Sorprendido por el documento que Jorge Giordani entiende como una rendición de cuentas a su salida del Ministerio de Planificación que durante doce años presidió, no queda mas que hacerse algunas preguntas y ponerlas a correr ya que se trata de un documento límite y de ruptura de quien por demasiados años fue el diseñador […]
Sorprendido por el documento que Jorge Giordani entiende como una rendición de cuentas a su salida del Ministerio de Planificación que durante doce años presidió, no queda mas que hacerse algunas preguntas y ponerlas a correr ya que se trata de un documento límite y de ruptura de quien por demasiados años fue el diseñador fundamental de las políticas estratégicas de gobierno y de su concepción de fondo.
Entiendo que el amigo Giordani necesita descargar un conjunto de testimonios internos que en síntesis destacan la diferencia notoria entre el gobierno de Hugo Chávez y el gobierno de Maduro, en perjucio abismal sobre este último. ¿Pero qué es lo que quiere decir este señor de la mas pura izquierda ya mas viejo, mas libre y por tanto más radical, según Saramago y el mismo?
El problema que hemos vivido durante años y que se acentúa en forma descarada en los últimos años a partir del comienzo, terrible proceso y desenlace trágico de la enfermedad de Chávez, es que todos los elementos que debilitaron profundamente el proceso revolucionario, por cobardía a contradecir los criterios de Chávez y oportunismo de la dirección, en vez de enfrentarse a ellos con la razón que obliga toda revolución, lo que hicieron fue fortalecerse, convirtiendo el quehacer interno de la dirección máxima de gobierno en un juego mediático de polarización política hacia lo externo, y una controversia interna entre unos cuantos privilegiados por la decisión de Chávez de mantenerse en el poder; la búsqueda del poder por el poder, lo que supone el fin de cualquier revolución. Esta complicidad tácita con el enemigo contrarevolucionario, la cual sintetizamos en tres puntos fundamentalmente:
.El bloqueo del proceso revolucionario socialista por un modelo tendiente a fortalecer la burocracia, el corporativismo y el capitalismo de Estado. Derivando de esto el fracaso en la capacidad de gestión que se centraliza no es sujetos dispuestos a cambiarlo todo, sino en hombres de poder conservar toda la estructura básica de gobierno en función de lo que la niega: el proyecto bolivariano y socialista.
.El total quiebre moral de una gran parte, mayoritaria de hecho, de la dirección revolucionaria de gobierno. Hecho por donde evoluciona la creación de una nueva burguesía que poco a poco va tomando los hilos básicos de gobierno.
.Y la aparición acrecentada año tras año de una autocracia impuesta dentro del espacio político del chavismo (PSUV, Polo Patriótico), consecuencia política de los dos elementos anteriores, desapareciendo con ello la autonomía del poder popular y hasta derecho al punto de vista critico dentro de este proceso.
Tales circunstancias generaron las condiciones para frenar por completo las condiciones de hacer de la revolución algo que promueva en favor de las clases trabajadoras y el proceso revolucionario mundial, un modelo alternativo de construcción de sociedad y de poder popular. Poco a poco, y el señor Giordani lo sabe muy bien porque él mismo es uno de sus principales diseñadores, el modelo venezolano fue quedándose atrapado en los intereses de una cúpula de gobierno que ya no se pregunta por el éxito programático y estratégico de una revolución, sino en su capacidad de mantenerse en el poder como cúpula de gobierno. La incapacidad notoria de la oposición de derecha y la pericia que fueron alcanzando estas cúpulas dirigentes para envolver las bases del chavismo bajo sus intereses a través del clientelismo de Estado, les ha permitido hasta ahora conservarse efectivamente en el poder no hay duda.
Pero esto se ha hecho a costa de la perdida día día de las metas revolucionarias fundamentales: ejercicio concreto del poder popular, expropiación del gran capital parasitario, redistribución socializante de la renta petrolera bajo control social, establecimiento de una línea de gobierno destinada a la ganancia progresiva de soberanía nacional, tecnológica, alimentaria, creación multiplicada de espacios de pleno autogobierno colectivo con autosuficiencia productiva, creación de las condiciones económicas y políticas para la expansión del propósito revolucionario dentro de la esfera continental, consolidación de los pasos fabricados mediante un ejercicio pleno de participación colectiva en la creación de ley, etc.
