Conocer a Eva Forest y gozar de su amistad ha sido uno de los grandes privilegios de mi vida. Eva luchadora, Eva escritora, Eva editora, Eva sabia, Eva compañera, Eva madre, Eva amiga, Eva cómplice, Eva irónica, Eva cocinera, Eva joven. Tantas y solo una. Quiero guardar en mi memoria el […]
Conocer a Eva Forest y gozar de su amistad ha sido uno de los grandes privilegios de mi vida.
Eva luchadora, Eva escritora, Eva editora, Eva sabia, Eva compañera, Eva madre, Eva amiga, Eva cómplice, Eva irónica, Eva cocinera, Eva joven. Tantas y solo una.
Quiero guardar en mi memoria el recuerdo de Eva siempre deseosa de aprender, siempre buscando y siempre hallando.
Quiero conservar en la retina el brillo de su mirada entusiasta.
Quiero pedir al mundo no un minuto de silencio, sino un minuto de clamor. Pongámonos en pie y gritemos al unísono: Eva. Tal vez, la Tierra se conmueva y nos devuelva con el eco un mundo transformado como el que ella deseó.
Quiero pedirle a los editores que la historia de vida de Eva Forest forme parte de los libros de texto que alimenten el conocimiento de las generaciones futuras.
Quiero llenar el vacío que la muerte de Eva me produce. Sé que no estoy sola, que este desconsuelo se derrama por todos los continentes.
Querida Eva, seguiremos tu ejemplo.