En mayo la citábamos como ejemplo de heroísmo. EEUU la sitió, bombardeó, intentó rendir por hambre. No pudo. Faluya resistió al costo de centenares de muertos.Ahora el invasor vuelve a la carga. 12.000 soldados la rodean e inician el asalto. Tras semanas de implacables bombardeos. Sin respetar nada. Como los nazis contra Varsovia.Faluya es baluarte […]
En mayo la citábamos como ejemplo de heroísmo. EEUU la sitió, bombardeó, intentó rendir por hambre. No pudo. Faluya resistió al costo de centenares de muertos.
Ahora el invasor vuelve a la carga. 12.000 soldados la rodean e inician el asalto. Tras semanas de implacables bombardeos. Sin respetar nada. Como los nazis contra Varsovia.
Faluya es baluarte de la resistencia iraquí. Ciudad-símbolo. Como lo fue Madrid en 1939. Emblema de la resistencia popular republicana contra el ejército fascista de Franco.
Por eso EEUU la quiere aplastada. La ha sitiado nuevamente. Ordenado que todo varón mayor de 15 y menor de 50 sea capturado o muerto. Somoza perseguía, mataba a jóvenes.
En su aislamiento interno y externo, el invasor recurre a la violencia total. Usando de portavoz al pelele nombrado primer ministro de Iraq. Cuando Sandino usó a Adolfo Díaz.
Dice el invasor que la batalla será cruenta. Y profundamente desigual. Artillería, misiles, aviación, blindados, contra milicianos armados de fusiles y morteros. Valiente, el invasor.
Repite errores. Creer que la lucha termina aplastando una ciudad. Larga se avisa la guerra. Y cruel. El resultado es previsible. La duda es la destrucción, los muertos. Como siempre.