Alemania anunció el domingo una garantía para todos los depósitos de los consumidores en su sistema bancario. La medida forma parte de un conjunto de medidas de emergencia adoptadas en Europa para apuntalar un sistema financiero abatido por la crisis internacional de crédito. Además de su sorpresiva decisión de garantizar los depósitos bancarios, Berlín acordó […]
Alemania anunció el domingo una garantía para todos los depósitos de los consumidores en su sistema bancario. La medida forma parte de un conjunto de medidas de emergencia adoptadas en Europa para apuntalar un sistema financiero abatido por la crisis internacional de crédito.
Además de su sorpresiva decisión de garantizar los depósitos bancarios, Berlín acordó un plan de rescate para Hypo Real Estate Holding AG, un banco con activos en torno a los 400.000 millones de euros (US$552.400 millones), que se especializa en financiar la construcción de bienes inmuebles.
El gobierno consiguió que bancos privados concedieran un crédito de 15.000 millones de euros, unos US$20.700 millones, a Hypo. El préstamo se suma a una inyección de 35.000 millones de euros, US$48.200 millones, acordada hace una semana.
Los gobiernos de Bélgica y Luxemburgo, por su parte, orquestaron un nuevo rescate para Fortis NV, un conglomerado bancario y de seguros, que tenía activos por 871.000 millones de euros a fines de 2007, luego de que un plan anterior no frenó un éxodo de clientes. El banco francés BNP Paribas asumirá el control de las operaciones de Fortis en Bélgica y Luxemburgo luego de pagar 15.000 millones de euros en efectivo y acciones.
UniCredit, el segundo banco de Italia, anunció luego de una reunión de su junta directiva un aumento de capital de 3.000 millones de euros. La reunión de emergencia se produjo días después de que el presidente ejecutivo de UniCredit apareció en televisión para insistir en que las finanzas del banco eran sólidas.
Los ejecutivos, sin embargo, decidieron convocar a la reunión luego de que la acción cayera en picada debido a la preocupación insistente entre los inversionistas por la liquidez del banco. La acción de Unicredit alcanzó su valor más bajo en diez años, antes de repuntar.
¿Frente unido?
Las medidas se produjeron menos de 24 horas después de que los líderes de los cuatro mayores países europeos prometieran proteger el sistema financiero del continente, tras una reunión en París.
«Nos estamos comprometiendo de forma solemne a respaldar las instituciones bancarias y financieras», afirmó el presidente francés Nicolas Sarkozy durante una conferencia de prensa en la cumbre del sábado.
Los gobiernos europeos hacen frente a una falta de confianza por parte de los consumidores que merma la credibilidad incluso de los bancos considerados más fuertes.
No obstante, las medidas desesperadas y dispares del domingo plantean interrogantes sobre si los gobiernos, reguladores y banqueros europeos están preparados para sortear las repercusiones de la crisis financiera. Algunas de las principales economías de la región están cerca de la recesión.
«Esta situación nos ha obligado a todos a poner los pies sobre la tierra, y el fantasma de un virulento espiral decreciente de condiciones financieras y crecimiento económico ha tomado una forma muy definida y concreta en la mente de todos», escribió Marco Annunziata, economista jefe global de UniCredit, en una carta a sus clientes. Annunziata no se refería directamente a la situación de UniCredit.
A pesar de que los gobiernos europeos han tratado de mostrar un frente de unidad en su búsqueda de soluciones para la contracción del crédito, las divisiones abundan.
La semana pasada, Irlanda fue criticada por varios gobiernos de la Unión Europea (UE) cuando decidió garantizar de forma unilateral todos los depósitos en las seis instituciones financieras más grandes del país. La Asociación de Banqueros Británicos calificó la decisión de reñida con la libre competencia, mientras el Banco Central y Autoridades de Servicios Financieros de Irlanda dijeron que han registrado un aumento del flujo de depósitos desde que se aprobaron las medidas la semana pasada.
Hasta el momento, las propuestas para crear reglas conjuntas contra la crisis -como un fondo de rescate bancario de miles de millones de euros, similar al plan de US$700.000 millones de EE.UU.- se han abandonado por temor a que fueran imposibles de controlar. A raíz de ello, los cuatro líderes de la UE reunidos el sábado no analizaron acciones concretas, sino que acordaron ciertos principios. Entre ellos: mantenerse mutuamente informados de las medidas para rescatar a los bancos, incluyendo sanciones contra los jefes de bancos que quiebren.
También considerarán formas de enmendar los estándares de contabilidad internacionales y buscarán la relajación de las normas que prohíben la ayuda estatal y los monopolios, según un comunicado divulgado tras la cumbre.
A medida que la crisis se propaga, algunos observadores se comienzan a preguntar si los reguladores europeos han sido lo suficientemente estrictos al evaluar la exposición de los bancos a activos en problemas y su capacidad para evitar problemas de liquidez.
La canciller alemana Angela Merkel dijo que los ejecutivos de Hypo que habían tomado decisiones irresponsables enfrentarán las consecuencias.
La garantía a los depósitos, por su parte, busca exclusivamente apuntalar la confianza del público más que a Hypo, que no es un banco minorista. Los bancos alemanes ya garantizaban un 90% de los depósitos hasta los 20.000 euros, mientras que un fondo voluntario cubría sumas por encima de esa cantidad.