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En recuerdo de Francisco Fernández Buey

Fuentes: Nueva Tribuna

El 25 de agosto falleció en Barcelona Francisco Fernández Buey. Había nacido en Palencia en 1943. Estudió Filosofía en Barcelona, en donde fue discípulo de Manuel Sacristán. Era en la actualidad catedrático de filosofía política en la Universidad Pompeu Fabra, donde coordinaba además, el centro para el Estudio de los Movimientos Sociales (CEMS). Fue uno […]

El 25 de agosto falleció en Barcelona Francisco Fernández Buey. Había nacido en Palencia en 1943. Estudió Filosofía en Barcelona, en donde fue discípulo de Manuel Sacristán. Era en la actualidad catedrático de filosofía política en la Universidad Pompeu Fabra, donde coordinaba además, el centro para el Estudio de los Movimientos Sociales (CEMS). Fue uno de los fundadores del Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona (SDEUB) en 1966 y miembro destacado de la Coordinadora Estatal del movimiento de profesores no numerarios de mediados de los años setenta. Fue militante del PSUC, el partido de los comunistas catalanes. Ha publicado numerosos artículos de prensa, revistas de ensayo, y libros.

Corría el año 1974, y se celebrada en Barcelona la segunda asamblea estatal de profesores no numerarios. La primera se había celebrado en Granada en mayo de 1972. A la primera no pude asistir, pero sí lo hice en la segunda. A partir de entonces se sucedieron las asambleas estatales con mayor asiduidad en diferentes universidades y se desencadenó una de las huelgas más largas y generales de los profesores no numerarios en el curso 1974-75. En Barcelona, destacó con sus intervenciones Paco Fernández Buey. Prácticamente dirigió la asamblea desde abajo. Sus intervenciones fueron brillantes en su exposición, sintéticas, y mostraban gran claridad de ideas. A los que asistíamos como representantes de Madrid nos dejó gratamente impresionados y alguno dijo: «Este catalán es una verdadera joya». Un catalán palentino. Así sucedió en otras asambleas en las que con sus intervenciones centraba las cuestiones cuando se divagaba, o se proponían proposiciones un tanto estrafalarias. Fernández Buey era la garantía de que las asambleas transcurrieran con criterios racionales dentro de lo que suponía las reivindicaciones de este movimiento y lo que suponía de la oposición al franquismo.

Toda esta historia la ha narrado en el excelente libro Por una universidad democrática (El viejo Topo, 2009). Un libro que merece la pena leer, tanto por la importancia de lo que significa conocer la reciente historia de los movimientos estudiantiles y de profesores no numerarios, como por las reflexiones que realiza acerca del papel de la universidad. Como el mismo señala: «No se puede entender la evolución de la universidad española y muchos de los cambios que en ella se produjeron en los años de la llamada transición política sin prestar atención a lo que fue el movimiento de profesores no numerarios desde 1972 hasta 1984». En los tiempos que corren, de intento de destrucción de la universidad pública leer este libro es indispensable para tener referencias en defensa de esta institución que se hace más necesaria que nunca.

Fernández Buey fue un hombre comprometido política y socialmente, que gozaba de una gran preparación intelectual, un excelente profesor totalmente dedicado a su profesión, y un gran pensador e investigador. Personas como él, con su coherencia e integridad moral, han sido un gran referente intelectual y político. Por esto es por lo que su muerte significa una gran pérdida, pues sus valores y su capacidad analítica son necesarios hoy más que nunca en los tiempos sombríos y de pensamiento débil que nos toca vivir. Aun en la distancia que nos separaba, y las pocas ocasiones que teníamos de hablar y coincidir, era para mí como para muchas gentes que no lo conocían, importante saber que Paco estaba ahí.

Leí siempre casi todos sus artículos en prensa como en las revistas Materiales, en un principio, y luego Mientras Tanto, así como algunos de sus libros, pues estos fueron numerosos y de gran calidad y rigor. Aparte del mencionado me gustaría destacar dos de ellos Marx(sin ismos) (El viejo Topo, 1998), y Poliética ( Losada, 2003). El primero porque Marx es un clásico, pero que adquiere actualidad a partir del surgimiento de la crisis. El segundo por el estudio tan interesante y riguroso que efectúa de pensadores y creadores tan fundamentales como Kraus, Lukács, Benjamin, Brecht, Weil, Arendt y Levi. Vuelvo a insistir lo importante que es estudiar a autores de este calibre para saber analizar con rigor la realidad en la que estamos inmersos.

Por último decir, que Fernández Buey contribuyó a la creación de las Comisiones Obreras de la Enseñanza. Su legado intelectual nos queda ahí. Su trayectoria personal nos debe servir de ejemplo. Acabar diciendo que me envió este mensaje por móvil. «Aunque mañana entro en el hospital para que me operen de nuevo, hay que reaccionar frente a la reacción «. Este es el mejor homenaje que le podemos hacer leerlo y luchar, seguir luchando. Gracias Paco por lo que has sido y por lo importante que sería que en esta sociedad y en la universidad hubiera más gente como tú. Mejor nos iría.