En el marco del Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia, la Cátedra Libre de la Mujer «María León» de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, ha organizado a Caracas un interesante conversatorio que fue titulado “Mujeres Venezolanas en las Ciencias”, con ponentes científicas, tecnólogas e investigadoras, que compartieron sus experiencias […]
En el marco del Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia, la Cátedra Libre de la Mujer «María León» de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, ha organizado a Caracas un interesante conversatorio que fue titulado “Mujeres Venezolanas en las Ciencias”, con ponentes científicas, tecnólogas e investigadoras, que compartieron sus experiencias desde distintas áreas de conocimiento, rompiendo las brechas de género.
Bajo la dirección impecable de la profesora feminista Penelope Alsina, el numeroso público ha podido escuchar testimonios y análisis de como una revolución logra involucrar y multiplicar en un proyecto colectivo saberes y pasiones, llevando los académicos a medirse con el desafío de transformar la sociedad.
Después haber escuchado las palabras de la viceministra de MINMUJER, Carolys Pérez, que ha mostrado como la revolución ha visibilizado las mujeres en todos los sectores de los cuales antes estaban excluidas, se pudo conocer y apreciar el trabajo del Instituto venezolano de Investigación científica. El esfuerzo de la revolución – se dijo en todas las ponencias – es de acercar el conocimiento científico al pueblo. Una tarea a la cual las mujeres, que hoy son mayoría en muchos sectores científicos, se dedican con un impulso particular.
Al final del encuentro, hemos entrevistado una de las ponentes, la viceministra de Ciencia y tecnología Gloria Carvalho que nos había contado el esfuerzo de la mujer científica durante el sabotaje eléctrico del año pasado.
¿Cuán ha sido difícil por una mujer avanzar en la ciencia?
Parecía que había igualdad al momento de los estudios, incluso en una carrera como ingeniería eléctrica había gentileza del grupo de compañeros, las mujeres somos más organizadas para tomar apuntes, eso hacía ser el centro de atención como estudiante. Sin embargo en el mundo laboral es otra cosa, no es lo mismo una sugerencia técnica que viene de un hombre a aquella que viene de una mujer… Parece inverosímil pero la sugerencia técnica de una mujer difícilmente se pone en práctica si un hombre no la avala, y una vez puesta en práctica si resulta mal será “por haber hecho caso a la mujer” y si resulta bien será mérito del hombre que la avaló. Todo esto refleja que el mundo machista nos ve como “buenas secretarias”, para llevar los apuntes está bien, tomar decisiones es ya otra historia.
Viviste y estudiaste durante años en Italia. ¿Cómo fue esa experiencia?
Tuve oportunidad de estudiar en Italia, viví 6 años en Torino, creo que para la época en que estuve allá había menos participación de mujeres en carreras técnicas que en mi país, sin embargo noté la discriminación entre italianos del norte e italianos del sur, los extranjeros congeniábamos con los del sur mayormente. No tuve la oportunidad de compartir con ninguna mujer estudiante de ingeniería eléctrica del sur de Italia, quizás coincidencia o tal vez para ellas es casi imposible acceder a esas carreras… Al existir una discriminación marcada entre habitantes de un extremo y otro del país no quiero imaginar lo que padecen las camaradas del sur…
¿Como encontraste la revolución y que es para ti el socialismo feminista?
La revolución se basa en los principios de equidad, no puede haber socialismo sin feminismo. ¿Como se puede hablar de un sistema en donde todos tienen los mismos derechos, deberes y privilegios cuando las mujeres no se pueden desempeñar en las mismas áreas que los hombres?. Feminismo y Socialismo son dos conceptos complementarios no pueden existir separadamente. Es natural que un hombre se ausente días o semanas de su casa porque debe trabajar, ese es un buen padre y un buen hombre de familia. Si una mujer se ausenta días o semanas de su casa por trabajo es de inmediato considerada una mala madre, ¿Es eso equidad?
¿Cuál ha sido tu aporte durante el sabotaje eléctrico?
Me tocó viajar al principal complejo generador del país durante el sabotaje eléctrico, mi misión en ese momento era tratar de identificar la forma en la cual se había perpetrado el ataque electromagnético, llevamos equipamiento especializado para hacer pruebas y mediciones y tocó explicar a los compañeros de los cuerpos de seguridad del estado (todos hombres), que posiblemente debían buscar y donde. Allí todo fluyó bien, para lo sociedad las mujeres pueden ser maestras o profesoras… El machismo se evidenció en las acciones de la recuperación, la vicepresidenta ejecutiva estaba al mando, en varias ocasiones sus órdenes no fueron acatadas, estamos seguras que por machismo… y lo peor es que por machismo se retardaban las operaciones, hasta que en Caracas tomó el mando Jorge Rodríguez, hermano de la vicepresidenta, feminista como todo verdadero revolucionario, así gracias a la participación de la mujer se recuperó el sistema.
¿Cuál es tu trabajo ahorita en el ministerio?
En el ministerio de Ciencia y tecnología lidero el plan Cayapa Heróica, en medio del bloqueo económico, no nos suministran repuestos ni asistencia técnica de equipos médicos, especialmente las incubadoras para neonatos, entonces decidí que el “Dottorato di Ricerca in dispositivi elettronici” del Politecnico Di Torino, me debía servir para algo más a que me llamaran “Doctora”. Pedí unas incubadoras dañadas, confiaron en mí, y las reparamos en la institución que presido, que por cierto la Directora del Laboratorio es también Mujer, Carlelines Gavidia es su nombre, hoy a un año del sabotaje eléctrico hemos reparado más de 1.000 equipos médicos y cerca de 160 equipos del Sistema Eléctrico Nacional.
Tu contaste el episodio de Delcy, ¿cuán influye esta visión patriarcal en la ciencia a pesar de la revolución?
Como dije antes, el no obedecer la instrucción porque venía de una mujer, llegó al punto de dilatar las operaciones de restitución del servicio eléctrico, tal vez si la vicepresidenta era un militar hombre, la obedecían sin pensar, eso es la prueba de que el machismo existe y nos afecta a todos y todas.