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Internacionalista vasco expulsado por las autoridades venezolanas

Entrevista a Walter Wendelin

Fuentes: annalisamelandri.it

El pasado 28 de marzo el internacionalista vasco de origen alemán Walter Wendelin fue expulsado por las autoridades venezolanas sin tener ninguna causa pendiente con la justicia española y sin que contra él existiese alguna orden de aprehensión. Walter es un militante del movimiento internacionalista Askapena, la izquierda abertzale y estaba viajando a Venezuela para […]

El pasado 28 de marzo el internacionalista vasco de origen alemán Walter Wendelin fue expulsado por las autoridades venezolanas sin tener ninguna causa pendiente con la justicia española y sin que contra él existiese alguna orden de aprehensión. Walter es un militante del movimiento internacionalista Askapena, la izquierda abertzale y estaba viajando a Venezuela para dar a conocer a políticos y otros internacionalistas el proceso democrático Zutik Euskal Herria iniciado hace unos meses por la Izquierda Independista.

«Fue un asunto eminentemente político e irregular detrás del cual está principalmente la mano negra del ejecutivo español» nos explica Walter en esta entrevista, en donde además nos da una visión revolucionaria del hecho llamando a no «equivocarse nunca de enemigo», sobre todo tomando en cuenta las dificultades que sufre el proceso revolucionario en Venezuela.

A.M. – ¿Walter puedes contarnos cómo se desarrollaron los hechos en el aeropuerto de Caracas?

W.W. – Simplemente se presentaron agentes del servicio bolivariano de inteligencia, la antigua DISIP, y me pidieron que les acompañara para responder algunas preguntas después de lo cual me llevarían ellos mismos a mi destino en Caracas. Avisé de esta situación a las personas que me estaban esperando indicándoles que estaría en el Helicoidal, el edificio del SEBIN. Allí tuve varias conversaciones con ellos y con personal del servicio de Inmigración. Por desgracia, finalmente me invitaron a abandonar el país, sin una explicación oficial, me acompañaron a un hotel para pasar la noche y me llevaron al aeropuerto. Ellos se ocuparían del cambio del billete. Intentaron que firmara una declaración de expulsión lo cual no hice porque ni era lo que me dijeron ni eran verdad las razones que expusieron en su escrito. Tampoco hubo problema alguno en que no firmara esta declaración de expulsión. Cómo viajé con mis documentos estaba claro que no era una expulsión en regla y así lo tomaron las autoridades francesas en el aeropuerto de París donde me interrogaron sobre este aspecto durante una hora. Finalmente proseguí mi viaje a Gasteiz.

A.M. – ¿Tienes alguna causa pendiente con la justicia española o tenías alguna orden de detención?

W.W. – Si hubiera tenido algo pendiente con la justicia ya sea venezolana, francesa o española o hubiera alguna orden de la Europol o la Interpol no estaría respondiendo estas preguntas tranquilamente desde la casa. Es, pues, un asunto eminentemente político e irregular detrás del cual está principalmente la mano negra del ejecutivo español. Para impedir que en Venezuela y el resto de países conozcan los hechos y el análisis según opiniones que no les gustan de lo que ocurre en Euskal Herria -el País Vasco- necesitan utilizar estos tipos de actuación poco serias, poco dignas y que demuestran toda su debilidad; lo cual no quiere decir que no consigan hacer daño y causar mucho sufrimiento. Algunos medios recogieron declaraciones de la embajada y del ministerio de relaciones exteriores español que decían que esto era exactamente el tipo de colaboración que esperaban del gobierno de Chávez.

A.M. – ¿Qué opinas sobre los reales motivos de tu expulsión de Venezuela?

