El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció el martes que gravará con impuestos punitivos de entre el 2,02 y el 437,73 por ciento las importaciones de estantes de alambre de acero de China. Una vez más, los productos «hechos en China» son víctimas de medidas proteccionistas de EEUU. El hecho ocurre sólo una semana […]
El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció el martes que gravará con impuestos punitivos de entre el 2,02 y el 437,73 por ciento las importaciones de estantes de alambre de acero de China.
Una vez más, los productos «hechos en China» son víctimas de medidas proteccionistas de EEUU.
El hecho ocurre sólo una semana después de que Washington prometiera tomar acciones contra el proteccionismo en la inversión y el comercio en las 20ª conversaciones de la Comisión Conjunta China-EEUU sobre Comercio (JCCT, siglas en inglés), celebradas en la ciudad china de Hangzhou.
EEUU prometió evitar cualquier medida proteccionista en el evento. Sin embargo, sólo en la semana pasada, ha gravado con varios impuestos punitivos varios productos chinos.
Washington afirma que está intentando proteger las «normativas del comercio» al aplicar estos impuestos, pero es evidente que EEUU está protegiendo sus propios intereses a costa del libre comercio.
Las medidas proteccionistas perjudican a las dos partes. Por ejemplo, la reciente imposición por parte de EEUU de aranceles punitivos sobre todos los automóviles y camiones ligeros de China durante tres años no sólo ha afectado a las exportaciones de China, sino que ha privado a los consumidores estadounidenses de más y más baratas opciones.
Además, estas medidas podrían provocar una guerra comercial en casos extremos, y tienen consecuencias muy negativas sobre el comercio y sobre las relaciones en general entre las dos partes en conflicto.
El proteccionismo comercial es un veneno que, si no se trata correctamente, echará a perder los primeros signos de recuperación de la economía mundial. EEUU, como la mayor economía del mundo, debería tomar la iniciativa a la hora de abogar por políticas comerciales responsables.
Las recientes medidas proteccionistas de EEUU están muy relacionadas con su aún débil crecimiento económico y sus conflictos políticos internos, pero un líder más fuerte debería tener las agallas de ser más previsor y cumplir las promesas que ha hecho.
Puede que Barack Obama no quiera una guerra de comercio, pero este impulso proteccionista podría ser muy difícil de controlar una vez que se haya recurrido a él, afirmó el diario Wall Street Journal en un reciente artículo.