En América Latina, la región del mundo en desarrollo con uno de los más pobres desempeños económicos en los últimos años, la actividad de la banca privada es una de las más rentables del planeta. Esta es una de las conclusiones del informe preparado por la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), que comienza este lunes […]
En América Latina, la región del mundo en desarrollo con uno de los más pobres desempeños económicos en los últimos años, la actividad de la banca privada es una de las más rentables del planeta. Esta es una de las conclusiones del informe preparado por la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), que comienza este lunes su 40 asamblea anual. México es el país de la región con la mayor tasa de crecimiento de ganancias, en parte por un repunte del financiamiento, pero también por las subvenciones que el sector recibe del gobierno.
»La presencia de los bancos extranjeros en la región está sujeta a cierta controversia», relata el reporte de la Felaban, organismo que agrupa a bancos privados del área. »Especialmente en México» se señala que la banca extranjera actúa en función de intereses de sus matrices y no apoya a sectores »clave para el crecimiento económico del país».
La rentabilidad que obtienen los bancos que operan en la región, cada vez en mayor proporción controlados por extranjeros, supera en 60 por ciento el margen de ganancia con que funciona el sistema financiero en Europa occidental, y es mayor al de los dividendos que genera la intermediación en Asia, la zona del mundo con mejor desempeño económico, de acuerdo con Felaban.
Uno de los rasgos que caracteriza al sistema bancario latinoamericano es la mayor presencia de bancos extranjeros, en especial españoles. Esta tendencia, según participantes en este foro, se acentuará en los siguientes años.
»Las zonas de crecimiento para los grandes bancos en el futuro son las regiones emergentes, en especial Asia y América Latina», comentó aquí Manuel Méndez del Río, encargado del área de manejo de riesgos del consorcio español BBVA, que en México es propietario de Bancomer.
Un dato revela el peso que América Latina está adquiriendo en los bancos españoles: Méndez del Río dijo que 60 por ciento de los empleados del consorcio son latinoamericanos. En una charla con periodistas, el también integrante del comité de dirección de BBVA anticipó que el proceso de fusión y concentración de la actividad bancaria en menos entidades seguirá en la región durante los próximos años.
El informe preparado por el directorio de la Felaban para los participantes en la asamblea, unos 2 mil directivos bancarios de todo el continente, da cuenta de que »por fin llegaron los buenos tiempos».
En 2005, la región tendrá un crecimiento en torno a 4 por ciento, para perder un poco de impulso en 2006, consideró la Felaban. Aun así, estimó que »el impacto del repunte económico en la industria bancaria latinoamericana se refleja claramente en los niveles de rentabilidad del sector».
Apoyando el comentario con datos del Fondo Monetario Internacional, la Felaban informó que el retorno sobre activos, es decir, el resultado neto (ganancias o pérdidas) como proporción de los activos fue de 1.6 por ciento en el último año, relación que revirtió el dato de 1.3 por ciento negativo registrado apenas dos años antes.
»Más aún, esa tendencia se ha mantenido. En México, las ganancias de seis meses se elevaron a 2 mil 200 millones de dólares, un incremento anual de 98 por ciento; en Colombia, el sistema registró ganancias por mil millones de dólares, con un incremento anual de 29 por ciento, y en Chile las ganancias netas también fueron de mil millones de dólares, con un repunte de 10 por ciento».
Estas cifras contrastan con otras regiones. El reporte de la Felaban, titulado Banca latinoamericana: lista para crecer, menciona que la llamada tasa de retorno en Europa occidental es de uno por ciento, mucho menor que el 1.60 por ciento de Latinoamérica. En los países emergentes de Asia -la zona del mundo de mayor dinamismo económico-, es de 1.3 por ciento.
La misma situación de contrastes fue expuesta por Jesús Eduardo Bianco, jefe del servicio de análisis económico de la Asociación Bancaria de Venezuela. En los últimos cuatro años, Latinoamérica tuvo un crecimiento promedio de 0.7 por ciento, casi una quinta parte de la tasa lograda hace 30 años. Un país como Brasil, con 170 millones de habitantes (38.7 por ciento del total de la región) no logró en los últimos años reducir la población en pobreza, mientras en Argentina (8.3 por ciento del total de población) creció la indigencia, y se redujo apenas 3 por ciento en México, donde radica 22 por ciento del total de latinoamericanos.
Van por más
»Además de ser buenos para las utilidades, el crecimiento y la estabilidad, también significan nuevos desafíos para los bancos de la región», indicó la Felaban en su reporte. »El desafío para los bancos ahora es aumentar el otorgamiento de crédito». Agregó que el bajo índice de préstamos (en la región equivalen a 31 por ciento del PIB, cuando en Europa occidental son de 141 por ciento y en los países emergentes de Asia de 77 por ciento) es »en sí mismo malo para el crecimiento económico y expone al sector a las críticas».
En América Latina 34 por ciento de los activos del sistema bancario está controlado por extranjeros, aunque en países como México este extremo ha llegado a 90 por ciento. Dos bancos: BBVA y Santander Central Hispano han realizado en la región inversiones por 65 mil millones de dólares, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
El informe a la asamblea de la Felaban dice: »comparada con otras regiones del mundo, América Latina se caracteriza por una gran presencia de bancos extranjeros. Esto sucede especialmente en México. Tras la crisis económica de mediados de los noventa, las autoridades facilitaron las inversiones de actores extranjeros. En la región, los inversionistas extranjeros frecuentemente han podido adquirir bancos a precios rebajados, producto de una crisis y luego sanear el valor de los activos dañados con asistencia gubernamental».
La crisis financiera de México tuvo un costo de un billón 200 mil millones de dólares, unos 135 mil millones de dólares, 20 por ciento del PIB. Un informe del Banco Mundial de septiembre pasado dijo que la crisis financiera costó a México cuatro veces los 33 mil millones de dólares que el Estado obtuvo por todas las privatizaciones de empresas públicas en los años 90.
»La presencia de bancos extranjeros en la región está sujeta a cierta controversia», añadió el reporte. »Una de las principales críticas, oída especialmente en México, es que siguen políticas elaboradas en oficinas fuera de la región; frecuentemente evitan, por temor, otorgar crédito a sectores que podrían ser clave para el crecimiento económico del país en que se encuentran, como la agricultura o la minería».