El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, advirtió esta noche a Estados Unidos que está tomando «medidas» para una eventual suspensión del suministro petrolero a suelo estadunidense, en caso de que el gobierno de George W. Bush intente «pasarse de la raya» contra su gobierno. Previamente, Caracas había exigido a Estados Unidos que deje de interferir […]
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, advirtió esta noche a Estados Unidos que está tomando «medidas» para una eventual suspensión del suministro petrolero a suelo estadunidense, en caso de que el gobierno de George W. Bush intente «pasarse de la raya» contra su gobierno.
Previamente, Caracas había exigido a Estados Unidos que deje de interferir en sus asuntos internos y lo emplazó a que aclare si la nueva ofensiva verbal forma parte de un plan para desestabilizar el país de cara al presente año electoral, al responder a las declaraciones de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.
Chávez calificó a los gobernantes de Estados Unidos de «estar locos» luego del llamado «internacional» de Rice a crear «un frente unido» contra el mandatario venezolano, al subrayar que cada vez que hay una señal de conciliación «se sueltan los halcones y destrozan cualquier iniciativa de acercamiento».
Chávez tachó de «amenaza» las declaraciones de Rice, e insistió en que Washington tiene un plan contra Venezuela para evitar su relección en los comicios de diciembre próximo.
Por ello, llamó a levantar «el espíritu nacionalista, a la organización popular, el trabajo, para seguir resistiendo las agresiones y derrotando al imperialismo».
«Ellos creen que yo no puedo tomar esa medida, porque el petróleo no tenemos donde colocarlo. ¡Ah!, están equivocados», exclamó el mandatario.
Añadió que de muchos países piden petróleo venezolano, y que Caracas no les ha podido dar más porque ahora entregan un millón y medio de barriles diarios de su producción a Estados Unidos.
Recordó que Estados Unidos lo que más quiere de Venezuela es su petróleo, y acusó al presidente Bush de representar un gobierno «irresponsable, genocida, asesino e imperialista», y que ha olvidado a su pueblo porque gasta «la mayor parte del dinero que tienen en gastos militares para invadir otros pueblos».
El mandatario venezolano dijo que en cambio su gobierno bolivariano utiliza los ingresos petroleros para ayudar a los pobres que viven dentro y fuera del país.
Luego, Chávez acusó a Bush y al primer ministro británico, Tony Blair, de «poner a andar» un plan contra Venezuela para evitar su relección, y que ambos tratan de sumar a España, Francia, Alemania y toda Europa, y citó entre los implicados al ex gobernante español José María Aznar.
«Mister Danger (Señor Peligro) -como llama a Bush-, forme usted su frente y nosotros formaremos el nuestro», aseveró. Explicó que Venezuela está construyendo junto con otros países de América Latina un frente contra el imperialismo.
Agradeció a Brasil y Chile por negarse a la propuesta de Rice y saludó al mandatario cubano, Fidel Castro, y «el nacionalismo» del boliviano Evo Morales.
Tras señalar que Venezuela está preparado para «resistir el atropello imperialista», el mandatario refirió que «ella (Rice) dijo algo que es muy grave y lo ha hecho saber ante el mundo, que está llamando a cancilleres, que llamó al de España, Brasil y al de Austria, para alertar a esos países sobre Venezuela».
«Los funcionarios estadunidenses están locos», dijo Chávez, al destacar que los pronunciamientos de Rice se dan luego de algunos signos de distensión en las relaciones bilaterales, en alusión a la entrevista que sostuvieron el martes pasado el embajador venezolano en Washington, Bernardo Alvarez, y el subsecretario adjunto para América Latina de Estados Unidos, Tom Shannon.
Pero las palabras de Rice ahora «empañan» la reunión entre Alvarez y Shannon, aseveró el presidente. «Apenas sale alguien lanzando una señal de reconciliación, (en Estados Unidos) se sueltan los halcones; eso no es gobierno, es una locura», fustigó.
«El gobierno de Bush no tiene política internacional», subrayó el gobernante venezolano.
No obstante, descartó que en su gobierno exista preocupación por las palabras de Rice, ya que, aseveró, «una cosa es la opinión de algunas figuras, pero la opinión mundial está con Venezuela». Por el contrario, dijo, Washington se está quedando solo por su «falta de moral».
Rice, al calificar el pasado jueves a Chávez de «desafío para la democracia» y peligro para la región, y de mantener lazos con Cuba, anunció que había entrado en contacto con varios cancilleres para «que haya una especie de frente unido frente a algunas de las cosas en las que está implicada Venezuela».
Chávez dijo que Rice «vuelve por sus fueros y nos ataca de manera inclemente», en referencia a críticas que hiciera la secretaria de Estado estadunidense en la audiencia de su confirmación, en enero de 2005, cuando calificó al gobierno de Caracas de «fuerza negativa en la región».
Plan de desestabilización
La viceministra venezolana de Relaciones Exteriores para Estados Unidos, Mary Pili Hernández, dijo por su parte que Rice se refirió a un paro de transporte que supuestamente estaría sucediendo en Venezuela, lo cual, dijo, no se corresponde con la realidad.
«Esto refleja otro tipo de planes, hay que tener cuidado con que se esté tratando de crear una situación de inestabilidad social en Venezuela de cara a las elecciones (presidenciales) de diciembre y tal como sucedió en 2002», apuntó la funcionaria.
Puntualizó que su gobierno ha exigido a Washington que aclare si las palabras de Condoleezza Rice sobre el supuesto paro, que no existe, se enmarcan en un plan de desestabilización, pues, dijo, exhortó a los sindicatos internacionales a apoyar a los trabajadores en Venezuela para que actúen como sucedió en Polonia con el sindicato Solidaridad.
Mientras tanto, el presidente del Congreso de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que Estados Unidos está financiando una huelga local de los transportistas, convocada luego de la muerte de varios conductores a manos del hampa, en referencia a los dichos de Rice, y dijo que quieren repetir el paro como lo hicieron en Chile cuando derrocaron al presidente Salvador Allende.
«Chávez es un presidente electo por su pueblo por una gran mayoría y uno de los pocos gobernantes que en medio de su mandato se ha sometido a referéndum. Entonces, no puede haber dudas sobre la legitimidad de su mandato», asentó el canciller brasileño, Celso Amorim, al ser interrogado sobre la declaración de la jefa de la diplomacia estadunidense.
El presidente chileno, Ricardo Lagos, negó haber tenido contactos con el gobierno de Estados Unidos para contrarrestar la supuesta influencia en América Latina del presidente venezolano.
«No, no hemos conversado de ese tema, no estaba informado», dijo el mandatario en Santiago ante consultas de la prensa.