W.W. – Me imagino que por parte de Venezuela o su inteligencia querían hacer un gesto de buena voluntad y de colaboración con el Reino de España después de haber firmado una serie de negocios con importantes transnacionales españolas. También está la presión de la oposición escuálida que ataca al gobierno con el discurso de su complicidad con el «terrorismo Internacional» -las FARC, la ETA-Batasuna-…, Irán-, con todo el eje del mal y que se presentará a las elecciones legislativas este septiembre u octubre. La situación electoral del gobierno de Chávez es complicada tanto frente a esta oposición y la administración estadounidense como internamente, dentro del chavismo y de su victoria depende no sólo el futuro de las y los venezolanos sino el avance del todo el proceso bolivariano en América.

Por parte del Reino español también hay dos razones que son bastante evidentes. Una es que España ha tenido que demostrar a su amo -el imperio estadounidense-, a su administración y a sus transnacionales financieras principalmente que a pesar de haber firmado negocios con Venezuela que no sólo le suponen suculentos beneficios al capital español sino que también a la revolución bolivariana de Venezuela, no piensan contribuir en nada a este proceso enemigo de los EEUU. Por otro lado hay una campaña iniciada hace unos meses por parte del Ministerio del Interior español para criminalizar, cortocircuitar e impedir el proceso democrático -ZUTIK EUSKAL HERRIA- que ha iniciado la Izquierda Independentista Vasca. Se trata de una iniciativa unilateral que se plantea en ausencia de violencia y bajo principios democráticos (como siempre lo ha hecho la Izquierda Abertzale) que resitúa a los poderes fácticos españoles en un espacio eminentemente político donde el Estado español es cada día más débil y por ello éste insiste en situar el conflicto de intereses políticos en parámetros de lucha «antiterrorista», también a nivel internacional.

A.M. – Walter, tú has sido y eres siempre muy solidario con la revolución bolivariana. En la entrevista realizada por Miguel Suarez de Radio Café Estéreo haces un llamado a no caer en «la trampa mediática» que el hecho puede ofrecer. ¿Qué significa eso?

W.W. – Básicamente he querido decir con ello primero que no debemos nunca equivocarnos de enemigo y mucho menos por un incidente de esta índole. Con ello no quiero restarle importancia ya que, como he dicho antes, supone una muestra de las dificultades verdaderas, prácticas, que sufre el proceso revolucionario en Venezuela por el acoso criminal y amoral del imperialismo yankee, el sub-imperialismo español y la complicidad de la burguesía escuálida con su proyecto capitalista neoliberal.

Dicho de otra forma: hay que diferenciar los errores y debilidades de compañeros y compañeras de lucha de los ataques del enemigo y hay que diferenciar muy bien las quintas columnas en los procesos revolucionarios. En esta diferenciación es importante no tener como valores absolutos los principios individuales propios – los principios revolucionarios siempre han de ser colectivos. Por otro lado, está la tergiversación mediática y a veces llegan incluso a perder el control sobre ella. Un ejemplo es el titular en un periódico venezolano en el que hablaba de una «detención ilegal de un etarra». Sin entrar a valorar los principios deontológicos de los periodistas, ni su ética profesional, que deja mucho que desear, debemos estar muy alerta sobre la influencia que tienen sus mentiras y medias verdades, repetidas mil veces, como dijo Goebbels, para transformarlas en verdad, en nuestras propias valoraciones, análisis y opiniones. Los que instrumentalizan los medios de comunicación para sus propios intereses particulares como élite capitalista tienen una estrategia establecida para contrarrestar la lectura crítica de las personas de izquierdas.

A.M. – Tú casi justificas cuanto ha ocurrido por la situación muy difícil que se vive en Venezuela donde el gobierno está apretado entre el «reino español» por un lado y entre y las presiones muy fuertes de la oposición interna. Sin embargo, a muchos de nosotros, militantes, activistas y solidarios con las luchas de liberación de los pueblos, el hecho de tu expulsión nos ha asustado por un lado y hecho reflexionar por el otro… España, además, sigue siendo un partner económico muy importante por todos los países de América Latina. ¿Cómo piensas se pueda conjugar la estabilidad de un país en el ámbito de las relaciones internacionales e intercambios comerciales con la solidaridad revolucionaria?

