Al frente de instituciones políticas y en el seno de los movimientos sociales, las venezolanas conforman quizá el sector más dinámico del cambio profundo que se registra en el país sudamericano.
Pocas naciones, en particular latinoamericanas y caribeñas, cuentan con tal despliegue femenino en las principales tareas de dirección en la vida política, económica y social del país, como acontece actualmente en Venezuela. Las riendas de tres de los cinco poderes centrales del Estado son llevadas por mujeres: Cilia Flores, Luisa Estela Morales y Tibisay Lucena presiden la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo Electoral Nacional, respectivamente.
Ellas dirigen, en sus respectivos ámbitos, los designios de la nación junto al jefe de Estado y el Fiscal General de la Republica, Isaías Rodríguez, hecho inédito en la historia venezolana, destacó la semana pasada un informe especial de la agencia latinoamericana de noticias Prensa Latina.
Para Janohí Rosas, dirigente juvenil del Partido Comunista, este es el resultado de una natural explosión de las fuerzas contenidas durante décadas por gobiernos que nada o muy poco se preocuparon por la situación de la mujer, u obstaculizaron e impidieron su desarrollo.
Ahora constatamos, precisó la estudiante de Comunicación Social, de lo que somos capaces, no sólo para asumir altas responsabilidades del Estado, sino como fuerza clave para grandes tareas como la ejecución de los programas sociales impulsados por el Gobierno, las llamadas Misiones como Barrio Adentro (atención de salud) y Robinson (alfabetización y educación de adultos para vencer el nivel primario), entre otras.
Durante el encuentro mundial de mujeres realizado este año se destacó al proceso que viven las mujeres venezolanas como un verdadero ejemplo, «para transitar un camino aún largo, porque nos quedan trechos por recorrer y obstáculos que vence», acotó.
Además de las mencionadas, otras venezolanas ocupan hoy puestos importantes de dirección en el país: dos mujeres fungen como gobernadoras de estados: Yelitza Santaella (Delta Amacuro) y Antonia Muñoz (Portuguesa), mientras la periodista Desirée Santos Amaral es la primera vicepresidenta del Parlamento.
Y en cuanto a los ministerios, cuatro de ellos son dirigidos por ellas: María Cristina Iglesias (Industria Ligera y Comercio), Nicia Maldonado (Pueblos Indígenas), Yubirí Ortega (Ambiente) y Titina Azuaje (Turismo), además de varias viceministras en diversas carteras, subrayó el informe de Prensa Latina.
En noviembre de 2006, la Asamblea Nacional aprobó la Ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, mientras en febrero de 2007 entró en vigor la de Heroínas Venezolanas, propuesta por el Instituto Nacional de la Mujer (Inamujer).
El presidente Hugo Chávez ha insistido en reivindicarles el lugar histórico, tal como lo manifestó durante el primer Encuentro hacia la Plataforma Unitaria de la mujer venezolana: «De los revolucionarios, las mujeres son las que tienen más capacidad de amar, y de eso es que se trata esta Revolución, de un acto de amor. Ustedes son orientadoras por naturaleza. Alimenten aún más la conciencia. Vayan a orientar a los jóvenes en las escuelas, en los campos. Les pido ayuda para avanzar y para derrotar los vicios».
Por otra parte, en junio de 2008, Venezuela presentará los avances en materia de derechos humanos de las mujeres ante la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw, por sus siglas en inglés), informo la semana pasada la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN).
Esa convención sobre derechos humanos de la mujer fue aprobada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1979 y suscrita por Venezuela en junio de 1980.
La presidenta del Instituto Nacional de la Mujer (Inamujer), María León, indicó que este informe, que se presenta cada cuatro años ante la Cedaw, reflejará la participación activa y protagónica de la mujer venezolana en los ámbitos político y económico.
Asimismo, dijo que este informe presentará avances en las áreas de salud, educación, contexto jurídico y equidad e igualdad de género, entre otros aspectos.
Precisó que la aprobación de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una vida libre de violencias, en noviembre de 2006, y la creación los 22 puntos de encuentro de Inamujer, ubicados en varios estados del país, forman parte de los logros el área jurídica y social de la mujer.
Del mismo modo, recordó que en el ámbito político destacan aspectos como la participación de las mujeres en 90%, en la conformación de los consejos comunales, como instancias del poder popular, y el incremento de 10% a 20% de representación femenina ante la Asamblea Nacional.
También destacó que la incorporación de 50% de participación femenina en las listas que presentará el Consejo Nacional Electoral (CNE) para la elección de cargos en órganos de elección popular forma parte de los logros en materia de participación política alcanzados por las mujeres venezolanas.
María León refirió que en el aspecto económico, el Ejecutivo Nacional, mediante un punto de cuenta elaborado en 2005, orientó al Ministerio del Poder Popular para las Finanzas para la elaboración de los presupuestos sensibles al género.
«Venezuela debe presentar este aspecto como un gran avance y como un ejemplo, porque los presupuestos sensibles al género se han aplicado en otros países, sólo en regiones o en municipios, pero no como presupuestos sensibles al género asumidos por el Estado», afirmó.
Igualmente, destacó que la aprobación del Proyecto de Reforma Constitucional presentado por el presidente de la República, Hugo Chávez Frías, fortalecerá los derechos humanos y la participación política de la mujer, «debido a que otorga más poder al pueblo».
Además, afirmó que la reducción de la jornada laboral a seis horas diarias, propuesta en la reforma constitucional, impulsará el desarrollo de la mujer en diversos aspectos.
La presidenta de Inamujer recordó que los logros en materia de derechos humanos de la mujer que presentará Venezuela ante la Cedaw, «se impulsan en conjunto con diversos organismos del Estado venezolano».