Recomiendo:
0

Fannie y Freddie: Neoliberalismo de estado

Fuentes: Reseña Estratégica

La ya esperada decisión del Gobierno de EU, de poner bajo custodia a los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac, tomada el pasado domingo 7 de septiembre, para ostensiblemente evitar una catastrófica quiebra del sistema financiero «globalizado», representa simplemente el precio a pagar por la idea de que los mercados autorregulables son las fuerzas […]

La ya esperada decisión del Gobierno de EU, de poner bajo custodia a los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac, tomada el pasado domingo 7 de septiembre, para ostensiblemente evitar una catastrófica quiebra del sistema financiero «globalizado», representa simplemente el precio a pagar por la idea de que los mercados autorregulables son las fuerzas motrices fundamentales de la economía. O, como lo dijo el ex-ministro de Hacienda de Brasil Luiz Carlos Bresser Pereira, reflejando el consenso de sus colegas invitados a los festejos de los 200 años del Ministerio de Hacienda brasileño, es «el entierro del neoliberalismo».

Hasta el mismo Wall Street Journal, el portavoz por excelencia del modelo «anglo-americano» de capitalismo salvaje, anticipa que la intervención estatal en las literalmente quebradas empresas hipotecarias deberá ser seguida por otras, en especial en el sector de las tarjetas de crédito -igualmente amenazado por niveles históricos de endeudamiento de sus poseedores- y en la industria automotriz, para evitar la quiebra de una o más de las «Tres Grandes» armadoras norteamericanas. O sea, una vez más los excesos financieros en los propios Estados Unidos confirman lo imprescindible que es el consagrado Estado nacional soberano como la entidad política más capaz de organizar las sociedades en pro del interés colectivo.

En efecto, como lo hemos venido enfatizando en nuestras publicaciones, lo que estamos presenciando es el agotamiento de este «modelo anglo-americano» basado en el privilegiar la usura en vez de las actividades productivas. En un artículo divulgado en su blog («Fannie Mae y Freddie Mac -nuestra crisis de hoy es parte de un patrón que ya ocurrió antes»), el historiador Robert Patterson hace una muy didáctica comparación con el período de expansión que se verificó en Europa a partir del siglo XIII, trágicamente encerrado con los excesos financieros y la Peste Negra de mediados del siglo siguiente:

«Como en todos los sistemas, hay largos períodos de equilibrio. Los buenos tiempos del crecimiento del mundo medieval dieron confianza a las personas. Con la confianza, las tasas de crecimiento aumentaron y la población comenzó a crecer. Con el aumento de la población, las tensiones aparecen. Muy probablemente, los precios de los alimentos y de la energía aumentan. Los salarios y los bienes manufacturados no aumentan tan de prisa. ¿Tiene sentido, no?

«En el siglo XIV, la retroalimentación de la energía y de los alimentos más estimados era más inmediata de lo que es hoy. Una vez que la leña fácil ya había sido cortada, los precios de la energía se disparaban. Con un sistema alimentario bastante localizado y sin maquinaria o productos químicos, había poca probabilidad de expansión rápida. Así, en la medida en que la población crecía, los precios de los alimentos también aumentaban.

«A los propietarios de la tierra les fue bien. Todos sus siervos tenían que usar los ‘depósitos de la compañía’. Los propietarios poseían no solamente las vidas de sus siervos, sino los molinos y el poder monopolista de evitar que los siervos hicieran algún negocio, excepto con ellos. Los negocios y el capital se expandieron rápidamente.

«Los pobres se volvieron más pobres -los ricos, más ricos. Los gobiernos se volvieron más pobres, porque los ricos conseguían exenciones de impuestos y los costos del gobierno -guerra incesante- seguían aumentando. Para mantener el sistema funcionando, los monarcas desvalorizaban sus monedas. La inflación se desató y la confianza en el dinero cayó. Todo el edificio era mantenido en base a un sistema bancario bastante sofisticado. Los mejores expertos de Wall Street, estaban entonces en Italia.

«Pero, así como hoy, al final, el juego financiero vacío llegó a su fin. En 1298, el Bear Stearns de la época, la Gran Tabla del Banco Buonsignori de Siena quebró y fue rescatada. En 1307, el banco quebró y se llevó a muchos con el. Por un momento el juego vació fue retomado por los bancos florentinos -inclusive los Bardi y los Peruzzi. Pero, en 1302, los bancos florentinos también comenzaron a caer. En 1343 y 1346, quebraron los mayores de ellos.

«El sistema estaba estirado al límite. No había colchón para la caída. En 1348, vino el golpe final. La Peste Negra alcanzó a Europa como un tsunami. La población no solamente disminuyó en 1348, sino que en todo el resto del siglo.

«¿Este patrón no se encaja en nuestra propia experiencia? De hecho, no solamente encaja, sino que también ya aconteció varias veces antes. Pero nunca el escenario para la caída fue tan grande».

Así como ocurrió con Northern Rock en la Gran Bretaña, la estatización de hecho de las gigantescas hipotecarias estadounidenses significa una intentona desesperada del Establishment anglo-americano para estirar un poco la vida de su sistema caduco, en un esfuerzo de posponer el inevitable calendario de la crisis sistémica, tal vez, para después de las elecciones presidenciales norteamericanas de noviembre. Tenga o no éxito tal intento, la realidad ya sentenció el fin de una era.