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Ellacuría, Grecia y la Economía solidaria

Fuentes: Rebelión

En una clase de filosofía en la UCA estamos estudiando el aporte de Ignacio Ellacuría para repensar las bases de una teoría crítica en América Latina. El filósofo español José Manuel Romero plantea que este aporte de Ellacuría se caracteriza por: a) Realizar su reflexión filosófica desde la periferia de la misma periferia, «del lugar […]

En una clase de filosofía en la UCA estamos estudiando el aporte de Ignacio Ellacuría para repensar las bases de una teoría crítica en América Latina. El filósofo español José Manuel Romero plantea que este aporte de Ellacuría se caracteriza por:

a) Realizar su reflexión filosófica desde la periferia de la misma periferia, «del lugar que da verdad» [1], ese lugar donde se desenvuelven al extremo las contradicciones más salvajes del propio capitalismo, y donde es posible y factible la aprehensión primaria de la realidad;
b) La historicidad inherente al pensamiento crítico, pues asume la comprensión de lo histórico como un proceso de capacitación y posibilitación [2], en el cual pueden darse discontinuidades, retrocesos y estancamientos. Es decir, Ellacuría se aparta de la idea de progreso como siempre continuo y lineal; esos procesos abarcan lo individual y colectivo, lo práctico, cognitivo, social y moral. Ello posibilitaría la apertura de nuevas posibilidades históricas a partir de las condiciones vigentes y desde la cual orientar la historia hacia dirección;
c) La crítica trascendente que propone Ellacuría, la cual parte de la facticidad y el carácter histórico de la misma crítica. Ellacuría plantea «[la crítica de la sociedad] Es un problema de objetividad histórica, de lo que efectivamente se puede hacer, no de lo que se puede soñar metafísicamente. (…) Será difícil demostrar la realidad de una posibilidad, pero esto no obsta a que deba admitirse tal posibilidad real, y que sólo ante ella pueda ser juzgada una determinada realización histórica» [3]. Esas posibilidades reales, de la sociedad existente, colocarían las bases de una sociedad mejor, la cual asume de antemano una posición ética y política por la emancipación humana.

En base a esas ideas arriba planteadas, surgió en clase la pregunta de si los acontecimientos recientes en Grecia (la renuncia del primer ministro Alexis Tsipras, la convocatoria a nuevas elecciones y la firma a los dictados de los recortes por el FMI y el Banco Europeo, a pesar del desacuerdo del pueblo griego) respondían a que no había una crítica lo suficientemente inmanente de la sociedad, y por tanto no era por ahí que iba la apropiación real de posibilidades y la transformación de la sociedad griega, o existían otras posibilidades -reales- más que esas . Mi opinión es que sí, sí las hay, existen otras posibilidades, «invisibles», que no necesariamente se enmarcan dentro de lo dado (las de participar en las reglas del juego de la democracia y legalidad burguesa).

Hablo por ejemplo de la construcción que se está dando en Grecia de relaciones alternativas, en el seno de misma -añeja- sociedad, tanto en lo económico, político y social, basadas en prácticas autogestionadas y solidarias. Dado que más que una crisis financiera es una crisis de la economía real la que atraviesa Grecia y, por tanto, sus impactos reales no los sufren los grandes bancos sino el ser humano de carne y hueso, es por ello que las mismas personas están buscando alternativas partiendo de su propio esfuerzo organizativo. Por ejemplo el desempleo en Grecia es del 25% siendo más elevado para la población joven, entre la que alcanza el 45%, además ha habido una reducción del 20% del gasto público, y los niveles de pobreza extrema rondan el 35% [4]. Ante esta realidad de precariedad, están surgiendo alternativas desde el corazón del pueblo, desde las mayorías populares y marginadas como categoriza Ellacuría, no desde los parlamentos y mucho menos desde las corporaciones financieras. En ese sentido, sí están habiendo procesos de apropiación real de posibilidades y, por tanto, una crítica a fondo de la forma como se estructura la sociedad.

Para mencionar algunos ejemplos de esta nueva realidad que se está construyendo en Grecia, desde la crisis de 2008 se han construido 42 clínicas autogestionadas para atender el problema de la salud, se han organizado para proveer redes de internet comunitario, se ha creado una red de profesores que atiende el déficit educativo y se están desarrollando medios de comunicación libre. Principalmente, se están practicando redes de economía solidaria y agroecología, basadas en el desarrollo de la permacultura y los mercados sin intermediarios. Además, se están construyendo nuevas formas de organización barrial y comunitaria [5]. Seguramente, habrá más ejemplos que habrá que rastrear.

Ellacuría menciona que una crítica trascendente de la sociedad implica ir más allá de los hechos, más allá de lo dado, que las cosas pueden ser de otro modo. ¿Será que Tsipras y su partido Syriza estaban pensando, realmente, ir más allá de lo dado, para transformar la sociedad? ¿No será que la llamada democracia de hoy no es más bien la democracia del capital global transnacional?

Sin embargo, sí es posible pensar más allá del capital, más allá de lo dado, más allá de la autoridad de las «instituciones». Grecia está construyendo, quizás aún en pequeño, otra sociedad, se ha empezado a organizar ya sin el Estado. Y así como en Grecia, sucede lo mismo en muchos otros países en el mundo [6], se están tejiendo nuevas formas de relaciones económicas y políticas, basadas en la organización autogestionada. A esto es a lo que realmente le teme el mal poder, el poder económico transnacional y sus instituciones financieras, en suma el capitalismo y la modernidad: a que se construya otra práctica y otra discursividad frente al pensamiento único y a que se empuje la historia en otra dirección.

Notas

[1] Ese «lugar que da verdad» seria «esa posición en la estructura social y en el sistema-mundo desde la cual es factible la clara aprehensión del escándalo moral implicado por el sostenimiento y la reproducción de los mismos [del capitalismo].» Romero, José Manuel (2010). Crítica e historicidad. Ensayos para repensar las bases de una teoría crítica. Herder: Barcelona, p. 210.

[2] Este proceso de capacitación y posibilitación no se trata sólo de la adquisición de capacidades cognitivas o técnicas, sino también de la capacidad de reconocerme en los demás. Esto implica el carácter intersubjetivo del proceso de capacitación y posibilitación, Romero señala: «no se da sólo en el marco de la relación entre individuo y el mundo circundante, sino también (y sobre todo) en la relación entre los seres humanos en el seno de una intersubjetividad problemática por su carácter fragmentado y conflictivo«. Ibíd, p. 217.

[3] Ellacuría, I. (1970). Seminario: El hombre unidimensional de Marcuse. Citado en Romero, op. cit., p. 218.

[4] Klein, Ezra (2015). Greece’s debt crisis explained in charts and maps. Vox – Policy and Politics, 6 de julio. Disponible en: http://www.vox.com/2015/7/1/8871509/greece-charts.

[5] Brown Solá, Carlos (2015). Cómo la crisis griega ha impulsado una economía solidaria. Portal de Economía Solidaria, 6 de julio. Disponible en: http://www.economiasolidaria.org/noticias/como_la_crisis_griega_ha_impulsado_una_economia_solidaria.
Gutiérrez, Bernardo (2014). Grecia se vuelca en la autogestión. El Diario.es, 25 de diciembre. Disponible en: http://www.eldiario.es/internacional/Grecia-auto_gestion-anarquismo-economia_solidaria-movimientos_autonomos-procomun_0_338067068.html.

[6] Guerra, P. et al. (2012). Miradas globales para otra economía. SETEM.

Evelyn Patricia Martínez pertenece al Colectivo de Estudios de Pensamiento Crítico-El Salvador.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.