Un tribunal británico ordenó. hace algunas semanas, al gobierno de Zambia pagar más de US$40 millones a un «fondo buitre» que compró deuda de ese país por menos de US$4 millones.
Los llamados «fondos buitres» compran deuda barata de países en desarrollo y esperan a que los precios se recuperen para obtener jugosas ganancias al reclamar el pago completo de la deuda más los intereses capitalizados.
Existe preocupación de que estos fondos estén lesionando los beneficios que los países en desarrollo obtienen con la cancelación de parte de sus deudas externas.
En el caso de Zambia, el consejero presidencial Martin Kalunga-Banda, le dijo a la BBC que «esos US$40 millones equivalen al valor de toda la cancelación de la deuda que se nos otorgó el año pasado».
Al adoptar el fallo, el juez Andrew Smith aclaró que no se basaba en «juicios morales» sino en una interpretación estricta de la ley.
El juez calificó de «deshonesta» a la persona detrás de los «fondos buitres», Michael Sheehan, quien actuaba a nombre de la empresa Donegal International, y dijo que Sheehan ha «engañado» a los tribunales en tres países.
Este fallo se suma a una nueva demanda que dos fondos, Dart y Elliot, iniciaron contra Argentina ante tribunales estadounidenses.
Una decisión previa de la Corte Federal de Apelaciones de EE.UU. había fallado a favor de Argentina y en contra del financista Kenneth Dart, quien quería embargar las reservas que el Banco Central de Argentina tiene depositadas en la Reserva Federal estadounidense.
Un nuevo reclamo presentado ante el juez Thomas Griesa pone en juego la independencia del Banco Central argentino y sigue pujando por apoderarse de cuantiosas ganancias.
«Burla»
En opinión de Caroline Pearce, de Jubilee Debt Campaign, organización británica que clama por una moratoria de la deuda de los países en desarrollo, estas prácticas de los «fondos buitres» constituyen una «burla» a los esfuerzos gubernamentales para aliviar sus cargas financieras.
«La obtención de provecho no puede llegar a mayores niveles de cinismo que en este caso. Zambia esperaba destinar los fondos por concepto de cancelación de la deuda a la formación de muy necesitados enfermeros, maestros y la creación de infraestructura», declaró Pearce.
La organización Debt Advisory International, creada por Michael Sheehan, maneja una serie de «fondos buitres» que adquirieron deudas subvaluadas de varios países pobres para reclamar en los tribunales el valor total de los adeudos más los intereses.
Zambia -donde el salario promedio roza un dólar al día- es uno de los países más endeudados del mundo y la comunidad internacional ha coincidido en la necesidad de que se le condone parte de su carga financiera.
Debt Advisory International declinó ofrecer entrevistas sobre el tema, pero el reportero de la BBC Greg Palast emplazó a Sheehan frente a su casa en Virginia, EE.UU.
A la pregunta de: «¿Por qué intenta extraer US$40 millones de una de las naciones más pobres del mundo?», Sheehan respondió: «Sin comentarios. El caso está en litigio. Esa deuda no era mía».
A otro interrogante del periodista: «¿No está tratando de lucrar a costa de la labor de quienes quieren salvar vidas por medio de la cancelación de la deuda de países pobres?», Sheehan agregó: «Hubo una propuesta de inversión. Es todo cuanto puedo decir».
«Nada que esconder»
La BBC también intentó entrevistar en Nueva York al elusivo multimillonario Paul Singer, a quien se le atribuye la idea originaria de los «fondos buitres».
En 1996, su fondo especulativo Elliott Associates, desembolsó US$11 millones por deuda peruana devaluada y en 2000 demandó a Lima por el pago completo de la deuda más los intereses capitalizados.
La compañía reclamó un monto de $58 millones. Recibió los $58 millones, con lo cual Perú casi entra en moratoria en sus pagos de deuda.
Ahora, la firma demanda a Congo Brazzaville por US$400 millones por una deuda que adquirió por US$10 millones.
La respuesta del portavoz de Singer a la solicitud de entrevista de la BBC fue: «No tenemos nada que esconder. Sólo que no concedemos entrevistas».
¿Corrupción?
El caso de Zambia ha sacado a la luz acusaciones sobre presunta corrupción en ese país que habría conspirado en contra de los intereses nacionales y a favor de los «fondos buitres».
Se ha acusado a antiguas autoridades zambianas de haber recibido sobornos por US$2 millones para facilitar la labor de intereses financieros externos.
Un correo electrónico mostrado en el tribunal británico que siguió el caso establece que un pago a «la organización de caridad favorita del presidente» facilitó las cosas para «negociaciones favorables».
Michael Sheehan, al ser emplazado por la BBC a la salida de su casa, explicó que no se trató de un «soborno» sino de una «donación caritativa».
Según Sheehan, «ofrecimos hacer una donación a una iniciativa para construir hogares de bajo presupuesto, una iniciativa que construyó varios miles de casas».
Sheehan agregó: «Están distorsionando los hechos».
Una campaña de Jubilee Debt Campaign pretende que el caso de Zambia sea el último de su tipo que se presente en los tribunales británicos.