Este estado reactivo del ejercicio de gobierno ha traído finalmente como consecuencia, el desfalco de los recursos de Estado por parte de esta cúpula de gobierno, aliada a banqueros y oligarcas (y últimamente a las mismas que por dignidad y soberanía elemental ya habíamos expulsado de este país), el acrecentamiento de todo el modelo de capitalismo rentista (con todas las consecuencia que eso implica desde el punto de vista de las desigualdad categórica en la distribución de esta renta en favor del gran capital), y la ausencia de un modelo de desarrollo autogestionario y socialista que nos permita abrir el tránsito hacia otra sociedad. Donde solo han podido sobrevivir ejemplos magníficos de resistencia obrera y campesina de control productivo que a los efectos de lo que se ha querido por parte del movimiento revolucionario no son mas que la sobrevivencia heroica de una revolución deseada, y donde muchos han quedado casos folklóricos, buenos para las excibiciones de fin de semana en los ministerios o discursos de ministros.
Por el contrario el desmoronamiento del aparato productivo nacional pareciera que fuese un acontecimiento a reivindicar cuando se ven sus discursos de balance y la manera en que se denota con orgullo como han podido suplir esta parte cardinal de toda revolución con el reparto populista de recursos y el papel tanto de las misiones sociales como el subsidio de Estado en la vivienda, gasolina, electricidad y venta de alimentos, dentro de esta sustitución populista. De una forma u otra, y ya desde hace años, siendo Giordani o Maduro o cualquier otro expositor, no son los balances de éxito productivo, de creación colectiva de poder popular, de capacidad en el manejo de la defensa de la defensa revolucionaria, los pasos adelantados respecto a la capacidad de forjar espacios nuevos de sociabilidad educativa, de salud, de cultura, las tierras recuperadas y puestas en producción no contaminante, nuestra posibilidad probada para enfrentar los embates imperialistas, la generación de una estrategia militar de defensa de todo el pueblo, lo balances que se hacen. Lo importante es cuantos mercales se vendieron, cuantos recursos se repartieron en esto que llaman gobierno de calle y no se cuantas misiones existentes, y sus reorganizaciones perennes, que a su vez son la garantía de votos para las nuevas elecciones. Que triste señor Giordani pero no solo de eso no dice nada sino que es parte absoluta del asunto independientemente de sus desafueros con Nicolás Maduro.
La rendición de cuentas del señor Giordani no quiere tocar estos asuntos de fondo. No quiere hablar del fracaso del control de cambio que terminó siendo el contrario absoluto para lo cual supuestamente se hizo o del plan socialista de Guayana como pilar ejemplar de control obrero a extender al resto del país. ¡No quiere hablar de corrupción!… no explica porqué acabaron con el plan de transformación del Estado y del sistema público de planificación participativa diseñado tempranamente cuando me tocó junto al ministro Felipe Pérez estar el frente del ministerio de Planificación. Por qué las misiones sociales, cuyo diseño comenzamos como Estado revolucionario paralelo al estado burgués y burocrático, terminaron totalmente amarradas al viejo Estado.
Es muy interesante ver como un ministro clave como lo ha sido Giordani escabulle el bulto de sus responsabilidades comprimiéndolas a un asunto de desentendimiento con el nuevo presidente y el descontrol total que este último ha añadido a la administración pública, incluidos los errores de querer suplantar a Chávez en el mismo modelo de liderazgo, cuando no le llega ni por los tobillos según parece. Muy bien, puede ser todo cierto, pero ¿qué paso con el fondo Chino y todo lo que se robaron allí?. El señor Giordani lo sabe muy bien, no lo dice. ¿Por qué?, si los culpables convivieron con él en el mismo gabinete, y allí están, mientras que otros salieron botados por la ventana solo por referir este caso terrible de alta corrupción, me refiero a personas tan llegadas a él como Aime Betancourt.
Habla del cambio de Sitme al Sicad, de su dolencia porque no le dieron suficiente poder personal en el control de Cadivi. Pero y entonces, ¿es solo un problema de desentendimiento o que ni Giordani ni Maduro ni nadie en el gobierno quieren decir la verdad del desfalco que ocurrió y sigue ocurriendo con el Sicad I desde el punto de vista de un desfalco continuo de la nación?. ¿Por qué no explica la razón por la cual el fracaso del plan productivo y transformación del modelo de Estado, fue reemplazado por la emisión de moneda inorgánica que hoy trae como consecuencia una inflación y desasbastecimiento de tal tamaño que de nuevo aparece la pobreza mediada y extrema en alza, reaparece el desempleo, la evidente desvalorización del salario y el fracaso cada vez más eviente del plan mínimo de justicia social?.
Datos que por cierto parecieran puntos de orgullo a su estupenda planificación por años. Gracias hermano pero hasta mas nunca sabe, porque si hay una cosa que cualquier revolución necesita es de seres que lo menos que tengan temor es la pérdida de sus espacios de poder y lo que más los angustie es si en algún momento la revolución se sustituya por una pelea de cogoyos por tomar en sus manos lo más importante de todo Estado, en nuestro caso de la renta petrolera. Es la constatación que hacemos muchos de los que hemos vivido y hecho este proceso desde sus inicios de rebelión.
