(1´25´´ / 333 Kb) – El trabajo esclavo es un problema que aún forma parte de la realidad brasileña. Para intentar cambiar esa situación, los gobernadores electos en octubre Jacques Wagner, Wellington Dias, Ana Julia Carepa y Jackson Lago, de los partidos considerados de izquierda, firmaron una carta/compromiso, proponiendo como prioridad de gobierno un esfuerzo […]
(1´25´´ / 333 Kb) – El trabajo esclavo es un problema que aún forma parte de la realidad brasileña. Para intentar cambiar esa situación, los gobernadores electos en octubre Jacques Wagner, Wellington Dias, Ana Julia Carepa y Jackson Lago, de los partidos considerados de izquierda, firmaron una carta/compromiso, proponiendo como prioridad de gobierno un esfuerzo por acabar con el trabajo esclavo en sus respectivos estados, en el norte y nordeste de Brasil. La carta contiene las metas previstas en el Plan Nacional para Erradicación del Trabajo Esclavo, plan que fue elaborado por representantes de organizaciones populares con el Ministerio de Desarrollo Agrario y el Instituto de Tierras.
Esa carta fue propuesta de una campaña realizada por la organización no gubernamental Repórter Brasil. El documento fue enviado para los candidatos a los cargos de gobernadores y presidente de la República durante la campaña electoral.
En Brasil, existen aproximadamente 25 mil personas que están en situación de trabajo esclavo en haciendas, hornos de carbón y cañaverales. En los últimos 10 años, sólo en el estado de Pará, en el norte de Brasil, casi ocho mil personas fueron liberadas y en el estado de Bahia, en el nordeste, más de dos mil. En la carta, los gobernadores también se comprometieron a actuar firmemente por una reforma agraria real, que garantice a los agricultores por ella beneficiados las condiciones para producir.