Habitualmente escuchamos argumentos en pro y en contra de la implantación de software libre en las Organizaciones (sean privadas o públicas) y en sus Centros de Proceso de Datos. A pesar de la gran experiencia que existe en el uso de este tipo de software en Instituciones que gestionan sistemas con cierta criticidad (en cuanto […]
Habitualmente escuchamos argumentos en pro y en contra de la implantación de software libre en las Organizaciones (sean privadas o públicas) y en sus Centros de Proceso de Datos. A pesar de la gran experiencia que existe en el uso de este tipo de software en Instituciones que gestionan sistemas con cierta criticidad (en cuanto a número de usuarios, marca y prestigio profesional, exigencia de disponibilidad, . . .) y de los casos de éxito de los procesos de migración a estas tecnologías, el rechazo a utilizar estos productos y a la creación de entornos tecnológicos soberanos sigue predominando entre los equipos de soporte de las TIC.
Exponemos aquí algunas de las razones mas utilizadas que, en teoría, justificarían este rechazo:
1) Con el software libre no es posible alcanzar el mismo rendimiento y productividad que con el software cerrado. Quizás algunos desconozcan (por poner algún ejemplo) que 485 de las supercomputadoras más potentes del mundo utilizan como Sistema Operativo Software libre (GNU/Linux); c omo también que la gran mayoría de software propietario/ cerrado , esta basado en el software libre, y se aprovecha de éste para comercializar su producto.
2) No existe soporte ante problemas e incidentes al cuál recurrir que pueda dar solución en tiempo y forma. Sin embargo, al utilizar Software Libre, cualquier empresa especializada puede ofrecer dicho soporte rompiendo el monopolio de los casos en los que sólo una compañía conoce la tecnología; evidentemente hay que tener un contrato de soporte con alguna de esas empresas; al igual que se tiene para los productos no libres con los fabricantes de esos productos . Además, en algunas ocasiones, hemos sufrido momentos de caídas o de degradación de rendimiento de los sistemas ( que soportan aplicaciones críticas por alta exigencia de disponibilidad) y, al requerir el soporte del fabricante (utilizando el magnífico contrato del que se disponía) , hemos sido conducidos por un rosario de grupos de escalado (local, nacional,… ) hasta llegar a lo que llaman laboratorio, bien por que no entienden tu criticidad o bien por que su desempeño del trabajo les fuerza a intentar resolver el conflicto en ese nivel, con el resultado de dilatar la resolución del problema.
Si el software no es libre no tenemos acceso al código fuente. Nadie salvo el fabricante puede acceder a él y, como todo software, no esta libre de fallos, pero no se puede estudiar y descubrir.
3) Los productos libres vienen de la evolución de trabajos de fin de carrera de estudiantes universitarios y no tienen el rigor y consistencia que se requiere en las organizaciones que nos dedicamos a La Producción; se dice: «Esto es serio y no podemos dejar que lo gestione un software cualquiera».
La actividad desarrollada entorno al sw libre y las posiciones favorables hacia su uso suelen estar en personal próximo al periodo universitario; y esto se asocia con inexperiencia, falta de responsabilidad de negocio, investigación, prueba y error, bugs en los productos, etc.
Parece como si el software libre tuviera sus adeptos en personas inquietas de perfil joven, algo así como que la edad nos va haciendo más conservadores y admitimos que la innovación debe alejarse de la producción.
Quien piense esto no debería viajar en avión, nada más serio que tu propia vida y la de los tuyos. La mayoría de las compañías aéreas, al igual que la flota de submarinos nucleares de Estados Unidos utilizan Software Libre para el gobierno de sus sistemas. Parece que ‘Sí que dan de sí los trabajos de fin de carrera’. El software cerrado como puede ser el S.O. Windows puede ocultar puertas traseras a las agencias de seguridad, o permitir ataques como el de WannaCry del pasado 12 de mayo de 2017. En Abril de 2017 el grupo de hacker Shadow Brokers desveló una practica utilizada por la NSA, y Microsoft ha tenido que sacar parches para tapar esos fallos de seguridad que se han desvelado y que la NSA ha estado utilizando durante más de dos años.
El software libre dispone de una comunidad de personal técnico que trabaja para evolucionar el producto que ya quisieran para sí las grandes empresas que proporcionan software privativo.
4) Al trabajar con un software cerrado, el personal técnico y su responsable se sienten protegidos por la marca comercial de dicho software; de tal modo que cualquier fallo, que afecte a la disponibilidad de los sistemas, diluye la responsabilidad entre la dirección de la organización y la marca del software. Sin embargo, en el caso de las soluciones libres, toda la responsabilidad recae en la persona que tomó la decisión de su instalación y en el equipo de trabajo que da el soporte a esa tecnología.
El día 13 de mayo del 2017, un día después del ataque de WannaCry, se cifraba en más de 130 M € los costes provocados por dicho ataque, pero esto quedó rápidamente desfasado. La cola provocada por el ataque informático en el puerto de Algeciras duró 2 días (¿qué coste tiene esto?); empresas automovilísticas y de las TIC cerraron sus factorías u ordenaron apagar los ordenadores a sus trabajadores.
5) Cuando las organizaciones son grandes y llevan años de trabajo, los productos software cerrado también lo son; el personal técnico lleva años de experiencia con esos productos, tienen cierta confianza en su estabilidad y rendimiento (o están cómodos con el grado de confianza y rendimiento alcanzado); y por tanto, existe un protocolo (intangible) entre fabricante y cliente que garantiza el funcionamiento (sea malo, mejorable o bueno). Esto da seguridad al equipo técnico de la organización. Si señor, con esta visión aún estaríamos utilizando máquinas de escribir y diseñando a mano. La evolución tecnológica es inevitable y resulta un error grosero escudarse en el Software Libre para no contemplar la inevitable resistencia al cambio que todos tenemos.
