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Entrevista a Gustavo Lahoud, miembro del Instituto del Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP)

«En todas las líneas de modificación tarifaria siguen poniendo en peligro el acceso de la población a un bien fundamental»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Se han conocido las nuevas tarifas de gas, con un 45% de aumento a partir de diciembre que en el caso de los consumos menores llega al 58%. Se reduce la bonificación por tarifa social, el programa Hogar, de garrafas subsidiadas de $ 20 pasan a $ 39, un 95% más y en el […]

M.H.: Se han conocido las nuevas tarifas de gas, con un 45% de aumento a partir de diciembre que en el caso de los consumos menores llega al 58%. Se reduce la bonificación por tarifa social, el programa Hogar, de garrafas subsidiadas de $ 20 pasan a $ 39, un 95% más y en el caso del comercio el aumento es del 58% siendo que el gas desde el 10 de diciembre de 2015 se ha incrementado en un 700%. Lo que argumenta el ministro Aranguren es que hay que pagar el gas lo que vale. Pero el BTU (la unidad de medida del gas) en el mundo vale U$S 3 y nosotros ya lo estamos pagando U$S 4.5 y para el año 2019 lo vamos a pagar U$S 6.8.

G.L.: En primer lugar las audiencias públicas que se han hecho esta semana, empezaron el lunes en Bahía Blanca, ayer (15/11) se hizo otra en el teatro De la Ribera de la que participé a través de un informe como lo vengo haciendo desde el año pasado, tanto de la que se hizo en septiembre 2016 como la de marzo de este año. Ahora, luego de haberme interiorizado de qué se trató esta última, qué se dijo y quiénes participaron te puedo decir que fue más simulacro que nunca.

M.H.: Estas audiencias tienen un carácter meramente formal.

G.L.: Ya en la convocatoria se hablaba de informar el nuevo tramo del precio del gas en boca de pozo que era el elemento fundamental del evento que se hizo en el teatro De la Ribera. La determinación del precio para el semestre que viene del gas en boca de pozo, que como bien decías va a pasar ahora en dólares, por millón de BTU promedio de 3.77 a 4.19 dólares que es un promedio que sirve para referenciarlo con los consumos de usuarios comerciales, residenciales e industriales pero que tiene una particularidad; cuando en octubre del año pasado después del escándalo que se armó con los primeros aumentos con cifras que superaron el 1.000%, esta gente se avino a armar este llamado «sendero gradualista» pero cuando vamos a los números el primer eslabón que determina el precio de la tarifa, que es el precio del gas, fue establecido arbitrariamente en valores que han pasado para los consumos de todo tipo de usuarios en promedios que en dólares estaban a mediados de 2015 en U$S 1.29 por millón de BTU, primero a U$S 3.42, después a 3.77 y ahora a 4.19 dólares. Todo eso acumuló la cifra de 186% en dólares el aumento del precio del gas en boca de pozo en un contexto en el que en el mercado interno, el precio del llamado gas convencional o lo que ellos llaman «gas viejo» que es el de los yacimientos que están en explotación hace 30 años, está en el orden de los U$S 2.49 el millón de BTU, o sea, está casi al nivel del precio en el mercado internacional, en el dominante que es el norteamericano y el canadiense que están en torno a los U$S 3.

Esa producción que llamamos «vieja producción» representa el 70% de lo que nosotros producimos, el otro 30% es el llamado «gas nuevo» que se está empezando a explotar masivamente en la Cuenca neuquina. Ese es el precio del gas que esta arriba de los U$S 7 el millón de BTU pero que es el que incorpora el subsidio a través del Plan gas que todos nosotros le estamos pagando a estas empresas.

O sea que ellos hacen un mix en el precio entre esos U$S 7 y los U$S 2.49 y después le suman el precio promedio del 25% del gas que importamos, donde no meten solamente el que viene de Bolivia y por barco, sino también porcentajes marginales que son del gasoil y fuel oil, lo cual está mal hecho ya que distorsiona el precio porque estos productos se usan para generación de energía eléctrica, entonces no se puede meter ese porcentaje porque está inflando el precio.

Entonces el precio final es mayor a U$S 5 el millón de BTU y el sendero del que hablan las autoridades para octubre de 2019 es de U$S 6.80. Conclusión, la primera gran mentira es que ese sendero de precios dolarizados esconde algo que hoy es difícil de sostener seriamente, han desenganchado los costos de explotación que tienen nuestros yacimientos que están en el orden de los U$S 3 en promedio, de los costos irreales que le están pagando a las empresas productoras generándole una rentabilidad escandalosa.