W.W. – Primeramente hay que tener en cuenta que no puede haber nunca estabilidad en un mundo en el cual el Capital y su sistema son hegemónicos porque o hacen la guerra contra cualquier alternativa o se la hacen entre ellos por la hegemonía. El capitalismo es esto por definición. No hay fórmula o herramienta ética que pueda evitar esto. En todo caso puede disminuir algo la tensión, crear algo de aparente estabilidad durante lapsos de tiempo cortos. El bloque socialista y la Unión Soviética fue un factor que obligó al capitalismo desarrollar estos aspectos de estabilidad (mediante el equilibrio nuclear, el modelo keynesiano, la carta de derechos humanos y fundamentales de la ONU, entre otros) pero desde que lograron hacer implosionar el modelo socialista tienen vía mucho más libre hacía la competitividad total.

Esto significa un aumento de inestabilidad global cuya expresión son los focos de guerras que han aumentado considerablemente y aumentarán aún más en los tiempos venideros. Otra expresión es la lucha llamada «antiterrorista» contra el «eje del mal» internacional. Por lo tanto hay que considerar la estabilidad como un objetivo táctico imprescindible en ciertas circunstancias de un país en un proceso de resistencia frente al imperialismo, pero nunca como algo positivo o estratégico en un mundo capitalista. Esto crea contradicciones lógicas de apreciación sobre cuándo es necesario o imprescindible y beneficioso al proceso revolucionario y cuándo beneficia al gran capital. Teniendo en cuenta esto podemos intercambiar análisis pero siempre sobre la base del respeto ante la autoridad que tiene cada uno sobre su propio proceso. Es decir, cumplir con el principio de no ingerencia en los asuntos de soberanía nacional. Esto es la base, el fundamento principal de la solidaridad internacionalista. Para ello debemos retomar lo que es internacionalismo y solidaridad que actualmente son conceptos tergiversados por el mismo sistema que hace unos pocos años los criminalizaba.

Cuando se dieron cuenta que no podían extinguir la solidaridad internacionalista como principio de la Izquierda la asimilaron para tergiversarla y transformarla en un valor que incluye en su discurso e ideología hasta la extrema derecha neoliberal. La concepción errónea del concepto «solidaridad» fue promovido por el sistema a través de las ONGs (Organizaciones Neo gubernamentales) que la ha introducido en la izquierda desarmando la solidaridad. Hoy la solidaridad se ha convertido en un arma de fogueo. Esto es muy peligroso para la izquierda. Cuando intentamos recuperar la solidaridad internacionalista como principio revolucionario incluso gran parte de la izquierda lo critica y lucha en contra precisamente con la justificación errónea de no poner en peligro la «estabilidad» y no dar excusas al sistema para reprimir el avance de la «nueva izquierda». El sistema no requiere de excusas. Las usa si las hay y si no las inventa, siempre. En resumen: no se debe ni se puede nunca conjugar la estabilidad de un país con la solidaridad revolucionaria. Lo que debemos hacer – sobre todo desde la izquierda europea – es aprender a respetar los procesos revolucionarios de cada pueblo, incluso, o sobretodo, si no comprendemos o ignoramos sus razones.

A.M. – Según cuanto se lee en Rebelión, «la Embajada de España en Venezuela reconoció haber tenido algún tipo de influencia en la detención y expulsión. Revelaron haber colaborado con las autoridades policiales venezolanas y afirmaron que la detención es una muestra del ‘tipo de cooperación que Madrid espera de Venezuela’ «. Si no tenías algún cargo pendiente en España, ¿no te parece que eso sea una forma de ambiguo chantaje que el gobierno de Venezuela no hubiera debido aceptar para no crear peligrosos antecedentes y sobre todo para no meterse al par de Estados Unidos que, como sabemos, tienen listas de personas que por sus ideas y por sus posturas consecuentes no pueden pisar tierra estadounidense?

