CC – Flickr – Rajarshi MITRA Un anodino distrito en el centro de este inmenso país se ha convertido, de repente, en un destino muy buscado por los políticos y los medios de comunicación. Lamentablemente, esta transformación tuvo lugar a costa de vidas humanas. Los agricultores del estado indio de Madhya Pradesh iniciaron sus protestas […]
CC – Flickr – Rajarshi MITRA
Un anodino distrito en el centro de este inmenso país se ha convertido, de repente, en un destino muy buscado por los políticos y los medios de comunicación. Lamentablemente, esta transformación tuvo lugar a costa de vidas humanas. Los agricultores del estado indio de Madhya Pradesh iniciaron sus protestas el 1 de junio, exigiendo unos precios más elevados para sus cultivos y el alivio de sus deudas. No se trataba de una novedad, puesto que las protestas populares del campesinado habían estallado una y otra vez en diferentes partes del país en demanda de mejores precios para las cosechas y el alivio de las deudas, mientras el país se encontraba, y se encuentra, en una situación de grave emergencia, con una cifra acumulada de más de 300.000 agricultores 1 que se quitaron la vida debido a la carga de sus deudas. Sin embargo, a diferencia de otros casos anteriores, en éste la agitación campesina se politizó y las autoridades declararon el toque de queda para acallar las protestas. Al no lograrlo, la policía disparó abiertamente contra los campesinos matando a cinco de ellos. Otro murió durante una carga con lathi (porras). Otro dato ilustra la crueldad de la respuesta: hubo 45 denuncias (y consecuentes investigaciones registradas por la policía) contra los agricultores participantes en la protesta, pero en cambio no hubo una sola contra los que asesinaron a sangre fría a seis manifestantes. Los medios de comunicación denunciaron también que se dieron instrucciones muy claras de actuar con la máxima energía contra los agricultores más activistas.
Este incidente es un indicio del malestar más profundo que afecta a la agricultura india. Entre 2001 y 2011, nueve millones de agricultores abandonaron sus hogares ancestrales y emigraron a las ciudades. Un estudio indica que más de 2.000 agricultores emigran a las ciudades todos los días para ganarse la vida, 2 incorporándose a los trabajos más precarios en el sector informal. Es una vergüenza que un país abrumadoramente agrícola como la India no tenga una política agrícola nacional apropiada. Las políticas neoliberales adoptadas por los sucesivos gobiernos indios en las últimas dos décadas y media impulsaron las fuerzas del mercado a una velocidad inigualable y forzaron a la agricultura a ser algo meramente comercial y a integrarse en los mercados mundiales. Las consecuencias fueron terribles para unos agricultores sumidos en enormes deudas y enfrentados a situaciones terribles que han dado lugar a múltiples problemas de todo tipo.
El grave desamparo causado por la caída estrepitosa de los precios agrícolas
En la región de Mandsaur, como en otras partes de Madhya Pradesh occidental, los precios agrícolas cayeron en torno a un 60 por ciento por debajo de los precios equivalentes del año anterior. En el estado de Maharashtra, a principios de este año, «millones de agricultores indios parecen estar dispuestos a abandonar los cultivos de leguminosas y oleaginosas después de que una campaña gubernamental de aumento de la producción fuera víctima de su propio éxito e inundara los mercados con las cosechas.» 3 Esto mismo ha sucedido con la mayoría de los cultivos cuyas cosechas fueron muy abundantes. Los precios locales de las semillas oleaginosas disminuyeron alrededor del 40 por ciento entre octubre de 2016 y marzo de 2017, mientras que las lentejas cayeron casi un tercio durante el mismo período. La casi total retirada de la contratación a precios mínimos de apoyo (MSP, por sus siglas en inglés) resultó catastrófica. En este caso, el gobierno planea comprar unos escasos 2 millones de toneladas de lentejas a precios MSP con una cosecha récord de alrededor de 22 millones de toneladas en la campaña agrícola 2016-17 (julio-junio), un 35 por ciento más que el año anterior. 4 Por otra parte, el precio ofrecido por el gobierno es de 50.500 rupias frente a los precios promedio del año anterior de 110.000 rupias. Tradicionalmente, las crisis agrícolas se atribuyen a las malas cosechas debidas a sequías, inundaciones u otras catástrofes naturales. Sin embargo, se observa cada vez más que las grandes cosechas también están provocando este tipo de crisis.
