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Elementos del rechazo a la reforma constitucional

Fuentes: Rebelión

No es tan fácil intentar una clasificación de los posibles factores que influyeron en el rechazo a la reforma constitucional. Muchos de estos factores han sido mencionados repetidamente en los medios, como los factores «determinantes» de la falta de movilización chavista. No parece que hubiera un factor determinante sino una buena cantidad de factores, que […]

No es tan fácil intentar una clasificación de los posibles factores que influyeron en el rechazo a la reforma constitucional. Muchos de estos factores han sido mencionados repetidamente en los medios, como los factores «determinantes» de la falta de movilización chavista. No parece que hubiera un factor determinante sino una buena cantidad de factores, que obraron en combinación para producir finalmente el resultado electoral del 2-D.

Casi todos los análisis preliminares de los resultados se concentran en una pregunta básica ¿qué ocasionó la desmovilización chavista? Esta pregunta es válida a pesar de que hay algunas cosas que deben considerarse. En primer lugar, no podemos asegurar que todos los votos del «No» fueron los mismos votos de Rosales en el 2006, ya que hubo un número probablemente significativo de votantes que respondieron a la consigna «Chávez Sí, Reforma No», aparte de los tránsfugas de Podemos y quienes se dejaron convencer por voces como la de Baduel. Es decir, también hubo abstención del lado opositor, sumado a un trasvase de votos desde el chavismo. Tampoco podemos asegurar que todos los que no salieron a votar, de los 7.300.000 que votaron por Chávez en el 2006 hubieran votado por el Sí. Es probable que mucha gente no fuera a votar para no votar por el «No», haciendo un mal menor al chavismo, la opción que habían tomado hace un año.

La perspectiva más inquietante no es la que alude a la pérdida de 3.000.000 de votos, sino la que considera que se produjo un deslave de 27 puntos de diferencia a favor de las fuerzas del chavismo a un 1,3 puntos de diferencia a favor de las fuerzas de oposición. Hay que admitir que un derrumbe de 28 puntos en un año tiene que obedecer a fuerzas nada despreciables. A pesar de esto, casi 3.000.000 de votos de diferencia con respecto a las elecciones de 2006 da para pensar que sí hubo una importante desmovilización chavista que se hubiera decidido por el «Si» de haber ido a votar. Algunos elementos que pudieron haber influido en la desmovilización, en diferentes medidas, se describen a continuación:

Saturación

Los venezolanos hemos vivido en un año un conjunto de cambios que han tenido un alto perfil mediático, al punto de que existe la sensación de que ha pasado mucho más de un año desde que el Presidente Chávez asumió su actual mandato. Cada uno de esos cambios acumula incertidumbre en cualquier persona que no tenga una formación ideológica sólida, una base conceptual que le permita digerir bien las razones envueltas en las decisiones tomadas. La incertidumbre causa inquietud en la población, que en este tipo de situaciones es más susceptible a campañas mediáticas organizadas. Algunos de estos cambios de cierta magnitud fueron:

1. No renovación de la concesión a RCTV, que la oposición aprovechó para sugerir que era un «cierre», un atentado contra la libertad de expresión y que habría una escalada de cierres de medios de comunicación, creando esa inquietud en buena parte de la población, incluso población con preferencia chavista.

2. Nacionalización de compañías Eléctricas y de Telecomunicaciones, como la Electricidad de Caracas y CANTV, que la oposición aprovechó para sembrar la idea de que era el comienzo de una escalada de nacionalizaciones, uno de los antecedentes de los temores con respecto a la propiedad privada.

3. Creación del PSUV, que implicaba la disolución de organizaciones creadas hace mucho tiempo, que estaban consolidadas y que han apoyado al chavismo. Esto trajo un determinado nivel de disconformidad entre muchos de los militantes de esos partidos, que recibieron una presión inesperada, además de la amenaza de desaparecer como actores políticos. Adicionalmente, la oposición aprovechó para sugerir que nos estamos dirigiendo hacia un sistema de partido único, creando otra vez, sin fundamento sólido, intranquilidad en los ciudadanos.

4. Ley Habilitante, que la oposición aprovechó para decir que el presidente estaba asumiendo roles que no le corresponden, en alusión a una centralización del poder, que después se vio refrendada en el texto de la reforma.

