En agosto del 2007 se estrenó la crisis referida como La Gran Recesión y con altibajos allí continúa en un proceso de deterioro continuo en los países ricos altamente endeudados -PRAE (1)- que son los que antes lideraban la economía mundial. Se ha visto desenvolverse la crisis como una cebolla, con una primera capa que […]
En agosto del 2007 se estrenó la crisis referida como La Gran Recesión y con altibajos allí continúa en un proceso de deterioro continuo en los países ricos altamente endeudados -PRAE (1)- que son los que antes lideraban la economía mundial. Se ha visto desenvolverse la crisis como una cebolla, con una primera capa que fueron los préstamos de mala calidad de la banca estadounidense de la mano de las agencias calificadoras de riesgo que llegó hasta Europa cuando Paribas, IKB Deutsche Industriebank, Hypo Real Estate y Commerzbank reconocieron que ellos también tenían problemas con inversiones en bonos estadounidenses.
La segunda etapa fue una crisis bancaria derivada de la anterior cuando quebró Lehman Brothers mientras se rescató a los muy grandes para quebrar. Esto condujo al cierre del crédito interbancario (credit crunch) que llevó a una caída del comercio interno en Estados Unidos y del comercio internacional (-29%) en general. La tercera etapa fue a inicios de 2009 con la recesión derivada de la caída brutal del comercio por el credit crunch y el costo de la limpieza de los sistemas financieros.
La cuarta etapa fue el impacto fiscal de la recesión combinado con el de la aplicación de políticas contra cíclicas y rescates bancarios. Los ejemplos más saltantes son Grecia, Portugal, Irlanda y España y más tarde Estados Unidos, Italia, Gran Bretaña, Bélgica y Francia.
La quinta etapa deriva de la aplicación de políticas de saneamiento fiscal en medio de la recesión que está llevando a niveles de malestar sociales en cuanto desempleo juvenil, políticas anti inmigrantes, encarecimiento de los servicios públicos y desmantelamiento de la economía de bienestar europea. Esto se ve reflejado por el movimiento de los indignados en España y otro similar en Portugal, las protestas en Gran Bretaña, Grecia e Italia, la matanza «anti musulmana» en Noruega y otros efectos sociales a las presiones derivadas del recorte del gasto público en el 2011. Esta quinta etapa viene acompañada de una recesión profunda que podría ser el preámbulo a una depresión económica.
En esta quinta etapa se ha hecho evidente tras catorce meses de rescates, salvatajes y refinanciaciones, que Grecia era la metáfora y chivo expiatorio de los países mayores y sus problemas. El impasse en Estados Unidos entre los republicanos y los demócratas por la manera de hacer el ajuste fiscal llevó al país del norte al borde la quiebra y forzó a que las calificadoras de riesgo de dicho país lo degradaran de su histórico AAA a AA tras un vergonzoso enfrentamiento de poderes y premio a los más ricos del país(2). El efecto, mientras se debatía el presupuesto y techo de deuda en el Congreso de la Unión, fue una caída libre del índice Dow Jones de la bolsa de Nueva York, que perdió 15.7% de su valor de capitalización entre el 21 de julio y el 10 de agosto, llevándose consigo a todas las bolsas del mundo ya que hay un solo mercado bursátil mundial interconectado con información en tiempo real.
Mientras tanto, en el mejor ejemplo de lo que no debe de ocurrir en un esquema de integración y cooperación financiera, los dos aportantes mayores del Fondo de estabilización monetario europeo se abrogaron bilateralmente el derecho de imponer condiciones de ajuste económico sobre los demás países subordinándolo a sus intereses(3). Esto contraviene el espíritu multilateral de la Unión Europea que tanto trabajo costó a lo largo de cincuenta años y es un acto bilateral entre los dos grandes que hacen y acuerdan lo que los demás deben de hacer. Es tan bilateral como la postura del Tesoro de los Estados Unidos frente al FMI. El único problema es que el próximo en caer es Francia(4).
El problema de la crisis «mundial» comienza y termina en Estados Unidos y mientras eso no se resuelva no hay salida a los países ricos altamente endeudados (PRAE). Para ver la dimensión del problema de Estados Unidos baste citar el informe de Bureau of Economic Activity del 29 de julio, 2011(5) «El PIB real del primer trimestre, aumentó el 0.4 por ciento» (se estimó en abril en 1.9%) y tras la revisión de los datos «Del cuarto trimestre de 2007 al primer trimestre de 2011, el PIB real disminuyó en una tasa promedio anual del 0.2 por ciento; en las estimaciones antes publicadas, el PIB real había aumentado en un una tasa promedio anual del 0.2 por ciento.»
1) Países ricos altamente endeudados son aquellos que tienen un PIB per cápita encima de 30,000 dólares, una deuda pública encima de 80% del PIB, un nivel de reservas internacionales equivalente a menos de dos meses de importaciones y una tasa de crecimiento del PIB esperada cercana al 1%. Son las economías que emiten las monedas de reserva internacional, el Yen, el Euro, la Libra Esterlina y el Dólar estadounidense. Incluyen a Japón, Estados Unidos, Gran Bretaña y una gama de países europeos incluyendo Francia.
2) Ver la nota editorial de Warren Buffet, el hombre más rico de Estados Unidos y uno de los más ricos del mundo sobre este tema. «Stop Coddling the Super Rich» http://www.nytimes.com/2011/08/15/opinion/stop-coddling-the-super-rich.html
3) Roubini Global Economics, «Franco-German Meeting on August 16: No Eurobonds Without Binding Fiscal Rules», http://www.roubini.com/critical-issues/118319.php?parent_briefing=47577&utm_source=contactology&utm_medium=email&utm_campaign=RGE%20Daily%20Top%205%2C%20Tuesday%2C%20August%2016%2C%202011
4) Roubini Global Economcs, «Pressure Mounts on France’s Triple-A Credit Rating», August 15, 2011, http://www.roubini.com/analysis/161178.php
5) «National Income and Product Accounts. Gross Domestic Product: Second Quarter 2011 (Advance Estimate). Revised Estimates: 2003 through First Quarter 2011»
http://www.bea.gov/newsreleases/national/gdp/gdpnewsrelease.htm
– Oscar Ugarteche, economista peruano, trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México. Es presidente de ALAI y coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA) www.obela.org