La semana pasada, el prestigioso Instituto Brookings convocó una conferencia sobre la eficacia de la política monetaria para estimular y sostener el crecimiento económico. En la conferencia, Larry Summers, ex secretario del Tesoro de Estados Unidos y profesor de la Universidad de Harvard, y Lukasz Rachel del Banco de Inglaterra, presentó un documento que pretendía […]
La semana pasada, el prestigioso Instituto Brookings convocó una conferencia sobre la eficacia de la política monetaria para estimular y sostener el crecimiento económico. En la conferencia, Larry Summers, ex secretario del Tesoro de Estados Unidos y profesor de la Universidad de Harvard, y Lukasz Rachel del Banco de Inglaterra, presentó un documento que pretendía revivir, una vez más, la idea de que las principales economías capitalistas están prisioneras de un ‘estancamiento secular’: » Nuestros hallazgos apoyan la idea de que, sin políticas de compensación, las economías industriales maduras son propensas al estancamiento secular».
Según esta tesis, hay un estancamiento a largo plazo en las principales economías capitalistas. A pesar de que los bancos centrales reducen las tasas de interés a cero o incluso por debajo (de manera que los banqueros y los capitalistas son pagados para que se endeuden); y a pesar de que los bancos centrales imprimen enormes cantidades de dinero para comprar bonos y otros activos financieros (flexibilización cuantitativa), el crecimiento del PIB real y de la inversión siguen siendo débiles. Aunque las tasas de desempleo están oficialmente cerca de mínimos de ciclo en muchos países, la inflación es igualmente baja, contradiciendo la posición tradicional keynesiana de que hay un equilibrio entre el empleo y la inflación (la llamada curva Phillips).