5. La misma reforma constitucional propuesta por Chavez, que la oposición aprovechó para hacer cuestionamientos, con o sin base, en contra de la reelección indefinida, la concentración de poder, la amenaza a la propiedad privada y la suspensión de garantías en los estados de excepción, entre otros.

6. El agregado de más reformas que las que propuso el mismo Chávez, por parte de la Asamblea Nacional, añadió la crítica de que había demasiados cambios, que deberíamos tener tiempo para digerirlos, que al ser muchos cambios se debería hacer una Asamblea Constituyente y otras consideraciones.

7. Las constantes informaciones sobre golpe suave, planes desestabilizadores de la CIA, planes golpistas, etc., aún en el supuesto de que tuvieran cierta base, obran a la larga en producir un cansancio en el ciudadano común y corriente, incluso en el votante chavista. No faltó quien votara por el «No» como una opción para tomarse un descanso de estas amenazas.

Todos estos cambios y planteamientos, entre otros, difíciles de digerir en corto tiempo por una población que probablemente aún no está bien preparada para un cambio hacia el socialismo, hicieron que la reforma constitucional sea un bocado difícil de tragar. Incluso la masa de votantes chavistas llegó a un nivel de saturación, es decir, no fueron capaces de digerir todos esos cambios sin sentir un agotamiento notorio. No se había terminado una discusión y ya estaba planteada una nueva. Pareciera que la población está saturada de propuestas de cambios, que siempre vienen acompañadas de sus inevitables diatribas. Un político de profesión está mucho más acostumbrado a la diatriba perenne que un ciudadano común y corriente.

Contexto económico-social

En diciembre de 2006 había una situación económica ideal para estimular la votación a favor de Chávez. El crecimiento económico ya se hacía notar, y aún continúa, lo que ha hecho que hayan disminuido los índices de pobreza en Venezuela. Sin embargo, se desarrollaron durante el 2007 una serie de situaciones que juegan en contra de la calidad de vida de los venezolanos. En buena medida se deben al enorme esfuerzo social que en su conjunto implican los cambios que se han llevado a cabo. Estos cambios hacen que gran parte del esfuerzo gerencial del gobierno se desvíe hacia las coyunturas derivadas de los cambios. Entre otros elementos de deterioro sufridos en el 2007 se pueden citar:

1. Repunte de la inflación finalizando el año. En el mes de Noviembre se situó en 4,4% sólo para el mes, lo que proyectado en un año sería 52,8%, si no se controla. Este año parece que se va a ubicar bien por arriba del 20%. La principal razón de este aumento es el incremento del gasto público, debido en buena medida a reivindicaciones salariales recientes, además de que todavía estamos sufriendo el coletazo del incremento del gasto público previo a la campaña del 2006. Una razón más coyuntural, que pudo haber causado un impacto inmediato en el aumento de precios en noviembre fue la puesta en vigor del Impuesto a las Transacciones Financieras, que hizo que muchos productores y comerciantes trasladaran esos costos al consumidor.

2. Deterioro de servicios sociales que habían alcanzado un determinado nivel (Barrio Adentro, Mercal). Quizás estos servicios están en la etapa que por lo general se nos hace más difícil: la etapa de consolidación, es decir, de funcionamiento a velocidad crucero. No es una característica exclusiva del actual gobierno, siempre hemos sido víctimas de grandes inauguraciones y pobres seguimientos de casi cualquier tipo de proyecto o servicio. Debemos hacer un esfuerzo mayor en consolidar los cambios para que no se reviertan o deterioren.

3. Escasez de productos en las semanas previas a la votación, como la leche, el azúcar y el papel higiénico. No es una escasez generalizada de alimentos, ya que en supermercados y otros comercios siempre se ve una gran cantidad de productos. Más bien está focalizada en productos específicos, que pueden generar descontento en la población. Una de las principales razones de esta incapacidad de surtir el mercado es la ineficiencia de Cadivi, que se ha agravado en los últimos 6 meses. Hay otros factores, como el aumento de la demanda en función de que la población ha aumentado su poder adquisitivo. Otro elemento, que puede deducirse de varias denuncias, es un fenómeno de acaparamiento, asociado también a la baja capacidad del estado para responder a estas situaciones. Aparentemente hay dos razones principales del acaparamiento, la primera es que estamos en un escenario inflacionario que produce la retención de productos para venderlos posteriormente más caros y en segundo lugar existe el acaparamiento intencional, para producir un descontento pre-electoral que desfavorezca la opción del «Si». Otros factores vinculados con la escasez, en particular la de leche y azúcar, cuyos precios están regulados, están relacionados con el hecho de que los productores prefieren vender estos alimentos a la industria para producción de derivados, como quesos, refrescos, etc., por compromisos adquiridos y porque el margen de ganancia es mayor.

