En Venezuela la disputa por el poder también se escenifica en los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales. Sobre las guerras simbólicas y la búsqueda de la verdad en tiempos de violencia opositora, entrevistamos al periodista Ernesto Villegas Poljak, Ministro de Comunicación e Información del gobierno de bolivariano de Venezuela. ¿Qué significa ser […]
En Venezuela la disputa por el poder también se escenifica en los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales.
Sobre las guerras simbólicas y la búsqueda de la verdad en tiempos de violencia opositora, entrevistamos al periodista Ernesto Villegas Poljak, Ministro de Comunicación e Información del gobierno de bolivariano de Venezuela.
¿Qué significa ser ministro de Comunicación en Venezuela, cuando la guerra es mediática?
-Es una responsabilidad no solo mía, de muchas personas. En la medida en que uno pueda contribuir a que prevalezca la verdad, por encima del cerco mediático y el pensamiento único, resulta satisfactorio.
Para mi es satisfactorio poder estar de este lado de la historia.
¿Es Venezuela un campo de experimentación sobre a manipulación de la opinión pública?
-En Venezuela se está produciendo un mega ‘fake news’. Aquí se está probando una receta ucraniana recargada.
Yo creo que en el mundo, se han dado avances sobre la lectura crítica de los medios de comunicación y eso me permite augurar que en un futuro no muy lejano, Venezuela será objeto de estudio.
¿Considera que existe una preparación mediática para la guerra?
-Claro que sí, pero no es sólo mediática. Se preparan las condiciones generales para la guerra que incluye la participación de los medios de comunicación.
Lamentablemente hay factores que han estado trabajado para crear esas condiciones no solo subjetivas sino también objetivas para la guerra, por eso nuestra gran victoria es la paz.
Hay que desactivar esas iniciativas que no dejarán nada bueno para Venezuela, América Latina y el mundo.
¿Habla de la producción de escenarios noticiosos al estilo de la plaza verde de Libia?
-Ha habido varias situaciones en las que, sospechosamente se han evidenciado puestas en escena que revelan una producción cinematográfica de buena parte de las imágenes que le dan la vuelta al mundo.
Así construyen un relato que pretende decir internacionalmente que en esos hechos violentos hay muchas violencia.
En las guarimbas, se ve claramente cómo se producen imágenes de apoyo para los materiales audiovisuales que después se van a editar. Uno aprecia que de pronto corren cuando no está pasando nada o movimientos que parecen actorales. Algo llamativo es que los hechos más violentos se producen cuando las manifestaciones ya casi se han extinguido, con remanentes de grupos muy violentos. Afortunadamente eso ha pasado y nos abrimos a un nuevo momento político con la Asamblea Nacional Constituyente. Aspiramos que sea un lugar de encuentro político incluso con los factores que decidieron excluirse por voluntad propia.
¿Podrá haber un reencuentro con todos los factores políticos?
-Es una gran oportunidad. La política de la motosierra que adoptó la oposición, logró encontrarnos a los chavistas con venezolanos comunes y corrientes, no necesariamente chavistas, que salieron a votar contra la violencia, que castigaron a esa política de la motosierra.
Yo uso de esa figura de la motosierra, que alude desmanes cometidos por paramilitares en Colombia, porque esa violencia desatada por la oposición generó en Venezuela una nueva categoría política: el desplazado electoral.
Eso explica las imágenes impresionantes de gente cruzando ríos o poblando el Poliedro de Caracas para poder votar.
La primera línea de encuentro es con los venezolanos, con aquellos que no reconociéndose chavistas, salieron a votar contra la violencia. Tenemos que hacer estable esa conexión.
¿Cómo se contrarresta esta fase de la guerra mediática se asemeja a los escenarios previos a las invasiones ejecutadas por EE.UU.?
-Primero, reconociendo el fenómeno que el cartel mediático pretende invisibilizar y es lo que nosotros llamamos ‘La Venezuela Heroica’.
Cuando uno escudriña en el discurso de la derecha política, el imperialismo estadounidense y del cartel internacional mediático, encontraremos que intentan negar lo que aquí pasó el 30 de julio.
Es una negación histórica, consistente con la negación que ha hecho la oposición del chavismo y del propio Hugo Chávez.
Recordemos la excusa del golpe de Estado (abril 2002) era que Chávez ya no tenía respaldo popular. También desconocieron su triunfo en el referendo revocatorio en 2004. Siempre han intentado negar al chavismo.
Nuestro acento debe estar en la visibilización del fenómeno político que protagoniza el pueblo venezolano.
Hay personas, incluso dentro de la izquierda que dudan de la cantidad de votos obtenidos en la elección constituyente, ¿Usted que les responde?
-Tenemos que trabajar más para que los venezolanos no se sigan contagiando con la visión hegemónica de los medios cartelizados, ya que la opinión pública se forma por mecanismos en los que los grandes medios aún tienen mucho peso.
Por existen personas que, incluso desde una posición de solidaridad, pueden llegar a tener dudas de que en Venezuela hubo una verdadera explosión electoral.
Hay otros que sacan cuentas y dicen que es imposible que el chavismo haya tenido tal recuperación.
Yo argumento lo siguiente: el techo electoral del chavismo es muy alto, es mucho más alto que el de la oposición.
En 2016 dije en una entrevista, que la oposición le teme a la recuperación electoral del chavismo. El reto es que esa recuperación se sostenga en el tiempo y que no sea solo a causa de la actitud alocada de la oposición y su política de a motosierra.
Un ex ministro de comunicación de este gobierno, puso en dudas la cantidad de votantes en la elección constituyente y señaló como ciertas las declaraciones de la empresa Smarmatic ¿Qué opinión le merecen esas declaraciones?
-Cada quien es libre de expresar sus impresiones, sobre todo cuando no ejerce cargos de responsabilidades públicas.
Ahora, quiere referirme al fondo de ese tema. Smarmatic es una empresa proveedora de servicios al Poder Electoral, no es el Gobierno Bolivariano quien lleva la relación con esa empresa.
Los rectores del consejo electoral ya fijaron posición sobre ese caso.
Esa misma empresa ha expresado en varias oportunidades que el sistema electoral venezolano es el más seguro y auditable del mundo.
Y la mejor respuesta a las dudas que cualquier persona pueda abrigar la expresó el presidente del partido social demócrata, que pocas horas después anunció que su partido, de oposición, inscribirá candidatos a la elección de gobernadores, organizadas por el mismo poder y donde se utilizará el mismo sistema electoral que escogió a la ANC.