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Bancos de Italia no informaron como debían a los pequeños ahorristas sobre las condiciones de la deuda argentina

En vez de asesorarlos, los exprimían

Fuentes: Página 12

Fuentes del Ministerio de Economía dejaron trascender que la Comisión de Valores de Italia, la Consob, había dictado una instrucción a los bancos para que éstos informasen a sus clientes acerca de los riesgos que corrían al adquirir bonos de la deuda argentina, que las entidades desoyeron para, en cambio, acelerar la colocación de sus […]

Fuentes del Ministerio de Economía dejaron trascender que la Comisión de Valores de Italia, la Consob, había dictado una instrucción a los bancos para que éstos informasen a sus clientes acerca de los riesgos que corrían al adquirir bonos de la deuda argentina, que las entidades desoyeron para, en cambio, acelerar la colocación de sus propias carteras de bonos entre pequeños inversores. Roberto Lavagna, ministro de Economía, también se refirió al tema durante la conferencia de prensa, preguntándose por qué esos bonos «para inversores sofisticados y de alto riesgo» terminaron en manos de pequeños ahorristas. «No es un tema que el gobierno argentino pueda responder, es un asunto que Italia deberá resolver internamente», sugirió Lavagna. En el Palacio de Hacienda, allegados al ministro indicaban que estos nuevos elementos suman sospechas sobre la actitud del lobbista Nicola Stock, directamente vinculado con la banca italiana y que, sin embargo, se autoerigió en representante de la mayoría de los bonistas de ese mismo origen. «La Consob dictó una instrucción a los bancos, al igual que en otros casos resonantes como el de Parmalat (antes de su caída), acerca de los riesgos que implicaba la deuda argentina; pero fue desoída por los bancos, y eso hoy pone en el ojo de la tormenta a Stock», señaló una calificada fuente del Ministerio de Economía. La fuente explicó que «la Consob analizó 404 casos de denuncias y llegó a la conclusión de que quienes colocaron esos bonos, es decir los bancos italianos, no hicieron las advertencias pertinentes en el mercado minorista». Este estudio se había iniciado en 2003 a partir de las denuncias de los pequeños bonistas afectados.

Según la fuente de la cartera económica, el informe difundido por la Consob dejó a los bancos italianos que recomendaron la compra de bonos argentinos en una «posición legal muy débil», mientras una parte de los 450 mil bonistas de ese país reclama que las entidades financieras aporten fondos para reducir la quita que sufrirán los acreedores. «Los 14 prospectos informativos que la Consob aprobó (previo al default) para 14 bonos que cotizan en la Bolsa de Milán tenían advertencias de que eran instrumentos aptos solamente para inversores especulativos, que estuvieran en condiciones de evaluar y sostener el riesgo que implicaba esa inversión», sostuvo la fuente.

Economía busca de este modo contrarrestar la campaña de Nicola Stock contra el canje de deuda ofrecido por Argentina. Ayer, al exponer en la Cámara de Diputados de Italia, Stock calificó a la oferta argentina como «unilateral, injusta, inadmisible e inaceptable» y volvió a recomendar su rechazo. El objetivo expreso de la entidad que preside, Task Force Argentina, es obligar al gobierno argentino a modificar la propuesta. Dijo no creer en los altos porcentajes de adhesión que difunden algunos analistas y vaticinó que en el caso de los inversores italianos será «ínfima». Al comparecer ante el Parlamento italiano, Stock reclamó el apoyo del gobierno de su país con acciones que favorezcan la no adhesión de los ahorristas. Hoy está previsto que pase por el estrado de la cámara baja el ministro de Economía, Domenico Siniscalco, quien expondrá el punto de vista del gobierno.

Sin embargo, en los últimos días se alzaron otras voces desde Italia opuestas a la postura de Stock. «La clase media italiana conoce la situación del default y entiende perfectamente que la responsabilidad no es sólo de los anteriores gobiernos argentinos sino también del sistema bancario y del Fondo Monetario Internacional», señaló Mauro Sandri, presidente del Comité de Acreedores Italianos (pequeños ahorristas). Desde Roma, en donde participaba como espectador de la misma audiencia en el Parlamento en la que habló Stock, Sandri sostuvo que «aquí hay una lucha muy fuerte contra los bancos, y cuando Stock habla no puede hacerlo en nombre de los acreedores que están impulsando causas (judiciales) contra él y los bancos».

En el mismo sentido se expresó el embajador argentino en Italia, Víctor Taccetti, quien tras definir a Stock como «empleado de la Asociación de Bancos de Italia», destacó que la estrategia de las casas crediticias es «orientar a la Argentina contra los bancos». Taccetti indicó, en una entrevista radial, que «hay 5 o 6 sentencias que han condenado a los bancos a devolver el ciento por ciento de lo que vendieron a los acreedores sin explicar de lo que se trataba». «Están firmes y en algunos casos ya se pagó» el dinero, señaló el diplomático y precisó que «el acreedor puede aceptar el canje e ir contra el banco por la diferencia». En Italia hay 450.000 tenedores de títulos argentinos en default, cuyo valor original ascendía a unos 14 mil millones de dólares.