4. Alto nivel de inseguridad personal. Incluso se puede hablar de un repunte de robos y atracos, debido quizás a que la gente en general lleva más dinero consigo. Proyectos importantes como el que surgió de la Conarepol no fueron atendidos suficientemente, por razones más de la pequeña y mezquina política que por razones técnicas. El incremento de la inseguridad personal normalmente se traduce en que el voto castigo (en este caso «abstención castigo», aparentemente) juegue un rol muy importante en las elecciones.

5. Deterioro de servicios públicos de atención al ciudadano, manifiestada en muchos aspectos, como por ejemplo la dificultad casi permanente de acceder a las páginas web de los servicios en línea, la irregularidad, mala información y frecuentes cambios a última hora en diversos operativos, como los de cedulación o megamercales, hace que se perciba un deterioro generalizado de la gestión pública. En algunos lugares se observó un deterioro de las condiciones del entorno urbano justo en las últimas semanas antes de la votación, por ejemplo, el tema de la irregularidad en la recolección de la basura, principalmente en Caracas, lo que ha levantado sospechas en relación con los prestadores del servicio o con los contratantes del servicio. La explicación también puede estar relacionada con el hecho de que el estado hace enormes esfuerzos para implementar cambios continuamente, descuidando los cambios previamente realizados.

6. Deterioro aparente de la respuesta gubernamental, en asuntos específicos como atención de emergencias, pagos puntuales de pensiones y becas, pagos puntuales de contratos con terceros, etc. Durante los últimos meses, curiosamente, se vieron en los medios muchas denuncias en estos aspectos. También en estos casos opera con frecuencia el voto castigo.

7. Percepción de que hay altos niveles de corrupción, apuntalada en denuncias que han aparecido en los medios de comunicación y en discursos que circulan más de boca en boca, como que tal funcionario se mudó a una casa excesivamente cara o que ahora tienen vehículos de lujo. El descontento por los niveles de corrupción suele tener como caja de resonancia la realidad cotidiana de carencia de recursos y de respuesta gubernamental a tiempo de los problemas que tiene la sociedad, sean estructurales o por emergencias.

Objeciones internas a la Reforma

El chavismo es una masa ideológicamente heterogénea, que el PSUV no ha logrado, ni parece que logrará unificar. De hecho, algunos seguidores del chavismo piensan que es indeseable que se unifique. Muchas personas que apoyan el proceso de cambios tienen alguna objeción a la reforma, aún cuando votaron Si-Si. Algunas de las principales objeciones que provinieron de diferentes sectores del chavismo fueron las siguientes:

1. El artículo 337, que incluye la suspensión de más derechos constitucionales durante los estados de excepción que los que estaban planteados en la constitución del 99. Hay sectores del chavismo que consideran un logro de la constitución vigente que no haya suspensión de ciertas garantías básicas durante los estados de excepción.

2. La reelección indefinida del Presidente no es vista negativamente por el chavismo en general, en principio. Sin embargo, el hecho de que hubiera reelección indefinida para el Presidente pero no hubiera reelección en otras instancias, ocasionó un descontento entre algunos gobernadores y alcaldes, produciendo un rechazo pasivo a la reforma. El rechazo no se manifestó explícitamente, sino en una actitud de muy baja colaboración durante la campaña y durante el día de la votación, en la que no pudo activarse la ayuda a la «maquinaria» a nivel estatal ni municipal. Incluso muchos alcaldes y gobernadores del chavismo llamaron a votar «cada uno de acuerdo a su conciencia», lo que en este contexto es un rechazo velado a la opción del «Si».