El período que siguió a la implementación de los planes de ajuste estructural (PAE) fue testigo de la subida de los costes de los insumos por un lado (aumentando los costes de producción) y la disminución de lo que le pagan por sus productos por otro (la caída de los precios de los productos agrícolas). La crisis comenzó a hacerse evidente al planear el gobierno retirar las medidas introducidas gradualmente desde 1947 hasta 1992-93 como salvaguarda para los agricultores indios ante las fluctuaciones del mercado. Además, esta retirada se realizó sin dar ningún periodo de adaptación a los agricultores. Estos mecanismos proteccionistas, constituidos básicamente por una combinación de subvenciones a los precios de los insumos y apoyos a los precios de venta de los productos agrícolas, no siempre se aplicaban perfectamente. Sin embargo, habían permitido al campesinado indio dedicarse a la producción de diversos cultivos en un entorno de precios relativamente estable. La implementación de los PAE no sólo hizo que el Gobierno recortara las subvenciones a los principales insumos, sino que también produjo la retirada del precio ya acordado al productor y de la distribución de la producción agrícola. Posteriormente, con la subida de los precios de los insumos agrícolas, los agentes privados aprovecharon la situación y también subieron sus precios. Esto se agregó al aumento de los tipos de interés en los créditos institucionales, reduciéndose la posibilidad de acceso a estos créditos y obligando así a sectores inmensos del campesinado a caer en manos de la usura privada. Estos factores se han perpetuado por la incapacidad de los agricultores de abandonar sus cultivos en ausencia de unos medios de vida alternativos decentes.
Los impactos de la liberalización económica, con la abolición de las subvenciones agrícolas y la apertura de la agricultura india al mercado global, fueron muy graves. Los pequeños y medianos agricultores se encuentran a menudo atrapados en un ciclo de deuda insoportable, lo que lleva a muchos a suicidarse por pura desesperación. Éste es actualmente un tema de derechos humanos de proporciones trágicas en el país, y ha impactado al campesinado de manera profunda. Las vidas de los pequeños y medianos campesinos están completamente arruinadas. Su derecho a la vida, al agua, a la alimentación y a una calidad de vida adecuada está siendo amenazado por las fuerzas del mercado. Es escandaloso que el Gobierno no haya tomado medidas efectivas y que las minúsculas medidas de socorro adoptadas no traten efectivamente este asunto, ya que no hay ningún intento de abordar las cuestiones estructurales más amplias que están en la raíz de este desastre.
Además, el número de suicidios contabilizados no logra reflejar la enormidad del problema, ya que categorías enteras de agricultores quedan fuera de la lista oficial al no poseer títulos de propiedad. Esto incluye principalmente a las mujeres, los dalits y los pueblos indígenas. En el caso de Mandsaur y otras partes de Madhya Pradesh occidental, la desmonetización y otras políticas fallidas, como la importación de trigo y leguminosas, llevaron a este derrumbe de los precios de los productos agrícolas a pesar de haberse logrado buenas cosechas. Hay informaciones de que después de la desmonetización, los comerciantes están pagando un dos por ciento menos en las transacciones en efectivo a los agricultores en los mercados de cereales.
Cambiar a cultivos comerciales
El período posterior a la reforma también fue testigo del cambio de la agricultura india a los cultivos comerciales. Ante la demanda de éstos, como el algodón, en el mercado internacional una parte importante de la agricultura india sufrió un cambio, promovido por el Gobierno, a favor de dichos cultivos. Sin embargo, el exceso de producción pronto produjo la caída de los precios, haciendo que los cultivos comerciales perdieran viabilidad. Los costes de los insumos aumentaron drásticamente a lo largo de los años desde entonces, a la vez que el aumento de los precios de mercado quedaba rezagado a gran distancia. Estos fenómenos, desde mediados a finales de los noventa, produjeron un crecimiento a gran escala de los suicidios entre los agricultores. Un informe del Center for Human Rights and Global Justice (Centro de Derechos Humanos y Justicia Global, de Nueva York) observó: «Desde hace mucho tiempo, se había alertado al Gobierno sobre la crisis de suicidios entre los productores de algodón, pero éste ha hecho muy poco para responder adecuadamente. El algodón ejemplifica el viraje general de la India hacia los cultivos comerciales, un cambio que ha contribuido significativamente a la vulnerabilidad de los agricultores, como lo demuestra el hecho de que la mayoría de los suicidios se producen entre los agricultores dedicados a los cultivos comerciales. El sector del algodón, al igual que otros cultivos comerciales en la India, está también dominado por multinacionales extranjeras que promueven el uso de semillas modificadas genéticamente y ejercen un control creciente sobre el coste, la calidad y la disponibilidad de los insumos agrícolas.» 5
