Roland Denis se define como «militante empedernido, agitador social profesional y padre de tres hijos» a quien le tocó vivir el «accidente» de ser viceministro de Planificación y Desarrollo en el Gobierno del actual presidente, Hugo Chávez, de 2002 a 2003. «Igual que me rompí el dedo el otro día peleando con un tipo que […]
Roland Denis se define como «militante empedernido, agitador social profesional y padre de tres hijos» a quien le tocó vivir el «accidente» de ser viceministro de Planificación y Desarrollo en el Gobierno del actual presidente, Hugo Chávez, de 2002 a 2003. «Igual que me rompí el dedo el otro día peleando con un tipo que quería asaltarme -explica con sorna-, llegué accidentalmente a ser viceministro».
El contexto de su llegada al aparato de Gobierno se sitúa en el intento de golpe de Estado contra Chávez el 11 de abril de 2002. «Tras el intento de golpe de Estado -que fue derrotado gracias a una rebelión popular- se dio una situación de muchísima incertidumbre. El Gobierno intentó negociar con los sectores golpistas, un intento inútil. No era posible mediar entre intereses contradictorios e innegociables. Se comenzó a conformar un movimiento de reacción de base contra esas negociaciones. El Gobierno, en un momento dado, contra la pared, apeló a líderes de movimientos populares reconocidos, que pudieran crear un puente más feliz entre el espacio de Gobierno y el espacio popular en movimiento. A mí me tocó y en ese momento yo acepté». Para Denis, la experiencia al frente del Ministerio de Planificación fue «extraordinaria». «Nos metimos a hacer mesas redondas de trabajo con los movimientos populares para generar políticas nacionales. Los consejos comunales, que ahora se multiplican por miles, y que son formas de autogobierno comunitario que tienen derecho directo a accesos y recursos del Estado, nacieron en esos debates del Ministerio de Planificación junto a los movimientos populares. De eso me siento orgulloso». Pero Roland Denis se salió del Gobierno meses más tarde. «La tecnocracia de Estado -partidos políticos, etc.- reaccionó muy fuerte contra lo que estábamos haciendo. Chávez tuvo que elegir entre nosotros y la élite política que gira alrededor de él. Desgraciadamente optó por ellos y no por nosotros.
Esos son los propios límites de Chávez. Pero para nosotros eso no es un problema de traición ni mucho menos, es parte del proceso y de la lucha de clases». Actualmente Roland Denis representa al Proyecto Nuestra América- Movimiento 13 de Abril (PNAM13A), una corriente político-social compuesta por diferentes movimientos sociales -campesinos, indígenas, obreros, medios alternativos y educadores- que, de cara a las próximas elecciones presidenciales de diciembre, plantean construir una campaña electoral alternativa, la campaña «Por todas nuestras luchas», buscando profundizar en el proceso social revolucionario abierto en la Venezuela bolivariana.
Denis afirma que la campaña alternativa defiende la reelección de Chávez, «porque es un símbolo muy importante de continuidad a un proceso», pero va más allá de la campaña electoral. Pretende «articular a los movimientos populares desde sus propias luchas, y conformar una ofensiva popular que confronte a la oligarquía política naciente y refresque y reconstruya el proceso, genere una revolución dentro de la revolución». «Hay que ir más allá de la actual Constitución, que se está quedando corta, ante los hechos, el mismo Chávez lo reconoce, hay que diseñar un programa autónomo de transición, una nueva carta roja».
Las aspiraciones del movimiento popular en Venezuela son ambiciosas, tienen en el horizonte «la constitución de una nueva democracia, un nuevo orden, una nueva esperanza». Reclaman «el poder sobre los recursos, el agua, la escuela, la industria, que sería articulado por la asamblea colectiva, la asamblea de todos, a través de consejos, delegaturas inmediatas y vocerías funcionales a ese poder». Denis reconoce que Venezuela actualmente está lejos de esos objetivos, pero insiste en la importancia de valorar los pasos que el actual Gobierno ya ha dado en temas de justicia social. «Las misiones del Gobierno han ayudado a distribuir la riqueza, y algunos servicios públicos fundamentales, sobre todo el campo educativo, se han ampliado.
Eso ha ayudado y ha dado estima a mucha gente. Hay que entender lo que significa para alguien que no sabe leer y escribir tener por lo menos el código de la escritura ya en su mano». «Por eso no se puede estar en la posición absurda de renegar de todo, de decir que si no hay un gobierno de los trabajadores proletarios y no sé qué cosa, aquí no pasa nada. Si tú hablas con una señora ahí en la Vega, un barrio de Caracas, con ese lenguaje, esa señora simplemente te va a sacar a patadas de su casa, porque ella ve que ha ganado cosas concretas, que nadie le ha regalado, Chávez no ha regalado a nadie un carajo».
A la pregunta de cómo se puede ligar un proceso de revolución interna con la presión externa internacional, los líderes y medios de comunicación occidentales que atacan y criminalizan la figura de Chávez, Roland Denis es rotundo: «Eso lo van a hacer con o sin ofensiva del movimiento popular». «Mientras Chávez esté ahí y continúe siendo un símbolo que hace mucho ruido en el mundo, y les bloquee, o por lo menos reste justificación a la guerra imperial que están haciendo ahora, las críticas continuarán».