Muchísimas gracias por acompañarnos, a los invitados internacionales y a los compañeros de Venezuela que vinieron desde distintas regiones para iniciar esta discusión y esta reflexión sobre cuál es el modelo de comunicación que necesitamos. Tenemos más de quinientos años escondiendo nuestras fiestas detrás de los ritos de quien nos dominaba, comunicándonos a través de […]
Muchísimas gracias por acompañarnos, a los invitados internacionales y a los compañeros de Venezuela que vinieron desde distintas regiones para iniciar esta discusión y esta reflexión sobre cuál es el modelo de comunicación que necesitamos.
Tenemos más de quinientos años escondiendo nuestras fiestas detrás de los ritos de quien nos dominaba, comunicándonos a través de los tambores, resistiendo con la música, con el canto, con la poesía. Convirtiendo la tradición heredada afrodescendiente detrás de un santo como San Benito, escondiendo lo que somos para resistir.
Es momento de salir de la resistencia y pasar a la ofensiva cultural y política. Es momento de pasar a la ofensiva comunicacional. En el momento en el que en América Latina se están conquistando tantos espacios de poder por parte del pueblo, no podemos seguir resistiendo desde las bases sin empezar nosotros a decidir cual es el destino de nuestros países, de nuestra cultura, cuál es el país y el mundo que estamos construyendo.
Por eso es tan importante, entonces, rescatar el espacio de la comunicación. Lo que nos determina como seres humanos y como sociedad es la posibilidad de comunicarnos y de alguna manera ese espacio comunicacional ha estado secuestrado en los últimos tiempos por el poder de los medios radioeléctricos que de alguna manera sustituyen al sujeto en la comunicación, a nosotros, a los seres humanos, al pueblo y se convierte entonces, el micrófono, la cámara, el medio en un fetiche que tiene mas poder que la palabra y que el encuentro entre la gente.
De tal manera que es necesario que estas redes que hemos tenido durante tantos años de resistencia pasen ahora a la ofensiva política y cultural, a la ofensiva comunicacional y definamos nosotros cual es nuestro plan de acción y de que manera pasamos a proponer como es el modelo de comunicación que queremos. Y ese modelo de comunicación es un modelo que de alguna manera esta en función del encuentro, del reconocerse en el otro, del encontrarse con el otro y con la otra. De identificarse con la lucha de otros pueblos. De dejar de ser pasivos espectadores para convertirnos realmente en activos comunicadores.
El pueblo venezolano dio un ejemplo extraordinario de lo que es un país consciente de su papel como comunicador. El 13 de abril el pueblo venezolano salio a la calle, tomó la palabra, buscó la información, además accionó y construyó su información y logro derrotar un golpe de estado orquestado por los grandes medios de comunicación, por las grandes transnacionales de comunicaciones en el mundo que había ya diseñado el como derrocar el gobierno bolivariano sin que hubiese ningún tipo de solidaridad mundial porque tenían montado el escenario de fiesta en esta derrota del pueblo venezolano sin que hubiese posibilidad de resistencia porque el escenario comunicacional estaba montado.
Sin embargo el 11 de abril el pueblo no les creyó, el 12 de abril el pueblo no se amedrentó ante toda la represión que los mismos medios a través de sus llamados a detener a los bolivarianos, a perseguirlos, donde primero entraba el periodista antes que el policía en los allanamientos y eran ademas hechos públicos a través de los medios, sin embargo el pueblo no se amedrento sino que sintió una enorme rabia antes lo que se estaba haciendo y actuó. El 13 de abril fue derrotado todo el aparataje mediático y todo el golpe de estado.
Yo creo que ésta es una demostración que a través de las redes que no eran solamente los medios comunitarios, sino la gente a través del teléfono, los motorizados en la calle. Una comunicación que va mas allá de la comunicación física hecha a través de un medio, era una comunicación emocional, afectiva, era una unidad de conciencia, una unidad colectiva de la conciencia de un pueblo decidido a ser libre.
Esa comunicación tenemos que hacerla verdad, hacerla consciente y no puede haberse quedado solamente en el 13 de abril, debe actuar todos los días. Es absolutamente importante conocer de que manera han resistido los compañeros en toda América Latina y en el mundo. De que manera la gente sigue construyendo esos espacios de comunicación afectivos, horizontales, dialógicos, de reconocerse en el otro, de identificarse con el dolor y con la victoria del otro. Por eso es tan importante que todos estos mecanismos que hemos tenido durante tantos años para seguir existiendo como cultura y como pueblo los hagamos conscientes y pasemos a proponerle al mundo un nuevo modelo de comunicación humano, un modelo de comunicación socialista.
Así que abrimos el espacio para esa reflexión desde Vive, desde los medios comunitarios convocando a todos y a todas para que planifiquemos y para que llevemos a nuestros pueblos, a nuestros gobiernos una propuesta por una verdadera democratización de las comunicaciones, por una re-apropiación del aspecto radioeléctrico y por un redimencionar la importancia de la comunicación que no puede estar en manos de intereses económicos, ni siquiera de intereses políticos, sino que debe estar en manos de los pueblos.
Así que bienvenidos y bienvenidas a este Congreso de Comunicación al Socialismo.