El cine colombiano está hoy consternado por la muerte del afamado cineasta Jaime «El mono» Osorio, productor entre otros filmes, de los reconocidos María, llena eres de gracia y La Virgen de los sicarios. Asimismo, El mono -por el color dorado de su cabello- dirigió Confesión a Laura y Sin Amparo. Desde hace dos años, […]
El cine colombiano está hoy consternado por la muerte del afamado cineasta Jaime «El mono» Osorio, productor entre otros filmes, de los reconocidos María, llena eres de gracia y La Virgen de los sicarios.
Asimismo, El mono -por el color dorado de su cabello- dirigió Confesión a Laura y Sin Amparo.
Desde hace dos años, Osorio residía en una finca en el central departamento de Cundinamarca, donde murió este domingo de un paro cardiorrespiratorio, a los 59 años de edad.
«El legado fundamental de Jaime Osorio, como director, es Confesión a Laura, reconocida por muchos como una de las tres mejores películas del cine colombiano de todos los tiempos», afirmó el crítico de cine Mauricio Laurens.
Por problemas de costo, Osorio tuvo que filmar Confesión a Laura en La Habana, Cuba, en lugar de Bogotá, pero con ella ganó en los festivales de Huelva, España; Cartagena, Colombia, y Trieste, Francia.
Laurens agregó que también hay que destacar su trabajo al lado del cineasta Lisandro Duque, con quien hizo las películas Visa USA y Milagro en Roma.
Además, prosiguió, realizó los mediometrajes Derechos reservados (1986), una película autobiográfica, y De vida o muerte (1987), base del largometraje Confesión a Laura.
Nacido en 1947, en Viterbo, en el noroeste departamento de Antioquia, Osorio estudió derecho en la Universidad Autónoma de Colombia y su primer trabajo cinematográfico fue un documental de corte político: Chile no se rinde, carajo.
rc/ale