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Fracasó la ‘Operación Europa’ contra la revolución venezolana

Fuentes: ABN

Pocos procesos revolucionarios como el venezolano y su líder han sido víctimas en los últimos tiempos de una conspiración tan diabólica, sometidos durante casi 7 años al más brutal de los ataques por parte de Estados Unidos, de la oligarquía criolla y los sectores más retrógrados de América Latina y Europa, en su afán por […]

Pocos procesos revolucionarios como el venezolano y su líder han sido víctimas en los últimos tiempos de una conspiración tan diabólica, sometidos durante casi 7 años al más brutal de los ataques por parte de Estados Unidos, de la oligarquía criolla y los sectores más retrógrados de América Latina y Europa, en su afán por recuperar perdidos privilegios políticos y económicos y por considerarlo como un mal ejemplo para otros pueblos que aspiran liberarse de su yugo.

Durante los últimos 2.100 días, han recurrido a los recursos más perversos para destruir una revolución pacífica e inédita que le está devolviendo al pueblo humilde, la igualdad y la justicia que durante siglos le fueron negadas, y mas aún durante los últimos 48 años, cuando los inventores de una ficción de democracia lo sumió en abismos de pobreza, enfermedad e ignorancia, al malversar las ganancias obtenidas del petróleo para enriquecerse a la sombra del Imperio que explotaba esa ingente riqueza natural.

Hoy, una vez más, como el tahúr que lanza sobre la mesa una de las últimas cartas que guarda bajo la manga para vencer al rival que le ganado todas las partidas anteriores, la oposición venezolana ha desplegado, esta vez desde Europa, otra de las maniobras de su agenda conspirativa al afirmar que el Presidente Hugo Chávez Frías, «pueda retirar su candidatura y ordenar violencia callejera en caso de verse derrotado aún antes del 3-D, o cometer fraude electoral ese mismo día.»

Semejante exabrupto, podría atribuirse de manera simplista al estado de frustración que reina en las filas opositoras ante la realidad que ofrece el panorama electoral venezolano, donde todas las encuestas, sin excepción, incluyendo las encargadas por la oposición dentro y fuera del país, dan como triunfador en las elecciones del 3 de diciembre al Jefe del Estado y candidato presidencial, por una aplastante mayoría de más de 30 puntos porcentuales sobre el aspirante opositor.

Lo cierto es que esta nueva maniobra forma parte del guión escrito desde Washington para ser interpretado por sus peones de la oligarquía criolla junto con el resto de ese otro grupo de vasallos que son los fascistas españoles quintacolumnistas del Partido Popular y el sector ultra conservador del Partido Popular Europeo, que arrogándose la voz del Parlamento europeo, ejecutaron dicha acción a fin de preparar a la opinión pública del viejo continente para que acepte el golpe que el Imperio organiza contra Chávez.

Hasta Bruselas se trasladaron esta semana, en cumplimiento de ese plan, dos miembros del comando de campaña de Manuel Rosales, Carlos Guillermo Arocha y Eudoro González y su asesor en política exterior, Adolfo Taylhardat, para reunirse con su compinche del PP y eurodiputado español Jaime Mayor Oreja, y después de celebrar una reunión con miembros del grupo del Partido Popular Europeo, ofrecieron una rueda de prensa convocada por el diputado hispano.

Allí dieron rienda suelta a una sarta de calumnias orientadas a enlodar la reconocida y bien ganada imagen democrática del jefe del Estado venezolano y la transparencia del proceso electoral que está a punto de culminar en Venezuela, en el que Chávez se perfila como triunfador, en ese nuevo intento de los opositores para impedir que la comunidad europea e internacional reconozca la victoria electoral del presidente y candidato de la revolución bolivariana.

Con lo que no contaron los calumniadores, fue con la presencia en ese recinto, de Alejandro Fleming, embajador venezolano ante la Unión Europea, quien procedió a derribar el «edificio» conspirativo levantado allí por el trío de agentes venezolanos y su homólogo español, quien días antes, durante la visita que realizó a Venezuela había iniciado la fase I del plan conspirativo al autoproclamarse falsamente como enviado oficial del Parlamento Europeo a fin de hacer ver que esa institución apoyaba la candidatura de Rosales.

Una tras otra, a medida que Fleming hablaba a los periodistas, fueron cayendo bajo el peso de la verdad las mentiras levantadas poco antes por los conspiradores, quienes una vez más fracasaron en su empeño por desvirtuar la realidad venezolana ante Europa a fin de cumplir con los lineamientos de la perversa estrategia diseñada desde Washington para destruir a la revolución bolivariana contando con el apoyo de una confundida y manipulada opinión publica del viejo continente.

Falsedades como la que Rosales iguala o aventaja a Chávez en las encuestas; que la reelección es «abominable»; que «Aló Presidente’ se transmite por radio y TV en cadena nacional; que existe el temor generalizado de que las captahuellas violen el secreto del voto, -y la más canallesca de todas, la que afirma que «con el poder que tiene el Presidente, tiene la capacidad de interferir en el resultado de las elecciones manipulando el sistema del voto electrónico, quedaron reducidas a cenizas, junto con la que asoma la posibilidad de un autogolpe.

Fue un fracaso total de esa llamada «Operación Europa» que había comenzado en Venezuela días antes, con la presencia en el país, de Mayor Oreja, quien asumiendo de manera ilegítima el rol de representante del Parlamento Europeo, intervino groseramente en los asuntos internos del país, apoyando la candidatura de Rosales y criticando abiertamente al proceso revolucionario y al presidente Hugo Chávez Frías.

