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El milagro económico chileno

Enfrentamientos entre el gobierno y los empresarios por la duracion de la jornada laboral

Fuentes: Argenpress

La ley, aprobada en el 2001, pero que entra en vigor en enero del 2005, establece una reducción de 48 a 45 el total de horas reglamentarias que deben laborar los trabajadores chilenos, considerados los más explotados del mundo. ‘Chile es un país trabajador en exceso, que tiene la más alta jornada laboral de América […]

La ley, aprobada en el 2001, pero que entra en vigor en enero del 2005, establece una reducción de 48 a 45 el total de horas reglamentarias que deben laborar los trabajadores chilenos, considerados los más explotados del mundo.

‘Chile es un país trabajador en exceso, que tiene la más alta jornada laboral de América Latina y del mundo, si la comparamos con las 42 horas para la región y entre 40 y 42 horas en las naciones desarrolladas’, indicó el ministro de esa cartera, Ricardo Solari.

La decisión de poner en práctica la normativa el año entrante y un llamado de Solari a las empresas del sector privado que han logrado utilidades por encima del 30% a que mejoren la calidad de vida de sus trabajadores, disparó el debate en torno al tema.

En una clara alusión a los sectores que se resisten, el ministro felicitó a las grandes compañías y los bancos que han anticipado la reducción de la jornada laboral a 45 horas semanales, de las 48 (y muchas veces más) vigentes en el país.

Explicó que una jornada laboral extensa afecta la calidad productiva y daña la vida del trabajador y su familia. ‘Justamente esto es lo que la ley pretende cambiar’, sostuvo Solari al rechazar los argumentos empresariales de que la medida afectará la productividad.

Juan Claro, presidente de la poderosa Confederación de la Producción y Comercio (CPC), dijo que la forma de mejorar la calidad de vida de los trabajadores va ligada a la existencia de condiciones para que el crecimiento económico sea sostenido y capaz de crear mejores empleos.

‘El esquema de mejorar la calidad de vida a través de las vacaciones, no aporta en la dirección correcta, porque equivale a subir por decreto los ingresos de los trabajadores’, sostuvo el ultra conservador líder empresarial.

El debate del tema, que se inscribe en los reclamos del sector privado de una mayor flexibilidad laboral, comenzó a calentarse hace poco más de una semana cuando el director gerente del FMI, el español Rodrigo Rato, abogó en Santiago por cambios en la política de empleo.

Las recomendaciones en favor del sector privado de Rato encontraron un fuerte rechazo de los partidos políticos de izquierda y la Central Unitaria de Trabajadores, que las consideraron una intromisión en los asuntos internos del país.

El sector privado, que como resultado de la política neoliberal aplicada en Chile domina más del 80% de la producción nacional, han obtenido utilidades record en lo que va del año 2004.

Las ganancias de las 15 más grandes compañías en el país totalizaron 3. 055 millones de dólares durante el primer semestre de 2004, duplicando los 1.553 millones obtenidos en la primera mitad del 2003, mientras el Producto Interno Bruto (PIB) creció en 4,8% en el período.

La tasa de desempleo, sin embargo, se incrementó en 6,59 décimas (de 9,1 a 9,7% de la fuerza de trabajo entre los trimestres mayo-julio de 2003 y 2004), lo que significa que en Chile las grandes corporaciones ganan cada vez más con menos trabajadores.