3. Concentración del poder, en particular la referida a la nueva geometría del poder. En particular los sectores chavistas más liberales (digamos que más bien socialdemócratas o anarquistas) tenían fuertes objeciones a la forma como se expresaba en el texto el otorgamiento de potestades al Poder Nacional para decretar nuevas unidades territoriales, paralelas a las que ya tienen el Poder Estadal y Municipal. Otra forma de ver este aspecto de la reforma es que no había concentración de poder en la magnitud con que se criticaba, porque el Poder Ejecutivo central conserva prácticamente las mismas atribuciones, es decir, el mismo poder como conjunto, sólo que repartido entre un mayor número de funcionarios, incluyendo «vicepresidentes». Pero en general había una impresión muy negativa de este aspecto de la reforma.

4. Había la impresión en ciertos sectores del chavismo de que los Consejos Comunales, siendo una buena idea en principio, no debían decretarse desde el poder, porque podían competir en condiciones desiguales con las organizaciones populares ya existentes, organizadas desde la base. Ese punto no estaba suficientemente claro en la reforma propuesta. Muchas comunidades ya organizadas ven a los Consejos Comunales como una iniciativa nueva, ajena a lo que han estado levantando con sus propias manos desde hace muchos años.

5. Verticalidad y urgencia de la propuesta. El hecho de que la propuesta fuera formulada desde la presidencia ameritaba una discusión más general, para que la comunidad chavista tuviera más tiempo de asumirla también como suya. Los tiempos fueron demasiado cortos, muchos chavistas tenían y aún tienen concepciones erradas sobre la reforma.

En este escenario floreció la tendencia «Chávez Sí, Reforma No», que algunos sectores del chavismo llegaron a catalogar de antirrevolucionaria, pero que esa denominación no hizo que desapareciera. Fue un fenómeno real e influyente.

Campaña electoral

La gran masa de votantes chavistas conoció la reforma de un modo mediatizado, aún en los casos en que tuvo el texto en sus manos. El texto es largo, los artículos modificados en ocasiones pasan de unas pocas líneas a una o más páginas. El análisis de cada una de las implicaciones de la reforma con frecuencia había que hacerlo leyendo y relacionando varios artículos a la vez, ubicados en capítulos distantes entre sí. La reforma original propuesta por el presidente Chávez era relativamente sencilla de entender para formarse rápidamente una idea a favor o en contra, pero la Asamblea Nacional hizo de la reforma un texto mucho más complejo, además de que agregó elementos para los que había muy poco tiempo de discusión.

La estrategia opositora siempre estuvo dirigida a evitar la desmovilización de sus votantes, con campañas dirigidas a infundir miedo en la población, campañas relacionadas con la amenaza a la propiedad privada, a la pérdida de patria potestad de los padres, a la imposibilidad de votar en el futuro, amenaza a la libertad de cultos, entre otras cosas que claramente no formaban parte del texto de la reforma.

1. La Iglesia Católica intervino en la campaña a favor de la propuesta del «No», asegurando que la propuesta era moralmente inaceptable, lo que en lenguaje católico plano es lo mismo que decir que es pecado aprobar la reforma.

2. El Consejo Evangélico de Venezuela también intervino, de un modos menos conspicuo mediáticamente, difundiendo una declaración en la que se ponen del lado de quienes argumentan que la reforma ha debido hacerse a través de una Asamblea Constituyente, en función de la entidad de los cambios propuestos.

3. La inclusión de un movimiento estudiantil opositor pudo haber tenido un determinado impacto en el voto joven, además de que ya no eran necesarias las caras de «los mismos» dirigentes opositores de siempre. Esa movida de la oposición tuvo un efecto nada despreciable en comparación con la mínima diferencia de votos.

4. La campaña de la oposición fue muy dura y directa, apelando a los temores atávicos por las opciones de izquierda: el peligro que supuestamente corre la propiedad privada, la supuesta posibilidad de no poder votar más nunca, pérdida de libertades individuales, etc. Se esforzaron en desligar la propuesta del «No» de la imagen de Chávez, para que se viera como una propuesta mala en sí misma, no porque la propusiera Chávez.

5. La organización patronal Fedecámaras por supuesto intervino en contra de la reforma. Su influencia es más bien indirecta, a través de los aportes financieros, directos o indirectos, a la campaña electoral, debido a que hoy en día esta organización no tiene casi ninguna influencia en las decisiones electorales de la población, y mucho menos de los simpatizantes chavistas.