6) La instalación de un nuevo software en una organización (y en general de cualquier tecnología), supone una alteración de las condiciones de funcionamiento y conductas establecidas; y esto puede suponer la llegada de ‘fantasmas’ en forma de amenazas hacia el equipo que ofrece el soporte tecnológico en la organización. Se necesitarán nuevas capacidades que deberán adquirirse con formación al equipo existente, o con otras personas que las incorporen.
«Nadie puede llegar (de fuera) y decirnos cómo debemos hacer las cosas, cuando llevamos tantos años manteniendo un alto nivel de operaciones». Pero estas nuevas capacidades serán necesarias en cualquier evolución tecnológica, no hay más que observar en perspectiva y analizar los cambios en los que nos hemos visto inmersos, o ¿es que manejamos actualmente los mismos entornos tecnológicos que hace 15 años? Hemos pasado del servidor físico a la virtualización de servidores, y ahora se está trabajando en las soluciones hiperconvergentes; todo ello gracias a productos libres.
7) «No existe ahorro»; quizá al contrario, para implantar entornos de software libre se necesitará inversión y trabajos en los sistemas actuales, por lo menos a corto plazo.
«El software cerrado no lo puedo desinstalar», debe coexistir durante algún tiempo con el libre, por lo que además del anterior, tendré el nuevo para realizar la misma función. Además de los trabajos de implantación de dicho software en los sistemas en producción, los trabajos de migración, formación, etc. En términos económicos, no existe ahorro, lo que existe es transformación de gasto en inversión. Gasto de adquisición de licencias que se puede invertir en asistencia para la instalación, soporte y formación de los productos tecnológicos; así como para la construcción de soluciones de negocio basadas en ese s oft w are libre . Además de la mejora del tejido productivo local, provocando un cambio del modelo productivo en el sector TIC .
8) «Yo lo valgo»: Si mi trabajo es crítico y estoy poniendo todo mi empeño en resolverlo, que menos que la organización se gaste algo de dinero (comprando software cerrado, el que haga falta) en mantener el nivel operativo que tenemos. Como si el gasto que hace la organización en nuestras herramientas de trabajo fuera un indicador del prestigio profesional y laboral que se tiene. Como si no hubiera que romper las visiones egocéntricas en cualquiera de los ámbitos de una organización.
9) Existe un abanico muy amplio de productos que ofrecen las mismas soluciones. Esta cartera de productos sigue creciendo a un ritmo que es imposible de seguir sin la existencia de un observatorio tecnológico especializado.
Aquí hemos de dejar de hablar por un momento de software Libre o cerrado y hablar sencillamente de Tecnología y ser conscientes de que lo que hoy es novedoso, mañana puede estar obsoleto. La carrera tecnológica es una realidad incontestable, y aquellas organizaciones donde las TIC ocupen un lugar esencial y no se ocupen de realizar una correcta vigilancia tecnológica, corren el riesgo de ir siempre a remolque. Afortunadamente, no podemos evitar la rápida evolución tecnológica.
10) Una falacia que ha hecho mucho daño al desarrollo y utilización del software libre es que no tiene coste. Nunca he visto un balance coste-beneficio comparativo entre un software cerrado y su equivalente libre; teniendo en cuenta todos los factores que deben intervenir en dicho balance: formación de usuarios, trabajos de instalación, soporte y mantenimiento, servicios de actualizaciones de versiones (¿cuánto habrá costado la instalación del parche de windows en el caso del WannaCry?), . . . y otros intangibles que fortalecen a la organización, como son la transformación en una corporación con soberanía tecnológica, el poder establecer alianzas de futuro con empresas locales que mejoren o soporten el oftware, la mejora del tejido productivo, etc.
Hemos hablado de los parches de windows en relación al WannaCry. ¿Alguien certifica la seguridad total de esos parches? ¿Cómo podemos saber que no siguen existiendo otras puertas traseras? Lo que es inconcebible, es que tras este ciberataque, las organizaciones no estén migrando a soluciones seguras.
11) La excusa de los usuarios. En general, los usuarios están formados en tecnologías propietarias; bastante tienen con realizar las tareas del negocio como para pedirles que cambien de tecnología. Es posible que la nueva tecnología realice más funcionalidades (y más interesantes) que el software cerrado; pero en el software libre, es suficiente que una funcionalidad no se contemple de forma inmediata o directa para que produzca rechazo y provoque levantamientos laborales. Nada que no se pueda solventar con una correcta formación y soporte a los usuarios, algo que además debería asegurarse indistintamente del tipo de tecnología (cerrada o abierta) que se utilice. Típica reacción al cambio, quizá ocurriría lo mismo si ese cambio no fuera hacia productos sw libre.
CONCLUSIÓN
Quizá como profesionales de la informática, lo que podríamos concluir es que existen dos tipos de software: Software bueno y Software malo, y que de ambos tipos te puedes encontrar soluciones libres y abiertas o privativas y cerradas. Eso sí, al menos las soluciones libres puedes auditarlas y estudiar su grado de bondad; además de otros beneficios comentados anteriormente.
Cosas que tiene la apuesta por la Soberanía Tecnológica.
Juan López Vilaplana @JuanLopezVi
Gabriel Carrión Rico @GabrielCarrionR
Fuente: https://blog.gvsig.org/2017/05/23/excusas-para-no-incorporar-el-software-libre-en-tu-organizacion/