La reacción de los sectores progresistas del Parlamento Europeo indignados ante lo dicho por el diputado fascista español no se hizo esperar, al expresar en una carta, que «las declaraciones de Mayor Oreja, no representan de manera alguna al Parlamento Europeo como institución parlamentaria supranacional y que sus declaraciones se limitan a representar exclusivamente la visión del diputado y eventualmente, la de su grupo político que es sólo uno de los siete grupos del Europarlamento.»

«Jaime Mayor Oreja, olvida que todas las elecciones en Venezuela se han realizado de manera transparente, y han sido además refrendadas por la comunidad internacional. El propio Parlamento Europeo certificó como legítimas las últimas elecciones realizadas en este país.»

«El Parlamento Europeo, y esto incluye al diputado Jaime Mayor Oreja -finaliza expresando la misiva- no podrá intervenir en el proceso electoral de diciembre próximo, el cual, estamos seguros, dará la reelección el presidente Hugo Chávez, a quien los pueblos de toda América Latina miran con esperanza y verdadero interés.»

Las declaraciones de los tres agentes de la oposición venezolana y del diputado fascista español, han servido para poner al descubierto, una de las últimas maniobras de la conspiración que el Imperio y sus cómplices adelantan contra el proceso revolucionario y su líder, una «Operación Europa» que ha sido reforzada con la participación de los elementos más retrógrados del ultra conservadorismo europeo y latinoamericano, como lo son José María Aznar y Mario Vargas Llosa, enemigos jurados del proceso venezolano y su líder.

Aznar, quien apoyó a los golpistas del 11-A, y junto con Blair el otro «perro faldero» de George W. Bush, respaldó al «Nerón del siglo XXI» en su mentira más obscena, al acusar a Irak de poseer armas de destrucción masiva, cuando fungía como jefe del gobierno español, cargo que perdió a manos del pueblo que lo castigó por la infamia cometida a raíz de los atentados terroristas de Madrid, al acusar falsamente a los activistas de ETA de ser autores de los mismos, dijo que «Chávez y Fidel son desestabilizadores.»

Desde Guatemala, donde se encuentra de visita, el «fuhercito», como lo bautizó Fidel, el fracasado político español, afirmó que «Hugo Chávez y Fidel Castro buscan desestabilizar a los gobiernos de Latinoamérica, al decir que «hay un eje Castrochavista dedicado a desestabilizar a muchos países. No se si alcance ahora a Nicaragua con el triunfo del ex guerrillero Daniel Ortega’, expresó en su desbocada declaración contrarrevolucionaria.

El escritor peruano-español, por su parte, asumiendo un papel de profeta, juez y parte en la contienda electoral venezolana, emplazó esta semana a la OEA a denunciar las irregularidades que según afirma, se registrarán durante las elecciones del 3-D, ya que «en Venezuela -asegura- se están violando todas las reglas preelectorales, adulterando de antemano la voluntad de los electores,» conminando al organismo hemisférico a «pronunciarse sin ambages sobre estas violaciones del espíritu de las leyes que fundamentan la democracia.»

Una vez puesta en evidencia y fracasada la más reciente celada tendida contra la revolución bolivariana a través de la «Operación Europa», solo cabe esperar en los 8 días que faltan para el 3-D, una nueva y acaso más violenta embestida de la conspiración golpista, una acción para la cual está debidamente preparado y en estado de «Alerta máxima» el pueblo venezolano y la Fuerza Armada Nacional con Chávez y sus más leales colaboradores al frente.

La advertencia del Jefe del Estado en tal sentido, ha sido clara y contundente.

«Faltan muy pocos días para el 3 de diciembre» dijo Chávez el pasado viernes. «Aquí va a pasar lo que va a pasar, pero alerto al país todo y a las autoridades y a las instituciones acerca de nuevos planes desestabilizadores que ya están a la orden del día. Algunos sectores, -reiteró- van a tratar de jugar a la desestabilización, así que el pueblo y FAN, rojo rojito, rodilla en tierra.»

«Si aquí se les ocurre a algunos sectores que sabemos cuales son, algunos medios, sobre todo de televisión, pero también de radio y prensa escrita, algunos sectores empresariales, sabemos cuales son, y aquellos que, producto de la era neoliberal ocuparon espacios estratégicos como la telefonía o el sector eléctrico, cuidado, o algunos sectores del poder constituido, algunos alcaldes y gobernadores que pudieran prestarse al plan, les voy a recordar, no me hagan demostrarle que es verdad lo que he dicho»:

«Que el Chávez permisivo se quedó la noche aquella de 2002, sólo se los estoy advirtiendo, no me obliguen a tomar acciones drásticas porque no tendré contemplaciones de ningún tipo para salvaguardar la soberanía del país.»

Las cartas están sobre la mesa, y el pueblo venezolano al igual que los del resto del planeta, esperan como el mandatario venezolano, que no salga por debajo de la manga del tahúr conspirativo, otra carta de violencia antes, durante y después del 3-D, como la «Operación Europa», la más reciente maniobra del Imperio y sus vasallos latinoamericanos y europeos, la cual ha fracasado como seguramente habrá de fracasar cualquier otro intento que pretenda destruir la paz y la democracia en la patria de Bolívar.