6. Los medios de oposición le dieron mucha relevancia a quienes dejaron de ser parte de las filas chavistas, como el partido Podemos y el General Baduel. Estos actores políticos siempre hicieron referencia a una supuesta desviación de los objetivos originales de la revolución, resaltando que no se sabe bien en qué dirección van los cambios. Se prestaron para simbolizar la disidencia chavista y se mostraron conspicuamente en los medios de comunicación de la derecha.

7. Las acciones publicitarias directas de muchos sectores de la oposición también fueron en buena medida engañosas. Se han reportado algunas acciones como por ejemplo la repartición de volantes por parte de grupos identificados como chavistas (vestidos con franelas rojas) en los que había comunicados falsos relativos a la reforma. En esos comunicados había informaciones relacionadas con la expropiación de todo tipo de propiedades, incluyendo comercios y taxis. También ha habido denuncias de versiones falsas del texto mismo de la reforma.

Por su parte, la estrategia mediática por el Sí, siempre estuvo a la defensiva, dando respuestas a las difamaciones de la oposición. Tuvo las siguientes características.

1. Contraataque y desmentido de falsedades. La iniciativa siempre estuvo del lado de la oposición, que hizo una campaña focalizada en infundir miedo a la población poco preparada políticamente, con los manidos discursos en contra de la izquierda, como que perderían sus propiedades, el derecho al voto, entre otros.

2. Incremento de la polarización, en el sector del chavismo hubo una hipersensibilidad e incremento de expresiones de repudio a quienes se manifestaran opuestos a la reforma o a algún elemento de la reforma. El chavismo en general sintió más que otras veces la presión de los líderes para tomar una posición clara, quizás producto de lo reñido de la disputa electoral. El mismo presidente Chávez hizo un intento una vez más de acudir a estrategias de polarización, basadas en la amenaza imperialista y en tratar de apuntalar la conciencia de clases. Esta estrategia le ha dado muchos resultados al chavismo en el pasado, sin embargo, en un escenario de descontento de los votantes chavistas por razones ajenas a las electorales, sólo tiene el efecto de fortalecer a la oposición.

3. Confianza en el triunfo del «Si». A pesar de que hubo continuos llamados a votar por parte del bloque del «Si», estos llamados aparentemente estaban dirigidos a incrementar la (supuesta) diferencia a favor del «Si». El principal indicio de que había confianza en el triunfo del «Si» es el hecho de que Chávez salió en una gira internacional de una semana prácticamente en las postrimerías de la campaña electoral. De haber tenido dudas de la victoria, probablemente se hubiese quedado para dirigir personalmente lo que quedaba de campaña. Se presume que de haber supuesto que había la posibilidad de perder, el esfuerzo final de campaña se hubiera redoblado.

4. Chávez intentó en la última fase de la campaña asociar la reforma con su imagen: «el que vota por el «Sí» está votando por mí, el que vota por el «No» está votando contra mí». Quizás este elemento jugó un papel de evitar un deslave de votos mayor que el observado.

Elecciones propiamente dichas

Hay elementos relacionados con la estrategia electoral que tuvieron resultados nada despreciables.

1. Sabemos que a los procesos de votación que no son presidenciales acuden siempre un porcentaje notoriamente inferior de los votantes, pero se supone que la desmovilización corresponde a todas las partes. En este caso se vio una desmovilización aparentemente mayor en las filas del chavismo, mientras que la oposición mantuvo a su gente motivada para ir a votar. La «maquinaria» chavista aparentemente sólo influyó en horas de la mañana.

2. La misma estrategia el día de la votación también tuvo un efecto importante, dada la mínima diferencia en los votos. Aparentemente la oposición salió a votar por la tarde, probablemente como parte de una estrategia preconcebida. Esto ocurrió después de tener resultados de «exit polls» por la mañana, que daban un margen de unos 6 puntos a la opción del Si. Cuando el bloque del «Si» reaccionó ante el cambio de tendencia hacia el «No», ya era tarde para reactivar la «maquinaria», es decir, para recorrer las zonas populosas a buscar votantes de última hora.