Solamente en los últimos 4 años, por las transferencias de las tarifas se calcula que se han llevado entre 2.500 y 3000 millones de dólares. Ese 186% acumulado en dólares ahora se combina también con el 100% que le han dado a las transportadoras y distribuidoras que nos lo están cobrando de manera segmentada, un 30% lo empezamos a pagar en abril de este año, el otro 40% lo vamos a pagar en diciembre y un 30% más para completar el 100% en abril del año que viene. Con el agregado de que han establecido un mecanismo de indexación de aumento adicional en esa revisión tarifaria para el segmento de transporte y distribución de gas que agrega la evolución del índice de precios mayoristas. En este semestre, por ejemplo, entre abril y octubre, ese índice aumentó más del 14% entonces le han adicionado a ese 40% que van a aumentar ahora, un 14% más, o sea que no es 100% el aumento sino 114% porque en abril cuando venga ese aumento restante le van a adicionar esa diferencia.

Es un combo perfecto, tarifas cada vez más inaccesibles, dolarizadas, con una inflación que no se puede controlar y esto deriva en que ya los sectores industriales, comerciales y los usuarios vamos a ir afrontando un panorama de tarifas ascendente que va a llegar un momento que va a tornar problemático el pago para muchos sectores.

En definitiva, esta gente en todos los tramos está haciendo lo mismo, el GNC que lo usan tantos vehículos, tiene un acumulado de aumento del 300% en casi dos años. Están pegando en todos los sectores de uso masivo a pesar que el gas es un bien estratégico y es un derecho inalienable para la población.

El remate respecto del tema de las tarifas, que es una vergüenza lo que presentaron, es la forma en que han reducido las implicancias de la tarifa social, porque ahora resulta que vas a poder tener acceso 100% gratuito a un consumo mensual de 25 cm3, eso vendría a ser un par de hornallas y pará de contar. El funcionario a cargo explicó que hay que seguir dando una señal de precios al mercado e igualmente seguir protegiendo a los sectores mas vulnerables, ¿cómo los protegen? Dándoles solamente el 100% gratuito de esos míseros 25 cm3 por mes y de los otros 25 cm3 que consumas te van a reducir un 25% y si llegás a consumir en el mes más de 50 cm3 esos adicionales los van a cobrar a precio pleno, o sea que reducen a tono con el ajuste fiscal que van a encarar, la incidencia fiscal, el impacto que para ellos representa el mantenimiento de la tarifa social para un millón ochocientos usuarios de gas.

El otro elemento que comentaste es el de la garrafa social, lo primero que hay que ver es si las encontrás, a dónde están y, por otro lado, a qué valor las van a vender porque estaba a $ 135 la garrafa de 10 kg y ahora sube a $ 185, ese aumento implica además lo que va a pagar, que antes era $ 20 ahora se va a casi el doble $ 39, un 95% más. Le aumentan a la persona que tiene que poner de su bolsillo el 95% cuando el aumento de la garrafa en el precio total es un tercio de eso. Es alarmante. En todas las líneas de modificación de la tarifa lo que siguen haciendo es poner en peligro el acceso de la población a un bien fundamental como éste.

Paradise Papers: El Ministro Aranguren considera que la evasión impositiva no es un delito

M.H.: El ministro de Energía, Juan José Aranguren, que tan suelto de cuerpo afirma que «hay que pagar lo que vale el gas», integró los directorios de dos empresas offshore cuando era ejecutivo de la petrolera Shell y una de esas off shore fue la principal contratista el año pasado cuando ganó 13 licitaciones para proveer gasoil al gobierno argentino por 140 millones de dólares. Esa información fue rebelada por el capitulo argentino de los Paradise Papers del consorcio internacional de periodistas de investigación a lo cual Aranguren con cara de póker, como acostumbra, dijo «ser director de estas firmas, pero la operatoria de las mismas no constituye per se un delito ni viola la ley»; esta fue la respuesta que dio. ¿Compartís esta explicación del ministro de Energía?

