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Acceso a las grabaciones

Escuchas telefónicas revelan un intento de golpe de Estado de algunos oficiales del Ejército

Fuentes:

La expulsión de Venezuela del embajador de EE.UU como signo de solidaridad de Chávez con Bolivia (la cual acusaba a Washington de interferir en cuestiones políticas internas), la llegada de cazabombarderos rusos a Caracas para ejercitaciones militares de noviembre y las propias maniobras conjuntas con el ejército de Moscú han relegado a un segundo plano […]

La expulsión de Venezuela del embajador de EE.UU como signo de solidaridad de Chávez con Bolivia (la cual acusaba a Washington de interferir en cuestiones políticas internas), la llegada de cazabombarderos rusos a Caracas para ejercitaciones militares de noviembre y las propias maniobras conjuntas con el ejército de Moscú han relegado a un segundo plano una noticia de primera página: unas escuchas telefónicas trasmitidas por la televisión venezolana que demostraban la existencia de un plan de algunos militares para eliminar a Chávez y perpetrar un golpe de Estado.
Los hechos. Algunos oficiales de las fuerzas armadas querían, con ayuda de un caza F-16 atacar el avión presidencial y hacerse con el control de Palacio Miraflores, sede del gobierno de Venezuela, así como las televisiones nacionales. Se hubiera tratado de un nuevo golpe de Estado tras el golpe semi-fracasado de 2002.

Las escuchas fueron transmitidas por televisión y el audio es muy nítido. Protagonistas negativos de la trama son el vicealmirante Carlos Millán Millán, el antiguo jefe de Estado Mayor de la Guardia Nacional, Wilfredo Barroso Herrera, y el general Eduardo Báez Torrealba, antiguo comandante logístico de la Aeronáutica. Torrealba, que dejó el mando de las tropas militares durante el golpe de Estado y que fue acusado de formar parte del grupo de traidores en las escuchas, es el que se muestra más preocupado por los hombres a su disposición.

Pero también Barroso Herrera desempeña en las llamadas telefónicas interceptadas un papel muy importante. De las grabaciones se entiende bien claro lo que dice: «El objetivo debe ser uno y sólo uno: tenemos que ir a asaltar el palacio Miraflores. El esfuerzo debe dirigirse exclusivamente al arresto de Chávez.

Las acusaciones. Según los hombres del gobierno, tras el intento de golpe de Estado estaría el antiguo ministro de la Defensa, Raúl Isaías Baduel.  A buen seguro habría algunos colaboradores suyos como Millán Millán, interceptado mientras discutía el plan. Mientras tanto Chávez ha informado de que abrirá una investigación sobre lo sucedido y sostiene que el plan para eliminarlo contaba con el respaldo de los Estados Unidos y su proyecto «de asalto imperialista».

Fuente: http://www.peacereporter.net/dettaglio_articolo.php?idc=16&idart=12176