, como por ejemplo la transmisión en línea de sus reuniones periódicas a través de difusiones por Internet o la creación de un sitio de red social de carácter profesional para los miembros.

La AIPLA seguirá insistiendo en la reforma de patentes, y ha creado un nuevo comité para elaborar un programa legislativo y encontrar la manera de presentarlo a los legisladores y al gobierno, explicó Dickinson.

Otro comité está examinando la utilización de casos potenciales como vehículo para presentar las cuestiones más importantes ante el CAFC, añadió.

A través de la «Ley para priorizar los recursos y la organización para la propiedad intelectual» (PRO IP Act), promulgada por el Presidente George Bush en octubre, se estableció un «zar de la propiedad intelectual» encargado de coordinar los esfuerzos en materia de observancia de los Estados Unidos en todo el mundo, Dickinson señaló, añadiendo que esta cuestión sigue siendo un «gran problema» que podría agravarse en un momento de tensión económica.

Traducido del inglés por Giselle Martínez