G.L.: Él salió con el clásico latiguillo, de pronto un factor fundamental que tiene que ver con cómo se han aceitado en las últimas décadas los mecanismos de evasión impositiva de los países más pobres que se han dirigido hasta esas enormes cuevas llamadas paraísos fiscales, manejadas en buena medida por un sector muy particular en el mundo occidental que es el poder de la anglósfera, EE UU, Gran Bretaña, Australia, Canadá, junto con otras entidades nacionales que constituyen un esquema de funcionamiento que es el que esta gente, como la mayoría de la economía financiarizada en el mundo, ha establecido como modos legales de generar instancias de mayor competitividad de las empresas. Porque Aranguren en un comunicado que él emitió en el momento que se descubrió esto, decía que este era un modo, un accionar permanente que la empresa Shell tenía en el mundo como otras grandes trasnacionales para tratar de no afectar decisivamente sus niveles de rentabilidad de acuerdo a los mercados en donde operaba.

Claro, lo que está diciendo con un cinismo total, es que este tipo de operatorias había que hacerlas porque lo que se buscaba era garantizar mayor ganancia a través del menor pago de impuestos, entre otras cuestiones. Con lo cual más allá de que la normativa legal internacional vinculada a todas las instancias jurídicas y financieras existentes dice que esta operatoria es legal, nosotros estimamos que esta operatoria es fundamentalmente ilegítima, que es otra instancia de la discusión, porque en realidad lo que hace es, además de generar procesos de fuga de capitales permanentes que afectan a nuestros países, aumentarlos, por lo tanto, es un sistema que funciona con el entramado de este mismo funcionamiento y está ligado a la sangría de recursos que sufren nuestros países permanentemente y, además, también hay que poner en cuestión que no puede haber un estatus legal diferente, pongamos el ejemplo de Delaware en EE UU donde miles y miles de empresas han constituido sus razones sociales allí y que en muchos casos ni siquiera pagan impuestos, o en Bermudas, Saint James, Isla de Man, etc.

Ahora, por qué importa si este hombre operó en el directorio de estas empresas en un momento determinado cuando estuvo trabajando para Shell tanto aquí en Argentina o en el exterior. El tema es que es repugnante que quieran naturalizar un modo de accionar que termina siendo dañino para las economías más débiles como la nuestra.

Por esto yo hablo de profunda ilegitimidad, porque es la forma en que el sistema capitalista transnacionalizado y vinculado a las finanzas opera en el mundo hoy. Además esta gente dice que no tiene conflictos de intereses, pero el señor pasó casi toda su vida laboral en Shell, se va en junio de 2015 y en diciembre del mismo año es nombrado ministro de Energía. Lo primero que te voy a decir es que la llamada Ley de ética pública indica que por lo menos debiera haber un tiempo más o menos que se pueda contar en tres años entre un cargo privado con un personaje que va a llegar a un cargo público y que además tenía acciones.

M.H.: ¿Tenía o tiene?

G.L.: Dice que tenía. Más de 13 millones de pesos en acciones de Shell Casa matriz que él dice que vendió. Pero Laura Alonso la graciosa Jefa de la oficina anti corrupción, que tiene un papel lamentable, dice que las vendió. Pero nunca mostró una prueba que lo certificara. Detrás de esto aparece que el año pasado hicieron un negocio bárbaro, metieron 13 cargamentos de gasoil casualmente utilizado por Camesa para producir energía eléctrica. Cuando falta el gas, generalmente en invierno, es reemplazado por estas fuentes que son más contaminantes, más ineficientes y más caras, y nos las quieren cargar al precio del gas que nosotros pagamos.

Hacen todo bien dirigido para determinados sectores corporativos y en relación a los usuarios hacen todo mal, no tiene manera de ser sostenido esto.

Por último te diría que hemos presenciado el circo de los funcionarios que perdieron poder, hemos visto el aberrante circo que hicieron con Boudou. Aranguren, estando donde está, claramente puede obstruir el accionar de la justicia de cara a una investigación como ésta, porque son además hechos que se están perpetrando ahora. En este año Shell a través de otras subsidiarias ya le ha vendido cargamentos de gas natural licuado al Estado nacional.

Fijate que en el período kirchnerista que estaba la pelea de Kirchner con Aranguren, Shell y sus subsidiarias no se pudieron meter en el negocio del gas natural licuado cuando empezó desde 2008 en adelante, pero desde el 2016 empezaron a arrasar con cuanto pudieron. Esto muestra que ha habido una connivencia, una entrada al sector privado corporativo y esto es lo que no se puede negar.