Giordani es parte en definitiva de una dirigencia en conflicto consigo misma. Su personalidad autoritaria al interno del ministerio de planificación le impidió generar y conservar elementos de solidaridad y colectividad de trabajo que ya estaban creándose al interno y con lo cual muchísimo pudimos hacer en momentos en que se caía el gobierno. Se generó el típico gobierno interno de las pequeñas burguesías arrogantes que desprecian la inteligencia colectiva y el trabajo en equipo. El amigo sin lugar a dudas es un ejemplo típico del quiebre moral y político de una dirección de Estado que sabe muy bien en que lío esta metida actualmente, pero que no lo quiere asumir de lleno (por mas viejo , libre y radical que se diga) porque es parte del asunto, aunque se trate al parecer del personaje menos sumergido en la corrupción, aunque lo dejó pasar todo.
Son en definitiva son unos incapaces para sincerar, asumir y crear las condiciones perfectamente posibles de una renovación completa del proceso revolucionario, labor que le tocará en su momento a las bases revolucionarias. Esto es parte de las líneas no dichas en su redición de cuentas: lo que una burocracia no pudo porque terminó siendo un obstáculo, una maquinaria represiva, más que un instrumento revolucionario, lo tendrá que hacer directamente el pueblo en lucha, y de no convencerse de ello tendrá por seguro que esta revolución llegó a su fin.
Probablemente Giordani diga verdades de dirección de Estado y en particular en lo que respecta a los últimos días de la vida de Chávez, muy graves para el gobierno de Maduro. El conjunto de documentos hechos por su equipo y no asumidos por la nueva dirección durante esos días habrá que estudiarlos. Y sabemos que todo no se queda allí porque hay lagunas inmensas de esos días que lo menos que se ha hecho es aclararlas, ya que se trata de días o mas bien meses en donde se produce el incremento descarado de todo el dasfalco de los recursos nacionales. Pero como dirección quebrada no asume a fondo las consecuencias de nada queriéndole atribuirle todo al fracaso del gobierno de Maduro y sobretodo a su ausencia de liderazgo. Verdades a medias que van a crear mucho escozor y roncha al interno pero que a la final no están diciendo lo fundamental, ni mucho menos, siendo el objetivo de esta carta sacarse de encima toda responsabilidad frente a algo donde no tiene ninguna excusa para hacerlo. Son hechos que demuestran hasta que punto aquí no es la crítica solamente, es la verdad la que se ha criminalizado y seguirá pasando mientras las bases del chavismo sigan resignadas a al mandato de la autocracia creada.
De todas formas, se le agradece a Giordani su lealtad será consigo mismo. Una generación de izquierda de la cual solo fue un testigo lateral entre sus labores profesionales, y que se quedó complemente rezagada dentro de paradigmas estatistas y burocráticos muy propios de esa vieja escuela del Cendes y de la escuela de economía de la UCV, creada en los años setenta que nunca supieron como salir del derrotado universo ideológico y político que dejó el socialismo en el siglo XX. Mucho fue lo que produjeron en su momento como contribución a la teoría de la dependencia tan en boga en aquellos momentos pero se quedó enclavada en ello. Lástima que Giordani, como alumno en sus últimos momentos de aquellas luces, no supo entender sus límites estrictos dentro de un capitalismo globalizado donde esas teorías llegaban a su fin funcional. Con todas las buenas voluntades que hayan existido de su parte, ha sido un pésimo alumno de su propio maestro Mezaros para quien el sistema metabólico del capitalismo solo es posible transformarlo desde la fuerza y la inteligencia de quien lo garantiza: la clase trabajadora en que cada uno de los momentos de la reproducción de capital. Giordani despreció estas enseñanzas de su mismo maestro intelectual y allí están las consecuencias. No quiere asumir ninguna responsabilidad al respecto… esta bien, pero de todas formas, mucho más allá de él se le agradece abrir signos de nuevo tiempo donde las verdades tendrán que ser dichas y los hechos finalmente conjugados en favor de nuestro pueblo y su revolución.
* Roland Denis es luchador popular revolucionario de larga trayectoria en la izquierda venezolana. Graduado en Filosofía en la UCV. Fue viceministro de Planificación y Desarrollo entre 2002 y 2003. En lo 80s militó en el movimiento La Desobediencia y luego en el Proyecto Nuestramerica / Movimiento 13 de Abril. Es autor de los libros Los Fabricantes de la Rebelión (2001) y Las Tres Repúblicas (2012).