W.W. – Es un chantaje pero nada ambiguo, que demuestra que nada tiene que ver con una cuestión de justicia o legalidad sino con intereses políticos. Si el gobierno de Venezuela ha tenido que o no hubiera tenido que someterse a este chantaje es algo sobre lo que podemos opinar pero en última instancia son los venezolanos y venezolanas las que deben decidir y los demás respetar. Es peligroso no tanto como antecedente -ya que de estos ha habido muchos más y más importantes, sobre todo entre revolucionarios colombianos, pero también con refugiados vascos y otros- sino que el peligro principal es la desmotivación, los conflictos, la frustración en la propia población revolucionaria venezolana. El peligro está precisamente en que mucha gente revolucionaria se resigne y se retire de la lucha o se equivoque de enemigo, de principios y de objetivo prioritarios de la revolución bolivariana. Y como internacionalista intento evitar que se utilice este incidente para promover precisamente esto.

Otra cuestión es que a través de este incidente y de los muchos más sobre los que deberíamos concienciar podamos crear un frente internacional contra la legalización de las listas negras, la lucha antiterrorista, la supresión del derecho de asilo y todas las demás expresiones contra-revolucionarias que se introducen como principios de un estados de derecho cuando nada tienen que ver con esto sino que son fórmulas para imponer intereses del gran Capital en contra de cualquier proceso progresista, humano, socialista y revolucionario.

A.M. ¿Cuál era el motivo de tu viaje a Caracas?

W.W. – El motivo del viaje era poder estar con diferentes políticos, agentes sociales que habían mostrado interés por conocer una opinión y análisis diferentes a los que transmiten los medios de comunicación oficial y los agentes españoles sobre la realidad del pueblo vasco, la intención de organizar brigadas internacionalistas con jóvenes dispuestos a formarse como internacionalistas, el proceso democrático (Zutik Euskal Herria) iniciado hace unos meses por la Izquierda Independentista Vasca, su forma de solucionar los problemas organizativos, antirrepresivos, políticos, económicos y el pronóstico de todo esta iniciativa de pasos unilaterales hacia la resolución del conflicto que el gobierno español no quiere que se conozca, no quiere negociar, no propone alternativas y sólo admite una solución final de aceptación de derrota por medios represivos, policiales, de guerra sucia judicial, administrativa y parapolicial.

Dicen diferentes entidades españolas que estamos engañando a la gente contándoles mentiras sobre la existencia del pueblo vasco y del conflicto. Esto, por de pronto, es una falta de respeto comparable con el «¿Porqué no te callas?» real hacia los y las venezolanas en este caso ya que presupone que los diputados, parlamentarios, ministros, políticos, dirigentes sociales y gente en general no son capaces de darse cuenta cuando alguien les va con una historia falsa, que no saben diferenciar la verdad de la mentira, que no tienen sus fuentes para contrastar, … en fin, presupone que son idiotas. Y cualquier político o política venezolana tiene un nivel profesional perfectamente comparable con cualquiera de los empresarios, políticos y diplomáticos españoles. Cualquier ciudadano o ciudadana formada en el proceso bolivariano tiene más conocimiento que los y las ciudadanas españoles formadas por la Televisión Española pública y privada, periódicos como El País o El Mundo, el Hola o Interviú.

En todo caso estos le superan en engreimiento real demostrado a través de su realeza de la cual son súbditos voluntarios. Sé que mi opinión sobre el gobierno español y la sociedad en general no es muy halagadora para ellos y que les puede molestar de sobremanera, pero no puedo cambiar esta opinión por imperativo legal o exigencia inquisitorial. Además, si no fuera porque intentan imponer su voluntad y sus decisiones mediante la amenaza y el chantaje, la violencia y la represión (aunque la hayan legalizado y constitucionalizado) donde no les corresponde -en el País Vasco y sobre el pueblo vasco- no tendría que hablar mucho o nada sobre ellos.

