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Petróleo

Especulación vuela el techo de los precios

Fuentes: IPS Noticias

Los valores del petróleo en el mercado internacional alcanzaron este viernes otro récord, al punto de que en Nueva York llegó a cotizarse a 66,69 dólares el barril. Eso se debe a que hay muchas razones para empujar las compras y muy pocas para vender, según analistas.

Una demanda sostenida, problemas en refinerías, disminución de los inventarios de gasolinas en Estados Unidos, tensiones geopolíticas y la actividad especulativa fueron las principales razones que impulsaron los precios esta semana unos tres dólares por barril más que la anterior, indicó un informe del Ministerio de Energía en Venezuela.

El West Texas Intermediate (WTI), crudo marcador estadounidense, cerró esta semana en Nueva York a 66,55 dólares el barril de 159 litros, tras alcanzar topes de 66,69 dólares en algunas transacciones, un alza de 75 centavos sobre el valor de la víspera.

En Londres, el crudo Brent, referencia europea, llegó a 65,88 dólares por barril, otra marca máxima desde que en 1983 se iniciaron las negociaciones de petróleo a futuro.

Los promedios semanales fueron de 64 dólares para el barril de WTI, 63,02 dólares para el Brent, y 56,78 dólares para la cesta de 11 de sus crudos que utiliza la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), según el informe de Caracas.

Venezuela, a su vez, vende su cóctel de petróleos a 53,27 dólares por barril, en tanto México, el otro gran exportador latinoamericano, colocó su mezcla en 51,71 dólares.

Los precios son tres dólares más altos que hace una semana, seis dólares más que hace un mes, 15 dólares más elevados que en el primer trimestre de 2005, 25 dólares por encima del promedio de 2004, y más que duplican los valores de hace dos años.

Sin embargo, si se considera la inflación, los precios todavía están por debajo de los valores de 1979, después de la revolución iraní, cuando se situaron sobre los 40 dólares de la época y que, según las proyecciones financieras, corresponderían hoy a 80 dólares por barril.

Irán volvió a contribuir indirectamente al alza de precios esta semana, porque, siendo el segundo exportador dentro de la OPEP, detrás de Arabia Saudita, protagoniza un choque con la Unión Europea y Estados Unidos a propósito de su programa nuclear. Y esa percepción de conflicto es un factor que lleva intranquilidad al mercado.

Sin embargo, ese valor parece un horizonte cercano «y, aunque puede producirse una corrección a la baja, los operadores ven más probabilidades de que el precio se acerque a 70 dólares (el barril) que a 50», dijo Seth Kleinman, de la firma estadounidense de consultoría PFC Energy.

En América del Sur, el presidente venezolano Hugo Chávez, mientras concretaba acuerdos de cooperación petrolera entre su país y Argentina, Brasil y Uruguay, comentó que «el precio del petróleo seguirá subiendo porque, por una parte se agotan las reservas, y por otra están los factores como la guerra de Iraq».

«Le salieron mal los planes a Estados Unidos. Ellos aspiraban ya para estas alturas tener dominado a Iraq y explotar allí unos tres millones de barriles diarios, pero no han podido dominar ese país», comentó Chávez.

Iraq produce menos de dos millones de barriles diarios y, como el resto de los países de la OPEP y los productores ajenos a ella, trabaja prácticamente al máximo de su capacidad, para atender la demanda mundial que se cifra alrededor de los 84 millones de barriles por día.

La OPEP, que atiende 35 por ciento de ese consumo y despacha más de la mitad de los cargamentos de petróleo que se comercializan internacionalmente, está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.

La demanda sostenida de petróleo tiene puntales en el crecimiento de las economías de Estados Unidos y potencias emergentes como China e India, pero el precio es impulsado por los temores en los mercados, como el estadounidense, por una posible escasez de gasolina debido a dificultades en sus refinerías.

Por ejemplo, la firma ConocoPhillips, el mayor refinador estadounidense, sufrió el jueves una avería y un incendio en su destilería de Wood River, en el septentrional estado de Illinois, con capacidad para procesar 306.000 barriles diarios.

Esa cifra es pequeña en comparación con el consumo total de gasolina en Estados Unidos, unos 9,5 millones de barriles por día, pero el dato se sumó al informe del Departamento de Energía, según el cual las reservas comerciales de gasolina bajaron en la última semana de 205,2 millones de barriles a 203,1 millones.

Ante la perspectiva de menos gasolina en Estados Unidos y por lo tanto más cara de la media actual al detalle de 2,37 dólares el galón de 3,8 litros, los operadores buscan aprovisionarse de más crudo para compensar la merma de ingresos en el flanco de la refinación, y así aumentan la demanda y los precios.

«Actualmente, la especulación le agrega al precio de cada barril entre 18 y 20 dólares por unidad», comentó a IPS el experto venezolano de origen iraquí Mahzar al Shereidah.

La especulación trabaja con datos de inventarios, refinación y demanda en mercados como Estados Unidos, pero también con reportes meteorológicos sobre la temporada de huracanes que afecta las zonas petrolíferas en el golfo de México y, sobre todo, la situación en el Medio Oriente.

Si esta semana Irán aportó su cuota de intranquilidad al mercado, en la precedente los temores llegaron después que Estados Unidos advirtió de la posibilidad de ataques terroristas en Arabia Saudita, que extrae 9,5 millones de barriles diarios de crudo y es el mayor productor mundial.

«Ante esos riesgos geopolíticos, actualmente no se vislumbra alternativa para contrarrestar cualquier interrupción en el suministro», comentó Tony Nunan, analista de la corporación japonesa Mitsubishi. Esa circunstancia aviva el temor, incita al aprovisionamiento temprano y en consecuencia eleva los precios.

Para los pequeños países consumidores, como las economías de América Central, el costo de la factura petrolea es un duro golpe a sus economías.

Nicaragua pagará este año 520 millones de dólares, 95 millones más que en 2004, por los 10,5 millones de barriles que deberá comprar, y El Salvador gastará 900 millones de dólares para adquirir la misma cantidad de petróleo que el año pasado compró con 670 millones de dólares.

Hasta el año pasado, los gobiernos centroamericanos clamaron ante la OPEP para que elevara la producción y así contener los precios, pero los valores del crudo y la extracción casi a plena capacidad han anulado esa facultad de la organización exportadora para torcer el rumbo del mercado.