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Panamá

Falacias de la reforma de la Seguridad Social

Fuentes: Argenpress

Las reformas a la ley Orgánica de la Caja del Seguro Social (CSS) probablemente serán discutidas por la Asamblea de Diputados el próximo mes de enero. Se dice que se va a unificar la edad de jubilación de hombres y mujeres. Actualmente, los hombres en Panamá se jubilan o pensionan a los 62 años y […]

Las reformas a la ley Orgánica de la Caja del Seguro Social (CSS) probablemente serán discutidas por la Asamblea de Diputados el próximo mes de enero. Se dice que se va a unificar la edad de jubilación de hombres y mujeres. Actualmente, los hombres en Panamá se jubilan o pensionan a los 62 años y las mujeres a los 56 años. ¿Cuál es el problema de esta medida? Se está planteando una unificación a los 65 años de edad, lo que significa un incremento tanto para las mujeres como para los hombres, con el pretexto de que el promedio de vida en Panamá es de 77 años. En cuanto a esto, hay que ver que se trata del promedio o esperanza de vida al momento de nacer. Mantener esa esperanza de vida significa que la población panameña va a tener acceso a una alimentación adecuada, a la salud, a la educación, a los servicios básicos. En Panamá más del 40% de la población es pobre. Más del 41% de los que están ocupados están en el sector informal. ¿Se mantiene la esperanza de vida?

Aquí hay que hacer un análisis de la perspectiva de género que señala que todas las mujeres en este país no tienen las mismas condiciones. Hay una mayoría de mujeres que están por debajo de la línea de la pobreza. Hay un 24% de mujeres que son jefas de hogar. Y, ¿tienen todos los hombres las mismas condiciones? ¿Mantienen la posibilidad de esa expectativa de vida? Indudablemente no. La clase obrera, que cada vez ha visto más y más mermada su capacidad de poder hacerle frente a las necesidades fundamentales, no tiene las expectativas que se están trabajando a nivel de provincias. Estas expectativas se ven mermadas en la medida que existe un sector cada día más concentrado que es el que se queda con más del 69.7% de la riqueza. Esta es otra de las falacias que se comienzan a estar señalando, para justificar algo que ya la CEPAL ha señalado que es una medida ‘recurrente’, o sea, que cada cierto tiempo hay que volver a esta medida, porque sus efectos son efectos que ni siquiera alcanzan el corto plazo. Se está planteando que es una medida que le va a permitir a la CSS estar estable por 25 años. Lo mismo se nos dijo en 1997. No habían pasado cinco años cuando nuevamente se planteó que había que reformar la Ley Orgánica de la CSS.

Otra medida que se está recomendando es la creación de los llamados ‘pilares’. La creación de los ‘pilares’, ya a nivel interamericano se ha comprobado que es una política que no resuelve el problema de la CSS. Los pilares son una tendencia a crear privatización de los servicios de la CSS, y los pilares lo que hacen es negar la posibilidad de salud a una población significativa de este país. Hay un ejemplo muy claro: en Chile, cuando se dieron políticas contractivas en la economía, efectivamente, los asegurados en esos períodos perdieron su recurso a pesar de pagar a las administradoras un 30% por el manejo de sus recursos de jubilaciones. Sin embargo, las administradoras, en el peor de los períodos, cuando los asegurados no recibieron ningún tipo de dividendos, recibieron un porcentaje de 14%. En la mayoría de los países donde se ha aplicado este programa de pilares (Chile, España, Canadá, etc., etc.) ha fracasado. Entonces, ¿para qué se va a implementar un programa que ya se sabe que ha sido un fracaso en otras partes del mundo? También se está planteando en este momento que de los cuatro programas que tiene la CSS se va a separar uno de ellos. Sabemos que la separación de estos programas no corrige los problemas de la CSS, sino que, -por el contrario-, lo que crea son condiciones propicias, para que sectores empresariales con muy claros fines en este país se hagan de los recursos de la CSS, porque se pretende separar, precisamente, el programa que tiene más de 200 mil millones de dólares en su haber. Aunque el Presidente Torrijos, el Ministro Vásquez y el señor Chapman digan que no van a privatizar, el proyecto es privatizador. Habría que preguntarle a estos señores qué es lo que entienden por privatización. Si no saben lo que es privatización desde la lógica neoliberal hay que exhortarlos a que se lean los documentos del Banco Mundial donde claramente se define que ya la privatización no tiene ese carácter de ‘compra directa’, sino que una ‘concesión administrativa’ es privatización; también lo es la compra de servicios al sector privado.