En su afán por cambiar el curso de una guerra de antemano perdida, pues fueron muchos los que aconsejaron que el terrorismo no se puede combatir con prácticas terroristas, Estados Unidos recurre ahora a métodos tan reprochables como la matanza indiscriminada de niños iraquíes. Tras la invasión y ocupación de esa nación árabe, las fuerzas […]
En su afán por cambiar el curso de una guerra de antemano perdida, pues fueron muchos los que aconsejaron que el terrorismo no se puede combatir con prácticas terroristas, Estados Unidos recurre ahora a métodos tan reprochables como la matanza indiscriminada de niños iraquíes.
Tras la invasión y ocupación de esa nación árabe, las fuerzas invasoras han experimentado todo tipo de procedimientos en el afán de detener y derrotar las innumerables acciones que efectúan los insurgentes contra las tropas extranjeras.
Cercar y bloquear ciudades como Falullah y someter a la población a bombardeos indiscriminados para tratar de debilitar a las fuerzas insurgentes ha sido una práctica repelida en varias ocasiones.
Aplicar los más crueles vejámenes y torturas que han provocado la muerte a sospechosos de hechos combativos o de simpatizar con los movimientos guerrilleros como ocurre en las cárceles iraquíes (el más conocido fue en Abu Ghraib) forma parte de los procedimientos inhumanos aplicados por estadounidenses e ingleses.
El último experimento puesto en acción por los ocupantes para tratar de mermar el apoyo de la población civil a los combatientes ha sido mucho más denigrante y genocida pues cobró la vida de 32 niños.
El suceso, investigado por un servicio noticioso iraquí demuestra fehacientemente la morbosidad desarrollada por las tropas de ocupación que amparadas por importantes medios de comunicaciones internacionales trataron de endilgarle el hecho a la resistencia.
Según el servicio de noticias Mufakirat Al-Islam, el 13 de julio soldados estadounidenses acordonaron una calle de Bagdad bajo el pretexto de que un vehículo marca Kia que se encontraba en el lugar estaba cargado con explosivos. Al rato, los soldados comenzaron a repartir caramelos y mochilas para llamar la atención de numerosos niños que se acercaban para obtener los regalos.
Los vecinos preguntaron a los militares acerca de los supuestos explosivos en el Kia, y estos respondieron que había sido una falsa alarma. Continuaron repartiendo golosinas y juguetes mientras dos soldados estadounidenses permanecieron en los alrededores del vehículo.
Quince minutos después y tras arrojar abundantes caramelos, mochilas y juguetes a la calle que atrajeron a niños de todo el vecindario, las tropas ocupantes se retiraron rápidamente del lugar A los pocos segundos estalló el auto Kia con el saldo de 32 niños muertos, 10 heridos y ningún soldado extranjero lesionado.
Las investigaciones de Mufakirat Al-Islam determinaron además que los explosivos empleados en la deflagración no eran los mismos que utiliza la resistencia en sus acciones contra los invasores.
El sadismo y genocidio de la operación no tiene límites y, según varios medios de prensa independientes, estos hechos se han realizado en varias ocasiones por los invasores para mermar el apoyo civil a los combatientes nacionales.
El diario de la resistencia iraquí dio a conocer un comunicado de la oficina de Al-Sadr, donde se afirma que en la masacre del pasado 13 de julio y en la gasolinera en Al-Musayyib que se cobró la vida de docenas de personas se encuentra la mano de las fuerzas de ocupación y de sus colaboradores
El objetivo de la ocupación, indica el texto, es desestabilizar la situación en lo que respecta a la seguridad, para justificar así los asaltos a ciudades, el asesinato y la expulsión de la gente, y la destrucción de infraestructuras, para poder prolongar el periodo de su presencia en suelo iraquí. Agrega que ningún grupo de la Resistencia han reivindicado los atentados, sino por el contrario, los han condenado.
Asimismo, la pagina web Red Voltaire informó que un importante responsable del Ministerio de Defensa iraquí reveló que Israel organizó diversos atentados en la nación árabe encubiertos por varios grupos islamistas. Agentes infiltrados del Mossad (servicios secretos sionistas) orquestaron atentados con explosivos contra objetivos civiles y embajadas, incluido el reciente asesinato del embajador egipcio.
Según el responsable iraquí, agentes del Mossad lograron infiltrarse durante el gobierno de Iyad Allawi gracias a la ayuda del ex ministro de Defensa Hazem Salan y del ex ministro del Interior Fallah Nagib.
Los métodos utilizados por Estados Unidos y sus colaboradores no son nuevos, ya fueron practicados en otras guerras como la de Vietnam, pero tras conocerse la verdad, esas acciones se vuelven contra los ocupantes como un boomerang. El tiempo será testigo.