Entrevistador: Chico, han pasado 23 años de tu muerte a manos de los ganaderos que pretendieron convertir la selva Amazónica del Brasil en pastizales, circunstancia por demás anunciada por ti, en reiteradas ocasiones y que nunca se te dio la debida protección. De ahí, que te pregunto: ¿Se pudiera decir hoy en el 2011, cuando […]
Entrevistador: Chico, han pasado 23 años de tu muerte a manos de los ganaderos que pretendieron convertir la selva Amazónica del Brasil en pastizales, circunstancia por demás anunciada por ti, en reiteradas ocasiones y que nunca se te dio la debida protección. De ahí, que te pregunto: ¿Se pudiera decir hoy en el 2011, cuando ya tendrías en vida 67 años de edad, valió al pena tu sacrifico?
Chico : En lo personal, mi inmolación no tuvo sentido. Dejé una hija de 18 años de mi primer matrimonio desprotegida y dos niños huérfanos, Sandino, de 2 años, y Elenira, de 4. Y una joven esposa, Ilzamar Gadelha sola y casi en la indigencia.
En lo que se refiere a mi lucha por la defensa del Amazonía, aun cuando se creó una reserva con mi nombre de casi un millón de hectáreas, luego de mi muerte y 12 reservas de extracción más, para un total de 55, que con gran orgullo se ha comparado con la superficie de la madre patria, Portugal (91.825 km2), la protección de la selva amazónica prácticamente se ha quedado solo en el discurso, pero no en una acción contundente. La deforestación, ocurrida en estos últimos 20 años, supera territorialmente 9 veces de lo que es el territorio de Portugal (800.000 Km2).
Siguió primando la economía del voto. Es mejor tener el voto, de los extractores y depredadores de la Amazonía, que defender el gran pulmón del planeta. El Plan de Aceleración del Crecimiento que contempla obras de gran impacto en el Amazonía, propuesta del segundo mandato de Lula, evidencia que más pudo la inmediatez de querer evidenciar desarrollo económico, que los sacrificios en vidas, por la misma defensa de la madre selva, de más de mil líderes campesinos, sacerdotes y sindicalistas, cuyas muertes fueron atribuidas en su mayoría a la Unión Democrática Ruralista (UDR), una organización de los latifundistas brasileños del norte, que en la absoluta impunidad, aun se mantienen y siguen actuando.
Entrevistador: Pero Marina Silva, su compañera de luchas, siendo Ministra de Ambiente con Lula, fue activa en tratar de detener los crímenes ecológicos. ¿Se pudiera decir entonces, que si hubo una voluntad política para actuar?
Chico: Marina es una mujer valiente y de principios. Ella estuvo sola en esas acciones, prácticamente fue casi una iniciativa personal. La agenda pública del gobierno poco o nada le importó el destino de la selva. La propia salida de Marina del Ministerio fue por su desacuerdo, a la estrategia del gobierno de favorecer al agronegocio en áreas amazónicas. Resistió hasta el final, la agresiva oposición que encontró en el seno del equipo de Lula, hacia sus iniciativas medioambientales, y especialmente hacia la explotación del Amazonas.
Entrevistador: ¿Siente que su causa o lucha fue traicionada por Lula?
Chico: Lula es Lula. Trabajó toda su vida, para convertirse en un estadista del Brasil. Quienes ofrendamos nuestras vidas por defender la Amazonía, teníamos una deuda ancestral. Fuimos los hijos de la selva y nuestros cuerpos allá se quedaron. Son compromisos distintos. Hijos de un mismo país, pero de madres diferentes. La nuestra será por siempre la Madre Selva.
Entrevistador: Chico, en nombre de los ambientalistas que aun tenemos el don de la vida, te damos las gracias por tu legado.
Concientes somos de que la defensa de la Amazonia, no es responsabilidad del gobierno de turno del Brasil, o de los demás países, que tiene en su territorio un pedazo de la Madre Selva. Es el compromiso de la nueva humanidad del siglo XXI, por preservar el gran pulmón verde que nos alimenta invisiblemente todos los días. Y la de proteger a la mayor biodiversidad que aun existen en el planeta.
Si se es sensible al tema amazónico y si somos capaces de sumar voluntades para alertar y difundir lo que allí sigue ocurriendo, mas temprano que tarde, todos miraran hacia ella, para exigir como un gran colectivo mundial, el cese definitivo de su deforestación.
Solo cuando esto ocurra, la ofrenda personal de Chico Mendes, como la de tantos mártires ambientalistas del Brasil, tendrá su justa valoración.
– Lenin Cardozo es Ingeniero, ambientalista, escritor. Estudios de Postgrados en MBA, Gerencia Pública, Filosofia, Historia. Doctorado en Ciencias. Director Ejecutivo de los noticieros ambientalistas Canal Azul 24 (www.canalazul24.com ) y Blue channel 24 (www.bluechannel24.com ). Fundador de la ONG AZUL Ambientalistas (www.azulambientalistas.org). http://lenincardozo.blogspot.com/
Fuente original: http://alainet.org/active/43508