Existe un error fundamental en el modo que tanto Donal Trump y sus críticos hablan normalmente sobre comercio exterior. Lo hacen un asunto de un país contra otro país, planteando la cuestión de si China, Canadá o cualquier otro socio comercial están tratando a los EEUU de manera justa. Por supuesto, Trump lo hace aún […]
Existe un error fundamental en el modo que tanto Donal Trump y sus críticos hablan normalmente sobre comercio exterior. Lo hacen un asunto de un país contra otro país, planteando la cuestión de si China, Canadá o cualquier otro socio comercial están tratando a los EEUU de manera justa.
Por supuesto, Trump lo hace aún más explícito con su retórica de «America First» y sus quejas sobre que otros países nos engañan porque ellos tienen superávits comerciales, pero sus críticos usan a menudo un lenguaje similar. Después de todo, es moneda corriente afirmar que China roba «nuestra» propiedad intelectual.