A.M. – «Zutik Euskal Herria» (Euskal Herria en pie) es una propuesta de la Izquierda Abertzale (izquierda revolucionaria vasca) que propone un marco democrático hacia la superación del conflicto. ¿Puedes decirnos algo más sobre eso?

W.W – La verdad es que hablar sobre ZUTIK Euskal Herria requiere otra entrevista y sería muy importante e interesante poder profundizar y aclarar qué es y también qué no es. Resumiendo mucho, es una decisión de cambio estratégico unilateral de la Izquierda Abertzale para retomar la iniciativa política del país. Está basada en un análisis y toma de decisión colectiva de toda la gente del mal llamado «entorno terrorista» que sobrepasa los más de 7000 militantes contabilizados y que se realizó durante muchos meses. Comenzó con la conciencia de que el gobierno español, que se había levantado de la mesa de negociación sobre la resolución del conflicto a finales de mayo del 2007, no sólo no estaba dispuesto a retomar la negociación política sino que estaba decidido a aplicar una «solución final» represiva y vengativa. Cerró todas las vías una vez más. La situación estaba enquistada.

Nadie podía avanzar hacia una resolución sensata, justa y duradera. Por otro lado, algunas personas analizaron que el gobierno español se había debilitado enormemente en el espacio político, no tenía capacidad política para enfrentar política y democráticamente la resolución, y era eso lo que le mantenía en la cerrazón criminal de su negativa a cualquier oferta que no significara la derrota ante la represión policial-judicial y administrativa del ejecutivo. Una vez que se comenzó a debatir y analizar nos dimos cuenta de que muchas otras condiciones tanto subjetivas como objetivas también habían cambiado o habíamos logrado cambiar de forma sustancial. Todas ellas llevaban a que para avanzar hacia un Marco Democrático suficiente para poder resolver el conflicto político era imprescindible tomar la iniciativa política de forma unilateral por el bien del pueblo (es decir, de nosotros todos y todas) y que estaban dadas las condiciones para poder comenzar por aglutinar fuerzas del espectro independentista y soberanista en nuestro país en ausencia de violencia y con ello la construcción de un nuevo sujeto político para la futura negociación y para la construcción nacional y social. Se debatió entre todas y todos – todos – y se consensuó la decisión de avanzar en este sentido sin esperar acuerdos o gestos del gobierno español ni de nadie.

Los gestos del gobierno español vinieron rápidos en forma de detenciones de los coordinadores y portavoces del debate, de jóvenes, de dirigentes, abogados y familiares de presos y presas políticas … aumentaron las denuncias de castigos adicionales a familiares, de palizas en las cárceles, de torturas, de guerra sucia, de terrorismo de Estado. Todo ello para cortocircuitar el debate, dividir, romper y volver al escenario violento anterior. Pero una vez más no pudieron parar el avance de la Izquierda Abertzale. Y es a este avance continuo desde hace más de 50 años hacia la autodeterminación y la democracia a lo que tienen verdadero terror. Por ello manipulan, mienten, dicen que la iniciativa es una «iniciativa trampa», que es «más de lo mismo», que es «por debilidad», o «para intentar evitar una derrota», o «para recuperar la oportunidad de acceder a un puesto de concejal o alcalde en las próximas elecciones» … Todo ello es mentira y lo saben. El objetivo de la Izquierda Abertzale es otro: la resolución democrática del conflicto y el establecimiento de unas reglas de juego democráticas y con garantías con las que todos los proyectos políticos puedan defenderse y realizarse con el único techo que supone la libre voluntad de las personas que viven en Euskal Herria.

Esto debe incluir también el proyecto político de la Izquierda Independentista Vasca que es INDEPENDENCIA y SOCIALISMO.

rJV

Fuente: http://www.annalisamelandri.it/dblog/articolo.asp?articolo=1134