El año pasado tuvo lugar una grave crisis agrícola en el estado indio meridional de Karnataka. Las regiones costeras y Malnad habían registrado excelentes resultados agrícolas durante las últimas dos décadas. Sin embargo, «los agricultores se vieron sacudidos por una fuerte caída en los precios de los tres principales cultivos comerciales -nuez de betel, coco y café – que cayeron aproximadamente entre un 15 y un 50 % de los máximos históricos de años anteriores. Mientras que Karnataka es el mayor productor de nuez de betel y café en la India, ocupa el tercer lugar en la producción de coco. La turbulencia del mercado afectó a la nuez de betel o de areca y al coco, cuando los suministros son más abundantes y los precios de los cereales están en mínimos estacionales.» 6 El informe del citado Centro también observó que «como resultado de las reformas económicas, los cultivadores indios del algodón entraron en competencia con el mercado internacional, haciéndolos extremadamente vulnerables a la volatilidad de los precios». A medida que las nuevas políticas económicas integraban a la India en el mercado mundial, «la devaluación resultante de la rupia india bajó los precios y aumentó la demanda de productos agrícolas indios. Para capitalizar esta fuente potencial de ingresos, el Gobierno indio instó a los agricultores a dedicarse a los cultivos comerciales, y la India rápidamente reconstruyó su sector agrícola dirigiéndolo hacia la exportación. Los cultivos comerciales, como el algodón, pueden producir beneficios en el ingreso a corto plazo, pero en última instancia están sujetos a unos altos niveles de volatilidad de los precios. El repentino viraje de la India hacia los cultivos comerciales condujo a una saturación del mercado mundial con las exportaciones de algodón y, a su vez, a una depresión de los precios del algodón para estos agricultores» y «a pesar de estos problemas, el Gobierno indio continuó alentando a los agricultores a cambiar a cultivos comerciales». Aunque la India es actualmente uno de los principales productores y exportadores de algodón del mundo, al igual que la mayoría de los mercados de productos agrícolas, el mercado del algodón está dominado por un pequeño grupo de empresas multinacionales que ejercen un control creciente sobre los costes, la calidad y la disponibilidad de los insumos agrícolas. Además, en un mercado como el del algodón en el que un intermediario corporativo canaliza los productos de los agricultores al mercado mundial, incluso cuando los agricultores registran un alto rendimiento de sus cosechas éstos pueden no beneficiarse de los precios que eventualmente alcanzan sus cosechas en el mercado. Por último, es importante señalar que, si bien el enfoque se centra aquí en el algodón, los problemas generales descritos siguen siendo una preocupación importante de todos los agricultores indios dedicados a cultivos comerciales para los cuales «la inversión en agricultura se ha derrumbado» y ha conducido a «una comercialización depredadora del campo indio.» … 7
A modo de conclusión
Ya es hora de que el gobierno declare una Política Agrícola Nacional integral que ponga freno a la comercialización de la agricultura. También debe implementar las recomendaciones de la Comisión Nacional de Agricultores constituida oficialmente. La política agrícola del país debería estar diseñada para colocar los derechos de los agricultores a una vida y un sustento decentes en el centro de las políticas y programas gubernamentales. De lo contrario, la deuda de los agricultores aumentará sin obstáculos, pauperizando a una gran parte de la población.
El acceso al crédito institucional para los campesinos debe ser una prioridad de las facilidades extendidas a todos los agricultores, incluyendo a las mujeres, los dalias y los pueblos indígenas, independientemente de si tienen o no títulos de propiedad de la tierra. El derecho al agua, incluido el riego, sigue siendo otro tema vital. Éstos, junto con otros mecanismos de protección social, podrían ser la única manera de salir de este endeudamiento insuperable que está acosando al campesinado indio en proporciones tan trágicas.
Notas:
1 Estadísticas del National Crime Records Bureau: 318.528 campesinos se suicidaron entre 1995 y 2015.
2 No necesitamos más Mandsaurs: http://www.livemint.com/Opinion/pDc…
3 Off the pulse: India farmers switch crops as lentil prices plunge [Los campesinos indios cambian sus cultivos debido al hundimiento del precio de las lentejas): http://www.reuters.com/article/us-i…
4 Ibídem
5 Center for Human Rights and Global Justice, Every Thirty Minutes: Farmer Suicides, Human Rights, and the Agrarian Crisis in India [Cada treinta minutes: suicidios de campesinos, derechos humanos y crisis agraria en la India](New York: NYU School of Law, 2011).
6 Steep fall in prices of cash crops to hurt K’taka’s agri economy [El derrumbe de los precios de las cosechas para la exportación perjudicó la economía agraria de Karnataka]: http://timesofindia.indiatimes.com/…
7 Op. cit., nota 5.
Sushovan Dhar, CADTM India