El día de las votaciones hubo confianza durante todo el día por parte del bloque del «Si» en la victoria electoral, tendencia que se revirtió ya entrada la noche.

Algunas conclusiones

Como recomendaciones para recuperar la confianza de los votantes del chavismo, podríamos hablar de las siguientes recomendaciones:

1. Hacer un estudio o varios estudios bien serios, basados en instrumentos científicos, como por ejemplo en encuestas, sobre las causas del descontento chavista. No saber las verdaderas causas, más allá de una enumeración como la expresada en este texto, es estar imposibilitado para aplicar soluciones. Sin embargo, no está de más ejecutar otras acciones, que en cualquier caso contribuirán, si no a sumar votos, al menos a aumentar el nivel de vida y el nivel de conciencia de los venezolanos, así como el nivel democrático de la nación.

2. Nunca descuidar la gestión gubernamental. Mejorar la gestión, la atención al ciudadano, los pagos puntuales de deudas. Estos elementos forman el contexto general de cualquier acto de votación. El voto castigo es real y en ocasiones es incluso necesario.

3. Preparar el terreno en términos de abastecimiento de alimentos. Es cierto que debe haber un abastecimiento continuo, pero ante la posibilidad de que haya planes orquestados de producir desabastecimiento antes de un acto de votación, las votaciones deben ir blindadas en este sentido.

4. PSUV: hasta ahora ha tenido un efecto electoral negativo. El efecto positivo que se busca con la creación de un partido como el PSUV sólo se verá a largo plazo, en su primer año de creación era natural que hubiera incertidumbre y dudas sobre el mismo. Cuando comience a demostrarse que es un partido diferente a los tradicionales, cuando ya no sea sólo un tribunal disciplinario y sus líderes sean elegidos desde la base, comenzará a tener un efecto electoral positivo.

5. Definir el socialismo que plantea la reforma con más precisión y de manera que pueda llegar a universo electoral chavista y no chavista. Terminar con la incertidumbres relativa a ciertos conceptos que son parte del debate hacia el socialismo, por ejemplo, la propiedad privada. La Asamblea Nacional reescribió un artículo que lucía ambiguo en primera instancia. Una definición más precisa del sistema económico-social que se desea para los próximos años es urgente, una fase que no puede ir a un socialismo muy radical considerando las conformación ideológica actual de la población venezolana. Todos sabemos que si apretamos mucho una tuerca, corremos el riesgo de aislar la rosca y, en consecuencia, la tuerca pierde la capacidad de apretar. No debemos pensar en estos momentos en una siguiente fase hacia el socialismo, fase que no podremos definir ahora, sino que dependerá de cómo evolucionan las condiciones para seguir avanzando.

6. Hacer campañas permanentes de información en contra de la satanización del socialismo, y no sólo en períodos de elecciones. Las campañas en períodos de elecciones deben ser de impacto inmediato, no son campañas concientizadoras.

7. Definir los cambios, especialmente los constitucionales, con una base mayor del chavismo, no de una forma vertical. Una inclusión en la negociación de gobernadores y alcaldes chavistas hubiera probablemente conducido a la definición de la reelección indefinida universal, pero hubiera tenido el apoyo para aprobar la propuesta.

8. Es urgente iniciar una cruzada contra la corrupción. No es solamente un tema de hacer más denuncias, es un tema de incrementar la transparencia, de que las cuentas de todo el aparato del estado sean públicas, accesibles libremente para poder hacer contraloría social o colectiva. Es un tema relacionado con garantizar condiciones y tiempos de cumplimiento en todos los trámites con el estado, para que no haya espacio a la solicitud de comisiones. Desde los sencillos trámites relacionados con obtener un pasaporte hasta los que involucran cantidades enormes de dinero, como obtener dólares para importaciones.

9. Es también de suma urgencia abordar el tema de la inseguridad personal, que afecta aún más a las clases más necesitadas de nuestra sociedad. El voto castigo tienen fuerza con cualquier descontento relacionado con la gestión gubernamental, pero cobra una enorme fuerza cuando alguien es afectado por alguna acción que atente en contra de la seguridad personal, de la famila o de los bienes.

10. Hacer replanteamientos internos, dar más espacio a la autocrítica. Los adversarios electorales son los otros, no quienes militan con la idea del proceso de cambios.