Las grandes operadoras se han embolsado los subsidios y sus niveles de producción están prácticamente estancados

M.H.: El 31 de diciembre expira el llamado Plan gas, el esquema de subsidios a la producción en el que el Estado ha invertido 7.500 millones de dólares en los últimos 4 años. Nadie en el gobierno detalla cómo se prorrateó ese estímulo a las petroleras que tendría a YPF y a Panamerican Energy de Bulgheroni, entre las principales beneficiadas. Energía en principio tiene la idea de mantener esta subvención hasta el año 2021 sólo para remunerar al gas no convencional, eso apuntaría a alentar Vaca Muerta. Este es un tema muy importante, es el tercer rubro del presupuesto nacional después de jubilados y salarios, y mientras los subsidios energéticos a la población bajaron un 30% en el primer semestre de este año, contra el anterior, los fondos destinados al Plan gas subieron en moneda dura casi un 800% en el mismo lapso. Me gustaría que explicaras en qué consiste esta inversión.

G.L.: El Plan gas fue establecido a comienzos de 2013 a instancias de Axel Kicillof con la idea de generarle un incentivo extra al conjunto de las empresas gasíferas para que puedan superar sus volúmenes históricos de producción porque recibían un precio menor, ese precio del que hablábamos antes de U$S 2.5 aproximadamente, duplicándole o triplicándole el precio de acuerdo a cómo aumentaran esos volúmenes históricos. Tenían que invertir más e inyectar más gas a la red.

Esa cifra es a la que se llega cuando vamos a cumplimentar un quinquenio cuando termine el 2017, está entre 7.500 y 8.000 millones de dólares, de los cuales la mitad ha tenido que ver con estos dos años de gobierno, porque se han acelerado los subsidios a las gasíferas. Este primer semestre ha sido escandaloso, un 800% más en dólares.

Lo que ocurrió con esto es que la producción venía subiendo de manera interesante pero en la Cuenca neuquina, donde tenemos los campos de gas no convencional. Mientras tanto, con la vigencia de este plan, el resto de la producción gasífera del país, pensemos en la Cuenca salteña o la cuyana, o en otro sector de la Cuenca del golfo San Jorge, prácticamente las inversiones en gas convencional se abandonaron; es el gas que está cayendo en picada en los últimos diez años y no para de caer y el gas importado lo reemplaza.

Con el gas no convencional en los últimos años se revirtió la tendencia declinante, pero todo lo que puso el Estado, no se refleja en los niveles de producción de gas que tenemos hoy, porque en lo que va del año estamos apenas un 0,8 % arriba de la extracción de gas del año pasado, cuando en los últimos 3 años veníamos en un 4/5% en relación a los años anteriores, subiendo, o sea que este año ha decrecido la producción de gas con la única excepción de YPF que sube un 10%. Quiere decir que las privadas, Total y Panamerican, que son las otras dos grandes operadoras, se han embolsado parte de estos subsidios y sus niveles de producción están prácticamente estancados.

Este es un gran enigma que hoy hay respecto del llamado Plan gas, esto está siendo evaluado por el gobierno que estaría en condiciones de dar continuidad solamente para la Cuenca neuquina, que ya tiene una resolución que es de comienzos de este año para ser operativa entre 2018 y 2021 y que la reconocerían para el gas no convencional de Vaca Muerta. Le van a reconocer precios que van entre 7.5 dólares por millón de BTU hasta 6 de manera descendente, 7.5 en el 2018 y de manera descendente hasta llegar al 2021 a 6 dólares el millón de BTU. Esta última cifra es el doble de lo que hoy estamos pagando en el mercado internacional. Si se observa bien esto, ha sido una aspiradora de fondos dirigido al sector concentrado de la producción de gas y petróleo cuya única buena performance para mostrar es la de YPF y hablando de gas, porque en petróleo sigue en picada; en una grave crisis petrolera, estamos en una caída de un 9% de producción en relación al año pasado.

Estamos en medio de un desastre y no ha habido ninguna auditoría respecto de esto, no sabemos de esos U$S 7.500 millones cuánto se llevó YPF, cuánto Total, cuánto Panamerican y las otras menores porque eso se manejó con cero transparencia. Cuestión que ha continuado este gobierno con Aranguren.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.