Este doce de febrero se llevará a cabo en Venezuela las elecciones primarias, en las que se medirán cinco candidatos de diversas toldas políticas, donde el ganador representará a la oposición en los próximos comicios presidenciales y competirá con el actual mandatario Hugo Chávez Frías. Es por ello, que se consultó a la internacionalista y […]
Este doce de febrero se llevará a cabo en Venezuela las elecciones primarias, en las que se medirán cinco candidatos de diversas toldas políticas, donde el ganador representará a la oposición en los próximos comicios presidenciales y competirá con el actual mandatario Hugo Chávez Frías.
Es por ello, que se consultó a la internacionalista y politóloga, María Eugenia González, quien expresó que esta contienda electoral ha desatado una fragmentación interna en los partidos políticos que adversa al Gobierno Bolivariano y se percibe un desgaste en sus discursos.
– ¿Cómo ve el panorama para las elecciones del 12 de febrero?
-Veo el panorama como un escenario de desgaste progresivo para los aspirantes a las primarias en dos niveles: primero a lo interno, entre ellos mismos y, segundo a lo externo, con respecto al principal competidor que tienen y primera opción a ganar las verdaderas elecciones presidenciales el 07 de octubre, que es el actual Presidente de la República.
Los pre candidatos de oposición han tratado de mostrar el proceso primario del próximo 12 de febrero como general, proyectando que inexorablemente quien gane ese proceso primario será el Presidente de Venezuela a partir del próximo 07 de octubre, cuando la realidad es que después que ellos realicen su proceso (si efectivamente llega a concretarse), es cuando realmente se soltarán los demonios en la oposición. Después del proceso primario tendrán que hacer frente a la campaña de descrédito interna hacia el pre candidato que quede electo entre Capriles, Pérez, Machado, Arria y Medina, para posteriormente luchar contra los pre candidatos que una vez fuera hagan caso omiso a los resultados y «salten la talanquera» de la llamada unidad.
–¿Cómo ve esa estrategia de dimitir Leopoldo López para apoyar al Gobernador de Miranda Henrique Carriles Radonsky?
-Esa «estrategia» de la dimisión de López fue más una necesidad, fue la crónica de una muerte anunciada. López y su grupo siempre supo que no tenía la receptividad necesaria para participar en el proceso primario y mucho menos para ganarle un proceso electoral al Jefe de Estado venezolano, pese a que López había venido realizando un trabajo político de calle intenso a través de las redes populares y sin embargo, no tenía opción de ganar, fundamentalmente por su poco clara situación jurídica para ejercer cargos públicos. La amañada y vieja política venezolana, definitivamente no iba a apoyar una opción que representara un riesgo.
La «fortaleza» de Capriles producto de la dimisión de López, la visualizo como un espejismo, no como algo pragmático. La ventaja que tiene Capriles ante los demás pre candidatos, es que es el candidato que ha ocupado mayor número de cargos públicos emblemáticos, como presidir el Congreso de la República y estar frente a un estado como Miranda con una gestión medianamente eficiente, hecho que le permitió repetir en la gobernación y desempeña actualmente tal cargo. Sin embargo, y pese a que Capriles aparece actualmente de primero en las principales encuestas, Pablo Pérez es el candidato que posee la maquinaria política, en virtud de que lo apoyan los partidos políticos tradicionales, hecho que por cierto pareciera que lejos de beneficiarlo lo está perjudicando.
–¿De acuerdo a los diversos debates que han tenido los candidatos a las primarias, como conocedora de la materia qué considera que le ofrecen de nuevo al pueblo venezolano?
-Nada. No hay nada nuevo en el discurso político opositor, no hay un plan estructurado ni planificado, todos los pre candidatos cabalgan sus discursos en función de temas que afectan a la colectividad en general y que son problemas heredados de la Cuarta República, de los cuales el Presidente Chávez ha asumido la responsabilidad de los mismos, pese a que son problemas enquistados desde hace muchos años y a cuya solución se les está dando un tratamiento estructural, tales son los casos del asunto de la inseguridad y de la vivienda. Por ejemplo, todos los candidatos dicen que van a combatir la inseguridad, pero no dicen cómo combatirla, es muy fácil prometer soluciones a los problemas sin decir como hacerlo, muy utópico.
–Candidatos de oposición han manifestado que hay un régimen de estado de emergencia donde el Gobierno de Chávez ha hecho reformas perversas. ¿Es eso cierto?
-Ese planteamiento se adapta completamente al discurso opositor. Incluso podríamos entrar en una larga discusión referente a la intencionada utilización del término «reforma» y no llamar las cosas por su nombre.
Lo que en Venezuela está ocurriendo desde 1999 es una auténtica Revolución, con sus fallas y errores, hay que admitirlo, pero ha sido un Proceso Revolucionario, de cambios radicales en la forma y manera de hacer política, que han resquebrajado el status quo que por muchos años mantuvieron y alimentaron la derecha y la oligarquía en el país. El Gobierno Bolivariano ha venido desmontando paulatinamente todo lo perverso que se había instaurado en el país. El Gobierno ha venido revirtiendo la política del «Más para unos pocos y menos para los muchos» y evidentemente eso no le gusta a las que en su momento fueron las clases dominantes en el país.
–Recientemente María Corina Machado aseguró tener la experiencia para detener la destrucción del país ¿Qué tiene que decir al respecto?
-Creo que responder a esa pregunta sería caer en el juego de la descalificación opositora. Ni ella ha demostrado tener experiencia (dinero si, pero eso no da la experiencia) ni el Gobierno actual está destruyendo al país.
– ¿Para finalizar qué reflexión podemos sacar de éste escenario político que se está viviendo en el país?
-Definitivamente la manera de hacer política de la oposición venezolana sigue siendo la misma de los tiempos de la Cuarta República, evidentemente ellos responden a esos intereses, fundamentalmente a los económicos. Difícilmente la oposición venezolana va a lograr algún día unirse verdaderamente, cada uno responde a grupos distintos. Fíjate, en este momento que los precandidatos necesitan mostrarse más unidos que nunca para poder cautivar y atraer a la población que simpatice con ellos, y con todo y eso la simple presentación de un Plan de Gobierno, que sabemos que nadie va a respetar, tuvo rechazo por parte de dos de los precandidatos, tal es el caso de Diego Arria que se abstuvo de firmarlo y de Pablo Medina que lo firmó con reservas. Sin embargo, pese a que entre ellos internamente se siente mucha fragmentación, me parece muy bien que el juego se mantenga dentro de los parámetros democráticos y muchos de ellos se hayan alejado, por lo menos lo que uno siente, de las salidas violentas o no contempladas en la Constitución Nacional.
* Lucía Berbeo es licenciada en comunicación social, analista político y colaboradora para este medio de comunicación.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.