La vicepresidenta segunda ha celebrado la adopción de la primera resolución sobre la economía social en este órgano de la ONU, que ha impulsado el Gobierno de España junto a otros países
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha comparecido este martes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para defender la primera resolución sobre la economía social del organismo, que ha impulsado el Gobierno de España y que se ha aprobado este martes. “Es posible superar un sistema económico despiadado, sin alma, que se funda en los recortes, el olvido de las personas más vulnerables y que está anclado en la desigualdad”, ha afirmado Díaz en la emblemática sala de la ONU.
El Ministerio de Trabajo ha puesto el acento en esta primera resolución de la Asamblea General de la ONU sobre la economía social, como un respaldo internacional a un modelo económico alternativo, no basado en la maximización de beneficios sino en la solidaridad y la contribución social. El Ejecutivo español aprobó justo la semana pasada una nueva Ley de Economía Social, que busca facilitar el desarrollo de estas iniciativas empresariales solidarias.
“La economía social ha logrado desmentir el interesado tópico de que el desarrollo económico de un país debe sacrificar, inevitablemente, unos ideales de justicia e igualdad que, muy al contrario, deben estar en el núcleo de nuestros sistemas políticos y económicos”, ha sostenido Yolanda Díaz, que ha puesto como ejemplo la gestión del gobierno de la coalición. “Las cosas, lo hemos comprobado, pueden hacerse de otra manera”, ha añadido.
Una economía “feminista”
La responsable del Ministerio de Trabajo ha destacado que la economía social es “nuestro ahora y nuestro mañana” por “plantea un modelo económico integrador y con objetivos sociales, basado en la solidaridad interna y con las personas en su centro”. Una economía que es “más participativa, más democrática, más comunitaria y más resistente a las crisis”, lo que facilita mejorar la vida de las personas “incluso cuando la incertidumbre nos acecha”, ha defendido.
Yolanda Díaz ha subrayado además que este modelo económico es “feminista”, por “su mayor flexibilidad y estabilidad laboral reduce también las brechas retributivas y salariales”. Como ejemplo, la vicepresidenta ha destacado que en España la brecha salarial entre hombres y mujeres en la economía social y solidaria es ocho puntos menor que en la media de la economía del país, como destacaba un reciente estudio de la OCDE.
Díaz ha señalado la capacidad “de innovación, cohesión y creación de empleo” de este modelo de economía, que en España supone alrededor del 10% del PIB y emplea a unos dos millones de personas, de manera directa e indirecta, según el Ministerio. “Haciendo posible el ideal de desarrollo humano de Naciones Unidas”, ha sostenido Yolanda Díaz. El pasado viernes, la vicepresidenta inauguró el primer centro de innovación y formación sobre economía social bilateral en la UE, impulsado entre España y Portugal.
Impulso internacional
La vicepresidenta segunda ha celebrado que la resolución adoptada en la ONU “impulsa la democracia y la justicia social como ejes vertebradores del mundo que aspiramos a construir”, que enfrenta “grandes desafíos” como “la reducción de las desigualdades” y la protección del medio ambiente y que “avanza en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030” de las Naciones Unidas.
Díaz ha destacado en nombre del Gobierno de España el “buen ambiente negociador en el que se ha desarrollado la iniciativa” y ha agradecido el papel de los países “cofacilitadores, Senegal y Chile” y el resto de estados “del grupo de apoyo” que ha impulsado y negociado la resolución, entre otros actores. En Trabajo destacan que España lleva trabajando unos “dos años” para que esta resolución saliera adelante.
El texto aprobado “anima a los Estados Miembros y organizaciones internacionales a incluir la economía social y solidaria en sus planes nacionales y documentos marco, alienta a las instituciones financieras y a los bancos de desarrollo a apoyar esta fórmula económica, además de solicitar informe a la Secretaría General de la ONU para volver a abordar este asunto en dos años”, ha destacado Díaz.
En el Ministerio de Trabajo celebran el impulso que la resolución puede suponer para estos proyectos económicos alternativos, no solo por su visibilidad, sino también por el acceso a financiación de los programas de Naciones Unidas.